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La guardia pretoriana de Puigdemont torpedea el pacto político en Cataluña
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"SON MEDIA DOCENA QUE TEMEN PERDER SUS PRIVILEGIOS"

La guardia pretoriana de Puigdemont torpedea el pacto político en Cataluña

La estrategia es intentar desgastar a ERC para que acceda a investir a Puigdemont, pero saben que será imposible porque no se van a saltar las leyes para provocar nuevos casos judiciales

Foto: Puigdemont cita a los diputados de JxCAT para desbloquear su investidura. (EFE)
Puigdemont cita a los diputados de JxCAT para desbloquear su investidura. (EFE)

Pocos pero excedidos y enloquecidos. Así califican a un pequeño grupo de acólitos de Carles Puigdemont sus propios compañeros de candidatura. "Son solo media docena de personas las que forman su núcleo duro y que hablan por su boca y son las que están torpedeando cualquier acuerdo con ERC. Es un pequeño entorno que no deja penetrar a nadie más y que teme que, en cuanto haya otro nombre encima de la mesa u otro candidato a investir ya no tendrán ninguna influencia y por eso no dejan que las negociaciones prosperen. Aquí cada uno tiene su 'business'", aseguran fuentes de Junts per Catalunya (JxCAT) a El Confidencial.

El 'expresident' de la Generalitat huido en Bruselas tiene muchos frentes abiertos y ha depositado en ese núcleo duro muchas de sus iniciativas. Ahí se encuentra, por ejemplo, la actual portavoz del grupo parlamentario, Elsa Artadi; el portavoz adjunto, Eduard Pujol; el responsable de la comunicación internacional, Joan Maria Piqué; el que era director de Comunicación de la Generalitat, Jaume Clotet; el alcalde de Valls, Albert Batet; la diputada Laura Borràs; o la también diputada Aurora Madaula, pareja de Agustí Colomines, director de la Escuela de Administració Pública, uno de los más radicales ideólogos del régimen y exdirector de la Fundación CatDem. Se da la casualidad de que Borràs y Madaula protagonizaron un vergonzoso incidente en el Parlament el día en que Roger Torrent decidió retrasar el pleno de la investidura. Tras esa decisión, las dos diputadas de JxCAT se encontraron en los pasillos con dos jóvenes asesores de ERC a los que gritaron "traidores" y "cagados", una directa acusación al papel que había jugado ERC en el aplazamiento de la investidura.

placeholder Las diputadas de JxCAT, Elsa Artadi y Anna Tarrès, tras la reunión con ERC. (EFE)
Las diputadas de JxCAT, Elsa Artadi y Anna Tarrès, tras la reunión con ERC. (EFE)

Las fuentes consultadas por El Confidencial afirman que los integrantes del núcleo duro "son auténticos interpretadores de la voluntad divina. Vienen y te dicen: el 'president' dice esto o lo otro… o quiere esto o lo otro. Hablan en nombre de él como si fuese Dios Nuestro Señor. Son más papistas que el papa". Y critican especialmente que "no se dan cuenta de que lo que tienen es un poder delegado, que es una cosa que no has de llegarte a creer nunca. Lo que tienes que tener claro es que ese poder no es tuyo y lo has de administrar bien. La gente te aguanta las 'gracietas', pero lo justo, porque llega un momento en que te responden con un sopapo".

Prietas las filas

El grupo de acólitos mantiene prietas las filas para evitar que cualquier intruso se cuele en ese privilegiado entorno. "Cuando las negociaciones están en el buen camino, ese núcleo se encarga de realizar filtraciones para que el tren descarrile. A ello se han dedicado las últimas semanas. Cuando JxCAT y ERC ya tenían acuerdos tomados, ellos filtraban tergiversaciones y falsedades y boicoteaban los acuerdos", cusan desde sus propias filas.

En estas maniobras, aseguran, las mismas fuentes, Puigdemont no tenía nada que ver. "Las filtraciones se producen muchas veces a espaldas del 'president'. Es más: en la candidatura estamos convencidos de que no aprobaría algunas de estas filtraciones. Además, estamos convencidos de que Puigdemont está más en la solución que no en el problema".

Foto: Vista del salón de sesiones del Parlament de Cataluña. (Efe)

En las filas de JxCAT y en el PDeCAT ha habido un intenso debate sobre la estrategia a seguir. Y la que se ha tomado por parte de ese núcleo duro es la contraria a la que propugna el partido. "La actual batalla no lleva a ningún lado. Tú puedes arriesgar si es para conseguir llegar a algún sitio. Se quería demostrar que el Estado español no te deja formar gobierno ni decidir tu futuro. Para eso se batalló. Pero, en estos momentos, ya ha quedado demostrada la indolencia del Estado español. Ya no hace falta que demuestres nada más. Lo que están haciendo ahora es pudrir la situación y la gente normal se va cansando. Todos sabemos cómo va a acabar esto: con Puigdemont fuera del Govern".

Lo que están haciendo es pudrir la situación y la gente normal se va cansando. Sabemos cómo va a acabar esto: con Puigdemont fuera del Govern

Para algunos veteranos de la candidatura, este asalto al poder por el núcleo duro de Puigdemont "es una combinación entre la falta de experiencia y el abuso de poder. En realidad, se creen ungidos por el 'president' y toman decisiones personales como si fueran él, pero su círculo se va acotando y dentro de poco ya no pintarán nada".

La situación comienza a cansar en las filas independentistas. La estrategia es intentar desgastar a ERC para que acceda a investir a Puigdemont como 'president', pero saben que eso será imposible porque no se van a saltar las leyes a la torera para provocar nuevos casos judiciales. Una parte de la guardia pretoriana está dispuesta a forzar nuevas elecciones porque creen que, en ese caso, la gran perjudicada será Esquerra: Puigdemont puede obtener más o menos los mismos resultados (pero aumentando los escaños), mientras que ERC bajaría y la CUP recuperaría unas cuantas decenas de miles de votos. Con ello, esperarían afianzar más la figura de su líder, Carles Puigdemont. Pero desde sus propias filas advierten de que "algunos de ellos han comenzado ya a generar anticuerpos muy transversales". Es decir, que generan un potentísimo rechazo no solo dentro de sectores de JxCAT o del PDeCAT, sino también de ERC e incluso de la CUP.

Pocos pero excedidos y enloquecidos. Así califican a un pequeño grupo de acólitos de Carles Puigdemont sus propios compañeros de candidatura. "Son solo media docena de personas las que forman su núcleo duro y que hablan por su boca y son las que están torpedeando cualquier acuerdo con ERC. Es un pequeño entorno que no deja penetrar a nadie más y que teme que, en cuanto haya otro nombre encima de la mesa u otro candidato a investir ya no tendrán ninguna influencia y por eso no dejan que las negociaciones prosperen. Aquí cada uno tiene su 'business'", aseguran fuentes de Junts per Catalunya (JxCAT) a El Confidencial.

Junts per Catalunya Carles Puigdemont