Plan B de Puigdemont: intentar colocar a Jordi Sànchez como 'president'

En el entorno de Carles Puigdemont en Bruselas se ha negado por activa y por pasiva que haya "un plan B". Nadie los saca del "o Puigdemont o Puigdemont" que Junts per Catalunya (JxCAT) impuso hace un mes. Pero fuentes conocedoras de las interioridades de la candidatura aseguran que sí hay una alternativa y que en los próximos días el 'expresident' podría dar un paso a un lado a cambio de que su relevo sea el expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, detenido en prisión preventiva en la cárcel de Estremera. En la práctica, un candidato tan imposible como él mismo que prolongará la situación de bloqueo político que vive Cataluña. No conseguirá presidir la Generalitat pero servirá para que JxCAT y ERC no partan peras de manera definitiva tras una semana en que se ha deteriorado mucho la relación entre ambas formaciones políticas.

Como ya adelantó El Confidencial el pasado sábado, Jordi Sànchez es quien tiene más números para ser el siguiente candidato que se pondrá sobre la mesa para presidir la Generalitat. Sànchez es el número dos de JxCAT, mantiene una excelente relación con Puigdemont y su designación como candidato implicaría nuevos retos para el Gobierno de Mariano Rajoy como, por ejemplo, si se autoriza la excarcelación del expresidente de la ANC, tal y como se le permitió al etarra José Carlos Yoldi en febrero de 1987.

Al final, Puigdemont ha aceptado lo inevitable: que no puede ser presidente de la Generalitat desde Bruselas. Está previsto que la liturgia se mantenga hasta el final. Así, el presidente del Parlament, Roger Torrent, anunció este martes que se posponía la sesión de investidura convocada para las 15:00 horas, lo que no quita que Puigdemont se retire en el último momento para dar paso del candidato previsible al siguiente candidato posible, que será Jordi Sànchez. Teatralización y unidad independentista.

Sànchez será el siguiente pero no el último, ya que difícilmente podrá ser presidente desde la cárcel. Jordi Pina, el abogado de Sànchez, ha vuelto a solicitar al juez Pablo Llarena la libertad condicional para su cliente. Se da la circunstancia de que ser candidato a presidir la Generalitat es un argumento que ante al Tribunal Supremo serviría para argumentar que se reduce el riesgo de fuga.

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Para el 'expresident', la ventaja de tener a Sànchez de candidato es que Puigdemont no sale de la ecuación. Al contrario, ganaría más protagonismo. Un nuevo candidato en la cárcel no eclipsaría su dimensión mediática, la cual quiere potenciar con planes como otro viaje, esta vez a Eslovenia.

Las presiones de ERC

La retirada de Puigdemont se llevaría a cabo tras las presiones de ERC. Así, el nuevo presidente del Parlament, Roger Torrent, le habría comunicado a JxCAT este mismo lunes que estaba estudiando suspender el pleno para evitar incurrir en ilegalidades, tal y como le pasó a su predecesora, Carme Forcadell. El republicano optó finalmente por llevarlo a cabo, lo que le permite ganar tiempo sin llegar al enfrentamiento directo con sus antiguos socios.

Durante el día de ayer, ERC amenazó con suspender el pleno, mientras que JxCAT replicó con un amago de nuevas elecciones en Cataluña en unos meses

El precio a pagar

Las negociaciones siguieron esta noche y continúan este martes. JxCAT quiere que Torrent acepte la denominada 'vía Vintró', que defiende el catedrático de Derecho Constitucional Joan Vintró. Este fue miembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional de Cataluña y defiende, según sus propias palabras, que "la conformidad constitucional de la propuesta efectuada por el presidente del Parlament debe examinarse atendiendo exclusivamente a su regularidad formal y no en función de si pueden concurrir en el candidato circunstancias que de forma eventual permitan presumir su incomparecencia en el pleno de investidura", según apuntó en 'La Vanguardia'. En otras palabras, en opinión de Vintró, siempre que la designación cumpla de manera escrupulosa las formas no importaría, desde un punto de vista legal, que el aspirante a presidir la Generalitat sea un prófugo de la Justicia. Y por tanto no podría acusarse de nada a Roger Torrent y al resto de miembros de la Mesa que le den cobertura.

Opinión

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Además, hay un factor que en JxCAT no contemplan y que supone un gran riesgo para los independentistas. Que volverá a ser el presidente Mariano Rajoy quien convoque los comicios catalanes, en caso de que tenga que forzarse una repetición. Y que esta vez podría no hacerlo de manera inmediata sino tomándose su tiempo, lo que prolongaría la aplicación del 155. Justo lo que quieren evitar tanto desde ERC como desde el PDeCAT. Nada obliga a Rajoy a acelerar los tiempos.

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Pero el PDeCAT nunca pesó tan poco en la cámara catalana. De los 34 diputados con los que cuenta JxCAT, solo una docena están sujetos a la disciplina del partido. El resto son independientes que únicamente responden ante el expresidente catalán. Suficiente para que Puigdemont siga tirando de los hilos desde Bruselas.