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Pelea ERC-JxCat por la investidura: "Es que a Puigdemont le va bien el miércoles"
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Pelea ERC-JxCat por la investidura: "Es que a Puigdemont le va bien el miércoles"

De esta manera, queda en el aire si la investidura será el martes 30, ya que podría retrasarse hasta un día después, el 31 de enero, fecha límite para la celebración del pleno

Foto: Roger Torrent preside la primera reunión de la Mesa de la cámara catalana de la XII legislatura. (Efe)
Roger Torrent preside la primera reunión de la Mesa de la cámara catalana de la XII legislatura. (Efe)

La tensión entre los partidos independentistas se hizo patente en la mañana de este jueves en una decisión tan nimia como la de fijar la fecha del pleno de investidura del próximo presidente de la Generalitat. El presidente del Parlament, Roger Torrent, había convocado a la Mesa y a dos representantes de cada partido para tomar una decisión. Y la sorpresa saltó cuando la principal divergencia provino de las propias filas secesionistas: Torrent propuso la fecha del martes día 30 de enero, pero Junts per Catalunya (JxCat) se empeñó en celebrar el pleno el miércoles 31, último día para celebrarlo según la ley. Los partidos de la oposición se alinearon por unanimidad con la fecha propuesta por Torrent, que deberá tomar una decisión a lo largo del día de hoy.

Las razones que esgrimió JxCat para reclamar que el pleno sea el miércoles a las 4 de la tarde son que "le va bien al 'president' Puigdemont", a lo que el exconsejero de Exteriores, Raül Romeva, respondió que debería respetarse el anuncio que ya había hecho Torrent de celebrarlo el próximo martes.

El parlament decide este jueves la fecha de la sesión de investidura

Fuentes de la oposición señalan a El Confidencial su perplejidad porque "el presidente del Parlament nos convoca para anunciarnos la fecha de la investidura y cómo va a ser y nos vamos sin ni siquiera cuándo se convocará. Cuando le recriminamos la actitud, nos dijo que ya nos enteraríamos de cuándo sería el pleno".

Por su parte, la portavoz del PSC en el Parlament, Eva Granados, señaló a El Confidencial que "nosotros le pedimos que se respeten los derechos de todos los diputados y eso pasa porque el candidato a 'president' esté presente en el hemiciclo". La dirigente socialista subraya también que "lo que constatamos con esta reunión son las tensiones que hay entre los dos principales partidos que aspiran a gobernar, que no se ponen de acuerdo ni para fijar una fecha para el pleno de investidura. Nos da la sensación de que Esquerra está prisionera de Puigdemont".

Otras fuentes opositoras explican que, ante la situación creada, "vuelve el vodevil a Cataluña. Lo que estamos viviendo en estos momentos es lo que había antes, pero con más tristeza, porque antes, al menos, estaban contentos y ahora se les ve deprimidos". De lo que no hay duda, después de todo, es de que Puigdemont, aunque prófugo de la justicia, marca como nadie la agenda política catalana.

Oscurantismo de Torrent

El presidente de la cámara, por otro lado, no quiso dar detalles de su encuentro con Carles Puigdemont, que se encuentra fugado en Bélgica, y con los cuatro exconsejero que le acompañan. Este oscurantismo contrasta con las opiniones emitidas por el propio Torrent después del encuentro (que habló de su esperanza de que haya "total normalidad" en el pleno de investidura) y por su promesa de gobernar "para todos".

La oposición denuncia que la estrategia utilizada por el nuevo presidente del Parlamento es un paso atrás. O, en otras palabras, volver a lo peor de las etapas pasadas. "Seguimos con la aplicación de lo que llaman la astucia, de ocultar las cosas, de esconder las decisiones hasta el último minuto. Y todo ello, mientras los dos principales socios de gobierno se pelean a plena luz del día".

Foto: El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (Reuters)

Otra cosa será el aceptar o no la delegación de voto, tal y como habían pedido los cuatro exconsejeros del Govern huidos en Bélgica (Puigdemont retiró la petición de la delegación de su voto para impedir que se pudiese anular el pleno antes incluso de celebrarlo). Esa decisión corresponde exclusivamente a la Mesa del Parlament y este órgano decidirá en una reunión del próximo martes.

Dependiendo de lo que decida la Mesa, los partidos de la oposición y el Gobierno central interpondrán sendos recursos ante el Tribunal Constitucional, porque consideran que no se dan los supuestos de incapacidad o enfermedad que podrían justificar dicha delegación de voto. Y, en el caso de que no se pueda materializar el voto de los huidos, Puigdemont no podrá ser investido aunque reciba los votos afirmativos de ERC y de la CUP, puesto que contará con 65 sufragios, los mismos que la oposición (en la primera votación necesita 68, la mayoría absoluta; y en segunda votación le basta con mayoría simple, de la que carecería igualmente).

La tensión entre los partidos independentistas se hizo patente en la mañana de este jueves en una decisión tan nimia como la de fijar la fecha del pleno de investidura del próximo presidente de la Generalitat. El presidente del Parlament, Roger Torrent, había convocado a la Mesa y a dos representantes de cada partido para tomar una decisión. Y la sorpresa saltó cuando la principal divergencia provino de las propias filas secesionistas: Torrent propuso la fecha del martes día 30 de enero, pero Junts per Catalunya (JxCat) se empeñó en celebrar el pleno el miércoles 31, último día para celebrarlo según la ley. Los partidos de la oposición se alinearon por unanimidad con la fecha propuesta por Torrent, que deberá tomar una decisión a lo largo del día de hoy.

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