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Torrent retrasa la decisión del voto delegado y viaja a Bruselas para verse con Puigdemont
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EL INDEPENDENTISMO PIENSA EN UNA SEGUNDA INVESTIDURA

Torrent retrasa la decisión del voto delegado y viaja a Bruselas para verse con Puigdemont

Aunque en la agenda del Parlament continúa el oscurantismo, lo cierto es que en la agenda personal de Roger Torrent figura un encuentro este miércoles con Puigdemont en Bruselas

Foto: Roger Torrent, presidente del Parlament de Cataluña. (EFE)
Roger Torrent, presidente del Parlament de Cataluña. (EFE)

Los desencuentros entre las fuerzas del bloque independentista vuelven a poner en tela de juicio la normalidad de la legislatura catalana que ahora comienza. El empeño de Junts per Catalunya (JxCat) de que se invista a distancia a Carles Puigdemont choca frontalmente con la opinión de los letrados del Parlament, con las reglas de la democracia participativa e incluso contra la opinión de buena parte de ERC, el otro gran partido del bloque. En la reunión de la Mesa de la cámara legislativa catalana de este martes, los convergentes retiraron la petición de Puigdemont de poder delegar su voto, pero mantuvieron la petición de los otros cuatro fugados, o sea, de los otros cuatro exconsejeros que acompañan al 'expresident' en Bruselas.

Aunque en la agenda del Parlament continúa el oscurantismo, lo cierto es que en la agenda personal de Roger Torrent, el presidente de la cámara, ya figura un encuentro este miércoles con Puigdemont en Bruselas, a donde se desplazará el mandatario de la institución legislativa para verse con el prófugo de la Justicia. De paso, también se reunirá con los otros fugados, que quieren delegar su voto en alguien presente en el Parlament el día de la investidura.

El presidente de la cámara catalana afirma que pagará de su bolsillo el viaje que emprenderá mañana para reunirse con Carles Puigdemont


El viaje (el presidente de la cámara afirma que se lo paga de su bolsillo, según manifestó a diputados de la oposición) se realiza justamente antes de que el jueves se produzca una reunión de grupos parlamentarios para preparar el orden del día y el funcionamiento del pleno de la próxima semana, que será el lunes o el martes. La situación, pues, vuelve a ser de vodevil, con un presidenciable ausente, un presidente del Parlament de peregrinaje en Bruselas, una mayoría parlamentaria en entredicho, una investidura en el horizonte cercano y, por si fuera poco, una creciente tensión entre fuerzas independentistas, puesto que a ERC no le agrada embarcarse de nuevo en una estrategia que busca retorcer las normas democráticas, como la que pretende JxCat para la investidura.

Foto: El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont. (EFE)

En la sesión de este martes, la Mesa decidió posponer la decisión sobre si acepta la delegación de voto los cuatro exconsejeros huidos, que posiblemente se tome la próxima semana, a pocas horas del pleno que ha de elegir al nuevo 'president'. La estrategia del independentismo es entorpecer el margen de maniobra que pueda tener el Gobierno central o los grupos de la oposición. De hecho, saben que si JxCat y ERC admiten el voto delegado, Puigdemont será elegido presidente sin problemas, ya que copan 4 de los 7 puestos de la Mesa. Pero saben también que si aceptan la delegación de voto, habrá peticiones de reconsideración y recursos judiciales por medio. Y, muy posiblemente, la votación no sea válida por haberse saltado las reglas democráticas.

Pero en el caso de que no puedan forzar la investidura a finales de mes (la fecha límite es el 30 de enero, ya que para la investidura del presidente de la Generalitat han de transcurrir como máximo 10 días hábiles desde la formación del Parlament), los independentistas esperan poder ir a una segunda vuelta en la que su candidato vuelva a postularse. El siguiente pleno de investidura sería dentro de dos meses, pero para entonces, se habrá estudiado con detenimiento la estrategia con el objetivo de arañar aunque sólo sea un voto: uno de los huidos en Bélgica podría dimitir, con lo que su escaño sería ocupado por un diputado presente en la sala y, con eso, el bloque soberanista contaría con 66 escaños frente a los 65 del resto de la oposición. Éste sería el plan B del independentismo.

El secretario general del PP catalán, Santi Rodríguez, explicó tras la reunión de la Mesa que "no entendemos por qué no ha tomado decisión cuando no hay ninguna clase de duda sobre la imposibilidad de delegar el voto. Es una situación donde no cabe ninguna interpretación del reglamento del Parlament".

Los letrados, en contra

De hecho, la admisión del voto delegado de los fugados en Bélgica no está contemplado en el reglamento del Parlament y la luz verde de la Mesa sería una jugada trilera más que una interpretación laxa del propio reglamento. Los letrados de la cámara recuerdan en un informe elaborado la semana pasada que el voto es personal e intransferible. Y luego matizan que "ciertamente, el Estatuto no contiene una cláusula explícita como ésta, pero ya hemos visto cómo de los artículos 4 y 93 del reglamento del Parlament se deduce palpablemente este principio, sólo matizado por la posibilidad de delegar el voto en los supuestos concretos que el reglamento determina (…). También es importante diferenciar entre la delegación de voto y otros supuestos previstos en algunos ordenamientos, como por ejemplo la sustitución temporal de los diputados (que comporta que el voto lo emita el sustituto) o el voto no presencial (por ejemplo, el voto telemático, que en este caso respeta el carácter personal del voto). Pero ninguna de estas modalidades está prevista en nuestro reglamento".

Los letrados afirman que el artículo 93 ha de ser interpretado "de forma restrictiva, sin permitir extensiones analógicas a otros supuestos que los que se desprenden con naturalidad de la norma". Y subraya, por si fuera poco, los únicos casos en los que un miembro del Parlament puede delegar el voto: "Se desprende que se trata de supuestos vinculados todos ellos a circunstancias relacionadas con la maternidad o paternidad o por motivos de salud, incluida la incapacidad. Así lo confirman también los antecedentes de reforma del reglamento sobre delegación de voto, que ponen en evidencia que todas las reformas que se han hecho y la ampliación sucesiva de las causas de delegación han obedecido siempre a esta finalidad".

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Los supuestos para delegar voto

Y recuerdan a la Mesa que ésta ha de establecer los criterios generales para delimitar los supuestos que permiten la delegación de voto, pero "no puede ser entendida [esta tarea] como una facultad de contemplar o ampliar nuevas causas respecto de las que determina este precepto, sino únicamente de precisar, si acaso, cuáles son las situaciones concretas que se pueden encajar en los supuestos reglamentarios sin alterar el sentido". También subrayan que la interpretación del reglamento no puede aplicar el voto delegado a causas que no sean "por hospitalización, enfermedad grave e incapacidad prolongada". Y Puigdemont y sus exconsejeros no están embarazados ni enfermos graves ni hospitalizados ni incapacitados.

Respecto a los huidos, los letrados señalan que no pueden delegar el voto "teniendo en cuenta las reglas específicas que para la delegación de voto existen en el ámbito parlamentario". En otro punto, destaca que "en condiciones normales, corresponde a la Mesa del Parlament conocer y resolver las peticiones de delegación de voto". Pero insisten en que es necesaria la presencia física del candidato en la investidura (lo mismo, en una moción de censura o en una cuestión de confianza) porque, de lo contrario, "sin la participación directa y personal del candidato o del 'president' de la Generalitat, adolecerían de un elemento esencial del procedimiento, sin el cual éste no podría cumplir su función estatutaria y reglamentaria". Y acaba recordando que no es sólo una cuestión de forma, sino también de fondo, "porque se trata de procedimientos vertebradores del sistema parlamentario". En definitiva, que es una cuestión inherente a la propia democracia porque hurtar el candidato físico al acto sería no respetar "los derechos inherentes al ejercicio de la función parlamentaria".

Los desencuentros entre las fuerzas del bloque independentista vuelven a poner en tela de juicio la normalidad de la legislatura catalana que ahora comienza. El empeño de Junts per Catalunya (JxCat) de que se invista a distancia a Carles Puigdemont choca frontalmente con la opinión de los letrados del Parlament, con las reglas de la democracia participativa e incluso contra la opinión de buena parte de ERC, el otro gran partido del bloque. En la reunión de la Mesa de la cámara legislativa catalana de este martes, los convergentes retiraron la petición de Puigdemont de poder delegar su voto, pero mantuvieron la petición de los otros cuatro fugados, o sea, de los otros cuatro exconsejeros que acompañan al 'expresident' en Bruselas.

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