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Dinamarca evita hacer la ola a Puigdemont: "Se autoinvitó para no aportar nada"
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no dice nada nuevo en el simposio

Dinamarca evita hacer la ola a Puigdemont: "Se autoinvitó para no aportar nada"

Los dos profesores universitarios con los que compartió mesa de debate se han demostrado duros con él y al final se lo acabaron comiendo con patatas mientras le provocaban con sus preguntas

Foto: El expresidente catalán Carles Puigdemont, participa en un coloquio organizado por la Universidad de Copenhague. (EFE)
El expresidente catalán Carles Puigdemont, participa en un coloquio organizado por la Universidad de Copenhague. (EFE)

Si esperaba que le hicieran la ola en Dinamarca, Puigdemont ha elegido el peor país para salir de su exilio y eso ha quedado definitivamente claro este lunes. Fue él mismo quien se ha molestado en llamar a la Universidad de Copenhague para proponer la celebración de este evento y “se ha autoinvitado a sí mismo” como anfitrión, según ha confirmado a El Confidencial la propia facultad. Todo para montar un simposio en el que no ha dicho nada nuevo. Y es que, mientras este fin de semana todo el mundo debatía si Puigdemont se iba a atrever o no a viajar a Dinamarca, retar con ello a la Justicia española y arriesgarse a ser detenido, él lo tenía ya todo planeado al detalle y había organizado el viaje junto a su equipo desde Bruselas.

“Hemos intentando de todas las maneras posibles buscar un marco de diálogo con el Gobierno español, pero… ¿Qué tipo de negociación es posible si la otra parte no respeta tu dignidad?". Esa fue la justificación de Puigdemont a la pregunta central de este debate, que buscaba respuestas a la gran pregunta: “¿Cataluña y Europa, en una encrucijada por la democracia?”. Para él, algunos de los políticos de su Gobierno “han tenido que exiliarse para evitar la cárcel” y otros están presos en “cárceles españoles que están a 600 kilómetros de sus familiares”, en contra de todas las leyes. “Esto es una venganza”, alertó.

Foto: Josep Maria Matamala, alias 'Jami', acompaña a Puigdemont a Copenhague. (EFE)

Su discursó caló en el público catalán que fue al evento con banderas independentistas y también en los estudiantes de políticas que acudieron a escucharle. “Cuando seamos un país independiente, queremos ser la Dinamarca del sur”, dijo, nada más empezar su discurso, redactado en inglés. Todo fueron sonrisas de orgullo mientras leía el texto en el que incluso se acordó de mencionar a su exvicepresidente Oriol Junqueras y al 'exconseller' de Interior Joaquim Forn. Sin embargo, los dos profesores universitarios con los que compartió mesa de debate se han demostrado duros con él y al final, dentro de lo políticamente correcto, se lo acabaron comiendo con patatas mientras le provocaban con sus preguntas.

Foto: El 'expresident' Carles Puigdemont y la profesora del CEP Marlene Wind. (EFE)

“¿Se toma usted un vino mientras piensa en la inestabilidad que ha provocado en España? ¿Quiere una Europa de pequeñas naciones? ¿Busca balcanizar Cataluña? ¿Quiere la independencia catalana solo para quitarse de encima al resto del país por pobre? ¿Considera que la democracia son solo referéndums o también es cumplir la Constitución que usted mismo ha jurado?”, le ha preguntado la profesora Marlene Wind, una de las expertas en la Unión Europa con más prestigio de Dinamarca. Puigdemont fruncía el cejo y negaba con la cabeza mientras la escuchaba y apuntaba en un papel lo que iban a ser sus respuestas.

Antes de empezar a contestar a las pocas preguntas a las que ha respondido, Puigdemont ha recurrido a la estrategia 'ad hominem' para rebatir a Wind. “Usted ha dicho al principio que no es una experta en política española y tiene razón, no lo es”, le espetó el político a una de las profesoras más respetadas del país. Para él, “la sombra de Franco es todavía larga en España” y eso lo explica todo. "Mis padres, mis abuelos… La mayoría de nosotros hemos luchado contra la dictadura, así que nos parece ofensivo que digáis que buscamos una balcanización de Europa", sentenció Puigdemont. “Ah, y lo de Putin… En fin.. eso es cosa de los medios de comunicación que publican 'fake news”, respondió el político catalán, recurriendo a la retórico y estilo de Donald Trump para evitar preguntas.

Puigdemont viajó a Copenhague pese a la solicitud de la fiscalía de reactivar la euroorden

Puigdemont mencionó que “hablar catalán en el Parlamento español está totalmente prohibido” mientras el Ministerio de Educación exige a los estudiantes catalanes “aprender” español. “¿Entonces me dices que lo de que en los colegios catalanes se prohíbe hablar español es una mentira?”, insistió Wind en sus preguntas. El 'president' cesado negó rotundamente que se prohíba hablar castellano en los colegios e insistió en que no habría ningún problema en que alguien quiera mantener la nacionalidad española o mantener su lengua en caso de que se produjera la independencia. “Nosotros seguimos siendo proeuropeos… y no queremos perder la nacionalidad europea”, advirtió. Lo que quiere, dice, es “hacer como en Escocia, una pregunta que se pueda discutir en las urnas” y eso es lo que está dispuesto a hablar con Rajoy en una reunión que se celebre en cualquier país del mundo, menos en España, según dijo tras el 21-D.

Por su parte, el otro ponente, el profesor Christian Rosboll, ha matizado el que ha considerado uno de los problemas del referéndum ilegal. “¿Cuál es el censo justo? ¿Son solo los catalanes los que deben decidir sobre el futuro de Cataluña? ¿O es un asunto que afecta a toda España?”, se preguntó el experto danés. Pero para Puigdemont el problema es otro y es que para Madrid, Cataluña es “una simple provincia” y no se concibe “como un sujeto político”. El Gobierno español no se da cuenta de que "los pequeños países no necesitan ser grandes para tener acceso a gran mercado" y por ello vuelve a llamar la atención de Europa para que se pronuncie de una vez por todas: “La situación en Cataluña es tan importante para Europa como lo es el Brexit” y “debería ser visto no como una crisis sino como una oportunidad” para definir los procesos de creación de nuevos estados. La Unión Europea "ha fracasado en el respeto a los Derechos Humanos en Cataluña" porque "con su apoyo a Rajoy… legitima la fuerza" que se ha utilizado durante la celebración del referéndum ilegal.

Para eso ha viajado a Dinamarca, porque aquí si se hacen bien las cosas, en su punto de vista. "Este país demuestra que entiende la democracia, sois la prueba real de que es posible decidir. Groenlandia e Islas Feroe elegirán sus fronteras", señaló, en referencia a dos regiones autónomas danesas que dependen económicamente de Dinamarca, en su mayor parte. "Os invito a todos vosotros a venir a Cataluña", pidió Puigdemont, sin ofrecerse a acompañar a sus invitados. Lo de “venir” fue una forma de hablar, se entiende, porque por ahora nada no piensa aclarar su futuro político. “No voy a contestar a su pregunta periodística por respeto a la institución académica en la que estamos” le dijo a una reportera danesa que le reprochó estar en Copenhague hablando en un debate con estudiantes mientras el Parlament debate su elección como 'president' de la Generalitat.

Si esperaba que le hicieran la ola en Dinamarca, Puigdemont ha elegido el peor país para salir de su exilio y eso ha quedado definitivamente claro este lunes. Fue él mismo quien se ha molestado en llamar a la Universidad de Copenhague para proponer la celebración de este evento y “se ha autoinvitado a sí mismo” como anfitrión, según ha confirmado a El Confidencial la propia facultad. Todo para montar un simposio en el que no ha dicho nada nuevo. Y es que, mientras este fin de semana todo el mundo debatía si Puigdemont se iba a atrever o no a viajar a Dinamarca, retar con ello a la Justicia española y arriesgarse a ser detenido, él lo tenía ya todo planeado al detalle y había organizado el viaje junto a su equipo desde Bruselas.

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