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Mas cuenta con una legislatura corta y ya maniobra para volver a la Generalitat
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Apuesta por que nadie podrá formar gobierno

Mas cuenta con una legislatura corta y ya maniobra para volver a la Generalitat

Tanto Artur Mas como la coordinadora general Marta Pascal dan por segura la victoria de ERC, y consideran que el PDeCAT ha quedado convertido en un rehén de Carles Puigdemont

Foto: El expresidente catalán Artur Mas. (Reuters)
El expresidente catalán Artur Mas. (Reuters)

El infierno de un politólogo tiene nombre y son las elecciones del 21-D en Cataluña. Resulta muy difícil hacer pronósticos. Pero el 'expresident' Artur Mas ya ha hecho el suyo: que nadie podrá formar Gobierno en Cataluña en una Cámara atomizada. Por ello, Mas está maniobrando para volver a presentarse a las próximas autonómicas. Está inhabilitado, sí. Pero solo hasta 2019, el año en que previsiblemente se podría convocar de nuevo a los catalanes a las urnas.

Mas acabó cediendo ante la 'lista del president' que terminó imponiendo Carles Puigdemont desde su autoexilio en Bruselas. Pero en la cesión de Artur Mas hay un punto de cálculo: volver a presentarse si nadie puede formar Gobierno.

Foto: El 'expresident' Carles Puigdemont comparece ante los medios en Bruselas. (EFE)

La especulación tiene alguna base. La coordinadora general de ERC, Marta Rovira, presumiblemente la candidata más probable para presidir la Generalitat, ya cuenta con una alianza que deje al margen a la CUP. Tanto ERC como el PDeCAT están matizando su discurso y hablando de dejar de lado la unilateralidad que marcó la pasada legislatura. Para ello hay que evitar un pacto con la CUP, lo que permitirá abrir la agenda política.

Aunque esto obliga a tener una alternativa: el apoyo de los comunes. Los de Ada Colau pueden tener la llave de la gobernabilidad para un nuevo Gobierno independentista. Pero el acuerdo no será fácil. Para empezar, porque Colau sabe que sus votantes en Barcelona en buena parte no son independentistas. Y la alcaldesa quiere repetir mandato. Por tanto, cualquier acuerdo resultará difícil.

placeholder La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE)
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE)

Tanto Artur Mas como la coordinadora general Marta Pascal dan por segura la victoria de ERC, y consideran que el PDeCAT ha quedado convertido en un rehén de Puigdemont y su relato del exilio. Mientras el PDeCAT siga ligado al 'expresident', no podrá imponerse la línea más moderada que ellos representan. Pascal y Mas están distanciados de Puigdemont por su empecinamiento con la lista de Junts per Catalunya (JxC), en la que ha marginado a su propio partido.

Además, Artur Mas pretende volver a ser candidato a la Generalitat una vez finalice su inhabilitación política, por lo que vigila de cerca tanto a Puigdemont como a Pascal para que ninguno de sus liderazgos se consolide dentro del partido.

Teniendo en cuenta el nivel de riesgo para el PDeCAT en estas elecciones, Artur Mas prefiere que sea Puigdemont quien gestione la derrota

En el caso de Puigdemont, no hay peligro. Con la lista plagada de independientes, el 'expresident' ha dejado muy claro que su candidatura no es una candidatura del PDeCAT, sino un proyecto personal suyo.

Gestión de la derrota

Puigdemont aspira a empatar con ERC, según fuentes del PDeCAT. Eso implicaría sacar entre 25 y 30 diputados para su 'lista del president'. Pero podría obtener menos y en ese caso habrá que gestionar la derrota. Y lo tendrá que hacer Puigdemont desde Bruselas, desde donde no pretende volver.

Rovira y Marta Pascal ya han advertido de que el independentismo seguirá instalado en una cierta dualidad absurda. Se habla de que habrá dos presidencias: una simbólica y legítima en Bruselas, encabezada por Puigdemont, y otra ejecutiva en Barcelona, que llevaría Marta Rovira.

Foto: Manifestación a favor de la independencia en Cataluña. (EFE)

También se está intentado que en el programa conjunto de mínimos pactado entre ERC y Puigdemont se incluya un punto que sea algo así como “implementación de la república declarada”. Además, los perfiles de la lista de Puigdemont, con una gran parte de hiperventilados, y la radical Marta Rovira como líder de ERC no apuntan a que el frentismo vaya a abandonarse después del 21-D. La ventaja del nuevo paso a un lado de Mas, según personas de su entorno, es que Puigdemont será el que tendrá que gestionar el fracaso.

Marcha atrás

Mientras Puigdemont se encamina hacia las rocas, Mas se prepara para recoger los restos del naufragio. Las declaraciones de Artur Mas en el Fórum Europa asegurando que no había tenido nada que ver con la DUI son una manera de ir rectificando el tiro y prepararse para ser un candidato que lleve al PDeCAT —o lo que quede de él­— hacia la moderación. Parece poco creíble, dado que Artur Mas formaba parte del 'estado mayor' que se reunía cada semana con Puigdemont en el Palau para asesorarle sobre la independencia.

Carles Puigdemont hará campaña desde Bélgica para las elecciones del 21-D

Artur Mas se da cuenta ahora de que les faltaba mayoría social para impulsar la independencia en Cataluña. Dos años después de que en las últimas autonómicas el independentismo obtuviese el 48% de la votos. La rectificación llega un tanto tarde.

El infierno de un politólogo tiene nombre y son las elecciones del 21-D en Cataluña. Resulta muy difícil hacer pronósticos. Pero el 'expresident' Artur Mas ya ha hecho el suyo: que nadie podrá formar Gobierno en Cataluña en una Cámara atomizada. Por ello, Mas está maniobrando para volver a presentarse a las próximas autonómicas. Está inhabilitado, sí. Pero solo hasta 2019, el año en que previsiblemente se podría convocar de nuevo a los catalanes a las urnas.

Artur Mas Carles Puigdemont Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)
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