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ERC y PDeCAT aceptan ahora frenar el camino hacia la independencia tras el 21-D
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ERC y PDeCAT aceptan ahora frenar el camino hacia la independencia tras el 21-D

Los representantes de los partidos soberanistas en el Congreso prevén una negociación con el Gobierno central e intentan desvincularse del control de la CUP en el Parlament

Foto: El portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano (d), conversa con el portavoz de En Comù Podem, Xavier Domènech. (EFE)
El portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano (d), conversa con el portavoz de En Comù Podem, Xavier Domènech. (EFE)

¿Ha reculado el independentismo? ¿Renunciará a seguir adelante con el proceso soberanista después de las elecciones del 21-D? ERC y PDeCAT aseguran que mantendrán en sus programas electorales la independencia de Cataluña, pero ahora ya como un objetivo no inmediato. Es decir, según fuentes de estos dos partidos en el Congreso, lo que se producirá es una reconsideración de ese objetivo en lo que afecta a los plazos, los tiempos y los procedimientos, pero aparcando la vía unilateral inmediata que han seguido en los últimos meses, lo que supone un cambio notable, tras el desafío de los últimos meses.

ERC se convertirá, según todas las previsiones, en el partido más votado por primera vez y tendrá, por tanto, capacidad para liderar la política catalana. Según sus representantes en el Congreso de los Diputados, el proceso independentista “es imparable”, aunque admiten que los tiempos serán diferentes, en la línea de lo que estos días han asegurado algunos de sus dirigentes al reconocer que no estaban preparados para la declaración unilateral.

El independentismo modera su discurso público

En esa línea, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ha reconocido que la independencia de Cataluña no es aún una realidad porque todavía no hay "una mayoría" que la quiera y que el Gobierno de Carles Puigdemont no "implementó" la república catalana por temor a que el Estado respondiera con la misma "represión" que ejerció el día del referéndum independentista del 1 de octubre.

Foto: El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (EFE)

Por eso, sus pasos dependerán de los resultados y, especialmente, de si los partidos independentistas (ERC, PDeCAT y CUP) llegan al 50% de los votos el 21 de diciembre.

La tesis del PDeCAT es también la de replantear el procedimiento y su ritmo, pero asumiendo en su caso que se hace casi imposible ya la unilateralidad y que, a cambio, a medio y largo plazo será necesaria una negociación con el Gobierno central. Obviamente, esa negociación se aventura muy difícil en este momento y, por eso, consideran necesario ralentizar cualquier toma de posición. Y esa negociación supone admitir que el objetivo de independencia podría ser sustituido por mejoras sustanciales en el encaje de Cataluña.

La apuesta de este partido es que el bloque independentista rondará el 45% de los votos, los comunes el 20% y el bloque constitucionalista o del 155 quedará en el 35%.

Su intención es liberarse de la presión de la CUP en el Parlament, para lograr apoyo de Catalunya en Comú-Podem (CatComú-Podem) o, incluso, del PSC para fortalecer la posición ante el Estado.

Foto: La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (d), y el cabeza de lista de los comunes, Xavier Domènech (i), durante la asamblea de Catalunya en Comú para ratificar la lista electoral del 21-D. (EFE)

Esa situación, añaden, puede provocar una situación difícil para formar Govern, que prolongue la provisionalidad y excepcionalidad del 155. En ese vaticinio coincidieron ayer en una conversación en los pasillos del Congreso los diputados Carles Campuzano, portavoz del PDeCAT, y Xavier Domènech, cabeza de lista de los comunes en las elecciones catalanas.

Campuzano explicó a los periodistas que los independentistas necesitarán "más tiempo" para "reforzar" las mayorías soberanistas y "acompasar sus ritmos" a la realidad de los hechos.

El diputado confirmó que su partido no va a renunciar al horizonte de la independencia y que la aspiración a tener un Estado propio en Cataluña "ha llegado para quedarse". Pero ha añadido que si hay alguna "lección" que las fuerzas independentistas deben aprender de lo vivido en Cataluña en los últimos años, es que se va a necesitar "más tiempo" para "reforzar" las mayorías sociales que los acompañen en ese objetivo.

¿Ha reculado el independentismo? ¿Renunciará a seguir adelante con el proceso soberanista después de las elecciones del 21-D? ERC y PDeCAT aseguran que mantendrán en sus programas electorales la independencia de Cataluña, pero ahora ya como un objetivo no inmediato. Es decir, según fuentes de estos dos partidos en el Congreso, lo que se producirá es una reconsideración de ese objetivo en lo que afecta a los plazos, los tiempos y los procedimientos, pero aparcando la vía unilateral inmediata que han seguido en los últimos meses, lo que supone un cambio notable, tras el desafío de los últimos meses.

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