El Govern cesado se enroca: ni Puigdemont ni cuatro 'exconsellers' van a la Audiencia

Carles Puigdemont no tiene intención de volver a España. Tampoco para declarar este miércoles ante la Audiencia Nacional, donde se esperaba su comparecencia a las 9:00 de este jueves por los delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos. En teoría, la estrategia del 'expresident', y de los cuatro 'exconsellers' que permanecen con él, era quedarse en Bélgica, desde donde pretendían declarar por videoconferencia. Sin embargo, Meritxell Borràs se ha presentado por sorpresa en la Audiencia y en su lugar ha viajado junto al expresident Lluis Puig.

“En ningún caso los consejeros y el Presidente que se quedan en Bruselas contemplan eludir la justicia sino que justamente la reclaman, y responderán a unas citas, que han llegado de un día para otro, de acuerdo con los mecanismos que ya están previstos en la Unión Europea en estas circunstancias”, han afirmado en un comunicado firmado como el “Gobierno legítimo de la Generalitat de Cataluña”.

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EC/Agencias

Paul Bekaert, el letrado al que recurrían los etarras que trataban de evitar su extradición de Bélgica a España, es una pieza clave en este plan. El abogado flamenco ha aceptado llevar el caso de Puigdemont y los exconsellers que han permanecido en la capital europea, apuesta por que declaren por videoconferencia. También defenderá que en España no se puede esperar que reciban un juicio justo, por lo que pedirá que no se les extradite. Un argumento en el que insisten Puigdemont y sus consejeros, que alegan de que se trata de un “juicio político efectuado al dictado del Gobierno del Estado español” en el que el fiscal demanda penas desproporcionadas. La Fiscalía pide hasta 30 años de cárcel por rebelión.

Puigdemont pide el trato que se negó a Rajoy

Hay muy pocas posibilidades de que se permita a los políticos catalanes declarar por teleconferencia. Tanto el Tribunal Supremo, como la Audiencia Nacional recordaron hace un par de años que esta opción se contempla como una “excepción”.

Se aplica en al caso de ciertos testigos o de presos que tienen que declarar, como fue el caso del exalcalde de Marbella, Julián Muñoz. Ni siquiera se permitió al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, recurrir a esta opción para evitar comparecer ante los tribunales.

Involucrar a Bélgica… y Europa

El procedimiento habitual tras la ausencia de Puigdemont es que se emita una orden de arresto y entrega. Y aunque en teoría la ejecución de las 'euroórdenes' suele ser rápida, Bekaert tratará de convencer al juez de que la justicia española no es objetiva y por tanto “no tendrá un juicio justo en España”, tal y como ha dicho a la cadena holandesa ‘NOS’.

El juez belga al que le llegue el caso tendrá que estudiarlo, analizar si se dan las garantías necesarias para la extradición de Puigdemont y de los 'exconsellers' Antoni Comín (Salut), Clara Ponsatí (Ensenyament), Meritxell Serret (Agricultura) y Lluis Puig, el último en acudir a Bruselas. Meritxell Borràs (Governació) ha ido a declarar en el último momento a la Audiencia. En definitiva, tendrá en sus manos alargar o no el proceso. El abogado ha afirmado a La Sexta que estos trámites podrían demorarse hasta dos meses.

Según el principio de mutua confianza, piedra angular de la cooperación judicial entre países, los socios europeos deben considerar que, salvo en circunstancias excepcionales, todos los demás Estados miembros respetan el Derecho de la Unión y muy especialmente los derechos fundamentales. La estrategia de Puigdemont es precisamente lograr que la justicia belga cuestione el respeto a los derechos en suelo español.

Un mes desde el 1-O

Se cumple hoy un mes desde la celebración del referendo ilegal del 1-O. Puigdemont ha enviado un mensaje a través de su perfil de Twitter para recordarlo y asegurar que, “pese a la violencia y las amenazas pasadas y presentes, siguen trabajando”. Eso sí, desde Bélgica.

Su presencia en este país no será cosa de un par de días, sino que va a alargarse, ha explicado a Efe el eurodiputado Josep-Maria Terricabras. Éste augura que “no serán 2 o 3 días, será algo más”. Si Bekaert está en lo cierto, podría incluso vivir las elecciones convocadas el 21 de diciembre en Cataluña desde Bruselas.