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Presión indepe en la calle para evitar el paso atrás: “Tanto golpe no ha servido de nada”
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Presión indepe en la calle para evitar el paso atrás: “Tanto golpe no ha servido de nada”

Estudiantes indepes acuden a la puerta de Palau a protestar contra Puigdemont: "La gente se ha cansado de Convergencia, no del procés"

Foto: Estudiantes se manifiestan en la Plaza de la Universidad de Barcelona. (Rafa Méndez)
Estudiantes se manifiestan en la Plaza de la Universidad de Barcelona. (Rafa Méndez)

Cuando todo el mundo esperaba que Carles Puigdemont anunciara la convocatoria de elecciones, grupos de estudiantes se concentraban ante la sede del Palau, en la Plaza de Sant Jaume. Pretendían presionar y dejar claro que no había salido a la calle durante semanas para nada. "Si convoca elecciones, tantos golpes no habrán servido para nada", resumía un estudiante con la estelada al cuello.

[Actualización: Carles Puigdemont rechaza convocar elecciones en Cataluña]

De los primeros en plantarse ante la sede de Palau fueron cinco estudiantes de 1º de Políticas de la Pompeu Fabra. Martí, Martím Adriá, Guillem y Eric dejaron la concentración ante la universidad en cuanto corrió por Twitter que Puigdemont se bajaba de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y convocaba elecciones. "Esto es una rendición", comentaba uno.

"Pensaba que irían a la DUI o que lo llevarían al pleno del Parlament. Ha sido un bajón ver esto", opina uno. Ellos llevan movilizados desde antes del 1-O y cuentan que han acudido a todas las manifestaciones. El curso se convirtió en una sucesión de huelgas en cuanto empezó.

placeholder Manifestantes con pancartas de 'Puigdemont traidor', en el Palau. (Rafa Méndez)
Manifestantes con pancartas de 'Puigdemont traidor', en el Palau. (Rafa Méndez)

"Si el PP dice que va a haber 155 aunque haya elecciones pues que nos peguen pero con motivo", razona Guillem con su perilla en una cara casi lampiña. Son jóvenes como estos los que han protagonizado manifestaciones masivas y cortado las calles cuando tocaba. "Es bastante frustrante ahora".

Guillem cree que en realidad unas elecciones no arreglan nada: "Si van a subir la CUP y ERC a saco y al PdeCAT no lo va a votar nadie. Va a quedar todo igual". A su lado, y conforme llegaba más gente los gritos crecían de volumen, aunque sin llegar a ser los de otras ocasiones: "Convergència, se nos acaba la paciencia", "Puigdemont, traidor" y "Anna Gabriel, presidenta". Después de semanas y meses de gritar contra el PP, "las fuerzas de ocupación" como la Policía Nacional y la Guardia Civil es un giro ver al independentismo clamar contra Puigdemont y revolverse contra el Palau. Antes del 1-O, los consejeros salían aquí entre aplausos, puño en alto y al grito de "Votaremos". Ese día, Junqueras franqueó la puerta de Sant Jaume como si fuese una estrella de Hollywood.

Si van a subir la CUP y ERC a saco y al PdeCAT no lo va a votar nadie. Va a quedar todo igual

En cualquier caso la gran movilización de la ANC estaba prevista para el viernes así que un jueves laborable por la mañana pilló con el paso cambiado a parte del mundo independentista, que tardó un rato en movilizarse. En la plaza de la Universidad habría un millar de estudiantes a media mañana, cuando después del 1-O la riada humana era inmensa. Esos mismos jóvenes acudieron a Sant Jaume y a última hora de la mañana la llenaron. Aparecieron incluso las primeras tiendas de campaña: "Vamos a aplicar el artículo 15-M", se leía en una pegatina.

Los cinco estudiantes no se ponen de acuerdo sobre si el independentismo se levantará de este golpe o quedará en la lona por un tiempo. "Esto ha sido otra vez como el 9-N que ganó la independencia y quedó en nada, la gente se está cansando", opina uno. "La gente se están cansando de Convergencia, pero no del procés", responde otro.

El retraso de Puigdemont primero y la suspensión de la convocatoria permitió que la plaza se llenará de manifestantes al grito de "Alerta Pdcat, la paciencia se ha acabado" y "Fuera, fuera la bandera española".

Cuando todo el mundo esperaba que Carles Puigdemont anunciara la convocatoria de elecciones, grupos de estudiantes se concentraban ante la sede del Palau, en la Plaza de Sant Jaume. Pretendían presionar y dejar claro que no había salido a la calle durante semanas para nada. "Si convoca elecciones, tantos golpes no habrán servido para nada", resumía un estudiante con la estelada al cuello.