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Día libre 'indepe' tras los últimos pinchazos: "Id a pasear que os necesitamos descansados"
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cae la afluencia a las convocatorias

Día libre 'indepe' tras los últimos pinchazos: "Id a pasear que os necesitamos descansados"

El separatismo esperaba que la detención de 'los Jordis' y el 155 desencadenasen una oleada de indignación capaz de desbordar las calles, pero los números hasta ahora no acompañan

Foto: Separatistas, con una bandera gigante. (Reuters)
Separatistas, con una bandera gigante. (Reuters)

"Vivir días históricos tiene momentos bonitos, pero también es muy cansado. Encuentra momentos para quedar con la familia y estar con los amigos, vete al teatro (¡la cultura nos necesita!), a cenar con tu pareja o a pasear. Esta semana será IMPORTANTE y DECISIVA y os necesitamos descansados y con la MORAL BIEN ALTA. ¡Recuerda en todo momento que estamos construyendo nuestro FUTURO y ganándonos nuestra LIBERTAD!". Los militantes independentistas recibían ayer por la noche este mensaje —trufado de emoticonos— en sus teléfonos móviles, en el mismo foro que se utiliza para convocar manifestaciones.

El independentismo se daba un día libre para coger aire. Como hacen los entrenadores cuando un futbolista lleva demasiados partidos, las 'entidades' (ANC y Òmnium básicamente) mandaban a los suyos a descansar y desconectar. La estrategia evidencia una preocupación que algunos voluntarios llevan días reconociendo en privado: muchos militantes, sobre todo los eventuales, notan el desgaste y el hastío tras casi un mes de movilizaciones. La creciente tensión, la huida de empresas y falta de apoyos en la Unión Europea están empezando a hacer mella en la moral independentista y pinchando uno de sus principales activos: las movilizaciones callejeras.

placeholder Concentración ante la Delegación del Gobierno del 18 de octubre (A.P.)
Concentración ante la Delegación del Gobierno del 18 de octubre (A.P.)

Desde el 3 de octubre, convocatoria tras convocatoria, los números defraudan la expectativa de los convocantes. Ni siquiera el explosivo cóctel emocional que para muchos supuso el encarcelamiento de Jordi Cuixart y Jordi Sànchez y el 155 ha conseguido revertir la tendencia. Felipe Moreno, coordinador del Observatorio Electoral de Cataluña (organismo ligado a Sociedad Civil Catalana, constitucionalista), asegura que las demostraciones de fuerza del independentismo llevan disminuyendo progresivamente desde la famosa cadena humana de 2013. Y especialmente a partir de 2015.

"Hacemos estudios científicos calculando superficie y densidad, trabajos coordinados por catedráticos como Josep Maria Oller (Universidad de Barcelona) y Albert Satorra (Pompeu Fabra), y que hemos validado con investigadores imparciales de Florida, punteros en la estimación de manifestantes por ordenador a través de imágenes. En la Diada de 2015 calculamos unas 550.000 personas. En 2016 bajó a unas 292.000 y aún cayó hasta los 220.000 este año. En la manifestación del sábado, que tenía que ser histórica por los encarcelamientos y el 155, sumamos unos 85.000 asistentes, a pesar de que el escenario empezaba en Gran Vía en lugar de en plaza Cataluña para ganar metros", dice Moreno.

placeholder Paro de cinco minutos para pedir la liberación de los Jordis en el Macba (A.P.)
Paro de cinco minutos para pedir la liberación de los Jordis en el Macba (A.P.)

A pie de manifestación, la impresión es parecida. Durante la noche del lunes, minutos después de que la jueza Lamela decretase prisión provisional para los líderes de ANC y Òmnium, diversas plataformas ciudadanas relacionadas con la CUP convocaron una protesta en la plaza de Sant Jaume, a las puertas de la Generalitat. La cita, marcada para las 11 de la noche, reunía apenas 50 personas de arranque. Después, el directo de TV3, lo céntrico de la ubicación —que permitió que muchos curiosos se unieran— y la presencia de varios diputados de la CUP lograron llenar un tiro generoso de cámara reuniendo a 400 o 500 manifestantes. Tan solo se acercó por allí un furgón de los Mossos, cuyos efectivos se quedaron a varios metros de la concentración, en el Carrer del Bisbe. Ni siquiera la colosal cacerolada de una hora antes, que hizo retumbar la la ciudad, sirvió para calentar los ánimos.

Las convocatorias entre grandes manifestaciones tienen escasa acogida en Barcelona

Un día después, el martes, ANC y Ómnium convocaron otra concentración a través de la Diagonal con fin en la plaza de Francesc Macià. Ante la falta de grandes números, primó la imagen. Se emplazó a los convocados a traer velas de casa y los organizadores distribuyeron cientos para quienes no lo hicieron. Con la escenografía y el juego de silencios se logró una imagen digna para redes sociales, televisiones y portadas de periódicos. Con todo, y según los generosos datos de la Guardia Urbana, tan solo 200.000 personas acudieron a la protesta.

El miércoles, los comités de Defensa del Referéndum (CDR), junto a otras plataformas, llamaron a asediar el edificio de la Delegación del Gobierno a las seis de la tarde, bajo un torrente de agua descomunal. Tan solo hicieron falta diez 'mossos' para contener a los 250 manifestantes, que ni siquiera supusieron un problema para el tráfico de la zona. "Demasiados son para la que está cayendo", decía un agente bajo la lluvia. En esta ocasión sí, el despliegue de medios y policía, con Nacionales desplegados por varias manzanas a la redonda, y el corte del tramo de calle donde se encuentra la Delegación, dibujaba un paronama potencialmente volátil. Sin embargo, los manifestantes se disolvieron a la hora y, por momentos, pasaron un rato divertido junto a los Mossos cuando rompía a jarrear de repente y todos tenían que separarse para abrir los paraguas. Aquella noche apenas se escucharon cacerolas y algunas televisiones extranjeras recuperaron a sus corresponsales.

placeholder Manifestación ante la Generalitat la noche del 16 de octubre (A.P.)
Manifestación ante la Generalitat la noche del 16 de octubre (A.P.)

Ante semejante panorama, el jueves se anularon las convocatorias con el objetivo de reunir fuerzas y volver con un golpe sobre la mesa. El independentismo sabe que su gran reto pasa por mantener movilizada la ciudadanía un largo tiempo y da treguas a la ciudadanía. De hecho, es habitual despedir las manifestaciones recomendando a la gente que no se quede allí, vaya a casa duerma bien, ya que otras convocatorias vendrán. Y el gran golpe de esta semana, junto a la manifestación del sábado, era un boicot exprés a la banca. Así, la noche del jueves Òmnium y ANC llamaron a los ciudadanos a "demostrar la fuerza del pueblo" sacando dinero, todos a la vez, a primera hora del viernes. Otro pinchazo. Ninguno de los bancos afectados, especialmente los señalados CaixaBank y Sabadell, se vieron en aprietos de liquidez. Ni siquiera tuvieron que echar mano de los mecanismos de urgencia que habían diseñado durante la madrugada anteior en la que, efectivamente, se vivieron momentos de tensión en la banca. Aquella mañana, ante una evidencia que podía comprobar cualquier catalán con solo salir a la calle, canales independentistas como Crida Democràcia se empeñaron en demostrar que su estrategia había sido un éxito sin paliativos, distribuyendo incluso imágenes de colas en los cajeros durante el corralito argentino.

El momento más crítico de las movilizaciones se alcanzó el sábado. Òmnium y ANC dudaron hasta el último momento si desconvocar la manifestación por temor a no mostrar el músculo necesario de cara al mundo. Con un clima inmejorable, en jornada festiva, con decenas de autobuses portando manifestantes desde toda la región y, lo más importante, con la aprobación del 155 muy caliente, Barcelona evidenció la tibieza que venían temiendo los organizadores. La Guardia Urbana se mostró magnánima con los manifestantes al cifrarlos en 450.000, una cifra que en cualquier caso está muy lejos de los 1,8 millones que se reunieron en la Diada de 2014. En cualquier caso, el independentismo sigue siendo la única fuerza capaz de movilizar un porcentaje sustancial de la ciudadanía, ya que las manifestaciones de los "constitucionalistas", organizados como el ejército de Pancho Villa, apenas han llegado a la categoría de anécdota.

"Vivir días históricos tiene momentos bonitos, pero también es muy cansado. Encuentra momentos para quedar con la familia y estar con los amigos, vete al teatro (¡la cultura nos necesita!), a cenar con tu pareja o a pasear. Esta semana será IMPORTANTE y DECISIVA y os necesitamos descansados y con la MORAL BIEN ALTA. ¡Recuerda en todo momento que estamos construyendo nuestro FUTURO y ganándonos nuestra LIBERTAD!". Los militantes independentistas recibían ayer por la noche este mensaje —trufado de emoticonos— en sus teléfonos móviles, en el mismo foro que se utiliza para convocar manifestaciones.

Òmnium Cultural Jordi Sànchez Jordi Cuixart
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