ANC y Òmnium instan a los catalanes a sacar dinero de los bancos
Para lograr la inestabilidad, no solo existen las herramientas institucionales de que dispone la Generalitat como Administración, sino que se valen de las entidades cívicas para presionar en la calle
El independentismo ha iniciado una nueva etapa para desestabilizar la situación política y económica. De hecho, esa es una de sus principales estrategias. En un informe entregado por la Guardia Civil a la Justicia, y fechado el 23 de septiembre pasado, se especifica que los principales actores secesionistas solo contemplan como objetivo la independencia, “generando, como último recurso, un conflicto democrático de amplio apoyo ciudadano, orientado a generar inestabilidad política y económica que fuerce al Estado a aceptar la negociación de la separación o un referéndum forzado”.
Para lograr esa inestabilidad, no solo existen las herramientas institucionales de que dispone la Generalitat en tanto que Administración, sino que se valen de las entidades cívicas para presionar en la calle.
Y aprovechando el bien engrasado engranaje de las comunicaciones, la plataforma Crida per la Democràcia, una de las marcas de Òmnium Cultural, ha llamado a los ciudadanos para que este viernes, entre ocho y nueve de la mañana, retiren dinero en efectivo de su banco. “Vete a uno de los cinco principales bancos y retira la cantidad que quieras en efectivo. ¡No olvides que es tu dinero!”, dice la primera consigna, lanzada el jueves después de las 10 de la noche.
Demà, prioritàriament de 8 a 9 h, ves a un dels 5 principals bancs i retira la quantitat que vulguis en efectiu. Són els teus diners! pic.twitter.com/TqQUESFOZJ
— Assemblea Nacional (@assemblea) 19 de octubre de 2017
Además, piden al ciudadano, si es cliente de CaixaBank o del Sabadell: “Expresa tu desacuerdo con la decisión de trasladar la sede social fuera de Cataluña”. La organización recomienda hacer con el dinero retirado “lo que quieras: haz la compra semanal, un donativo a una ONG, regálate un capricho o, sencillamente, guárdalo para otro día. ¡Queremos una economía catalana dinámica!”.
A continuación, la entidad soberanista repite la consigna distribuida a todo buen independentista: “Nosotros ofrecemos diálogo y el Estado español ha respondido con el encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Somos millones y actuando todos juntos, pacífica y cívicamente, haremos oír nuestro grito”.
A las 10 en punto de la noche, Òmnium avisó por las redes sociales de su propuesta. “¡Ya la tenemos aquí! Esta es la acción directa pacífica número 1”. Bajo el lema 'La fuerza de cada uno de nosotros puede cambiarlo todo', la Asamblea Nacional Catalana (ANC) empezó también a distribuir estas consignas anoche. El diputado Lluís Llach comenzó, por su parte, a hacer broma con el asunto. “Tengo unos amigos que me dicen que mañana, siguiendo las instrucciones de las entidades, todos retiremos 155 euros. Me apunto. ¿Os animáis?”, tuiteó el diputado de JxS. Y después ya animó a que todos los ciudadanos retiren esa cantidad, que hace referencia al artículo de la Constitución que aplicará el Gobierno español sobre Cataluña.
Tinc uns amics que em diuen que demà, seguint les instruccions de les entitats, tots retiréssim 155€. M'hi apunto, us animeu?
— Lluís Llach (@lluis_llach) 19 de octubre de 2017
Como mancha de aceite
En colectivos radicales, la consigna va más allá y ya se interpreta que ANC y Òmnium han hecho un llamamiento a retirar el dinero de los principales bancos. Como si el mandato fuese sacar todo el dinero y cerrar cuentas. Y si esa consigna prende en las redes sociales y crea alarma, puede poner en una difícil situación a las entidades bancarias. De hecho, en informes oficiales, no se descarta el peligro de que, si se declara la independencia, Cataluña pueda tener un corralito similar al de Argentina. También dirigentes de la CUP se han referido a esa posibilidad recientemente.
Son los compases del primer mambo que padecerán los catalanes por causa del ‘procés’. Y llegan en un momento en que la economía cae a un ritmo alarmante, los activos de Barcelona se sitúan en niveles de hace dos o tres años, cuando los bancos autóctonos padecieron una disminución de fondos de más de 9.000 millones de euros… La medida desesperada que las entidades independentistas proponen ahora añade más leña a la hoguera. Pero el bien engrasado engranaje del aparato de propaganda soberanista sabe cómo incidir hasta el máximo nivel en una ciudadanía cada vez más hipersensibilizada y radicalizada, cada vez más dividida y tensionada, que absorbe sus consignas con fervor religioso. Hoy puede escribirse una página muy triste en la historia contemporánea de Cataluña.
El independentismo ha iniciado una nueva etapa para desestabilizar la situación política y económica. De hecho, esa es una de sus principales estrategias. En un informe entregado por la Guardia Civil a la Justicia, y fechado el 23 de septiembre pasado, se especifica que los principales actores secesionistas solo contemplan como objetivo la independencia, “generando, como último recurso, un conflicto democrático de amplio apoyo ciudadano, orientado a generar inestabilidad política y económica que fuerce al Estado a aceptar la negociación de la separación o un referéndum forzado”.