"Somos españoles, no fachas": los vídeos de la marcha por la unidad en Barcelona

La primera protesta masiva contra la independencia organizada en Barcelona por los opositores al 'procés' dejó una imagen sorprendente. El éxito de convocatoria era precisamente la sorpresa para los propios manifestantes que subían por las calles de la ciudad hasta llegar a la plaza Urquinaona.

La Sociedad Civil Catalana, que convocó el acto, cifró en más de un millón los asistentes, cifra que la Guardia Urbana rebajaba a 350.000. Ayudados por el buen tiempo y sin un solo independentista en la calle —las entidades soberanistas ANC y Òmnium habían invitado a quedarse en casa a sus correligionarios—, ya había lleno incluso hora y media antes de la hora a la que estaba previsto que comenzara la manifestación.

Y empezaban a escucharse los primeros vítores: "Puigdemont a prisión", "Yo soy español" o "Viva España, viva Cataluña y viva la Guardia Civil". Algunos venían de ciudades como Jaén, León, Pontevedra, Granada o Madrid en decenas de autobuses, trenes y vehículos privados para acompañar a la muy nombrada mayoría silenciosa catalana que no está a favor de la independencia.

Comenzaban a verse las primeras caras conocidas. Pero también en la estación de Sants, donde Pablo Iglesias, que volvía de grabar un programa para TV3, fue abucheado por decenas de personas que habían llegado para manifestar su respaldo a la unidad de España. En Twitter, el líder de Podemos asumió que cualquier político tiene que estar preparado para ser abucheado. Mientras tanto, en Urquinaona, la única ministra catalana, la titular de Sanidad, Dolors Montserrat, aseguraba que el Gobierno no iba a "dejar solo" a ningún catalán.

También quisieron dar su respaldo a los catalanes que quieren permanecer en España el líder popular en Cataluña, Xavier García Albiol; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

Según este último, el Govern "pasará a la historia por unir a España".

En la manifestación, cuyo lema aspiraba a recuperar el 'seny' (o sensatez), destacaron más caras conocidas, como la del premio Nobel de Literatura hispanoperuano Mario Vargas Llosa y el muy aplaudido exministro socialista y expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell.

Borrell, que encabezó la manifestación, se mostraba contrario a apoyar la aplicación del artículo 155 como sí hizo Felipe González. Pero en un aplaudido discurso ha apelado al respeto al pluralismo político, ha pedido que nadie haga boicot a los productos catalanes y ha cuestionado a las empresas que han trasladado su domicilio social por no haber avisado antes del posible daño que puede hacerse a la economía catalana.

Y también ha regañado a los manifestantes por corear uno de los gritos más escuchados de la jornada: "Puigdemont a prisión". "No gritéis como las turbas del circo romano, a la cárcel solo van quienes dicen los jueces. Os pido que extrememos el respeto, que construyamos el afecto", dijo Borrell. Otra de las frases más coreadas fue "Somos españoles, no somos fachas".

Hubo vivas a la Guardia Civil pero también gritos contra los Mossos d'Esquadra, al considerar que esta institución no hizo todo lo necesario para la impedir la celebración del referéndum del pasado 1 de octubre.

Estos reproches continuaron hasta finalizar la manifestación, en plena plaza de Sant Jaume, donde se escucharon voces en contra de que cobren más que los agentes de la Guardia Civil.