La Cataluña silenciosa sale a la calle y rebosa Sant Jaume: "¡Puigdemont, a prisión!"

La Cataluña silenciosa ha salido finalmente a la calle. A solo 12 horas del inicio del referéndum por la independencia de Cataluña, miles de personas han tomado el centro de Barcelona en una marcha que ha partido de la plaza de Urquinaona y ha desembocado en la plaza Sant Jaume, frente al Palacio de la Generalitat y la del Ayuntamiento, el mítico lugar desde el que Tarradellas y Pujol realizaron grandes proclamas. Allí retumbó el grito de "¡Puigdemont, a prisión!".

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Los participantes han exclamado consignas a favor de la unidad de España y contra la celebración de la votación de mañana domingo. Hubo símbolos ultras, pero también mucho catalán que se mostraba harto de ver cómo el independentismo manda en la calle. No se recuerda una ocasión en Barcelona en la historia reciente con semejante cantidad de banderas de España. La marcha fue convocada por las asociaciones España y Catalans y Somatemps, próximos a la ultraderecha, y ha terminado desbordando las calles aledañas de la plaza en un momento insólito en la capital catalana.

Las banderas españolas se han visto acompañadas de un buen número de 'senyeras' y también de banderas de la Unión Europea. También se han dejado ver unas pocas banderas y camisetas con el águila franquista y alguna bandera de partidos y grupos de la ultraderecha española.

Eulalia Serrano, de 59 años, ama de casa de Barberá, explicaba sus motivos: "Yo nací en Cataluña pero mis padres vinieron de Andalucía. No estoy dispuesta a perder mis orígenes por cuatro políticos. Si hicieran una votación en condiciones no saldría la independencia. Hace 70 años, mi padre vino de Jaén, como la familia de Rufián, pero no somos iguales". Para Eulalia, la marcha podía significar algo: "Hemos estado mucho tiempo callados, en el sofá, que se está muy cómodo pero había que salir, aunque TV3 no sacará esto".

Alberto, de 36 años, lleva una senyera por los hombros. Es la primera vez que se manifiesta y se la han dejado para la ocasión. "No es contra la independencia sino contra el procesismo. Es un golpe a una democracia europea que ningún país de la UE toleraría". A su lado, su amigo Tote, de 32 años, insiste en que hay poca gente: "De mis primos solo he venido yo y todos pensamos igual. El referéndum no se puede celebrar porque es una pantomima". "Si votásemos solo en mi barrio saldría el no clarísimamente".

La cabecera portaba una pancarta con el lema 'Cataluña es España. Democracia, futuro y libertad', y desde el primer minuto la marcha ha coreado un surtido de consignas entre has que destacan"Puigdemont a prisión", "No votaremos", "No nos engañan, Cataluña es España", "a por ellos" o "No somos fascistas, somos españoles".

En la pugna de banderas en la que se está convirtiendo Cataluña, los independentistas ganan por goleada. Las esteladas dominan en muchos pueblos del interior y en el centro de Barcelona, pero en el cinturón de la capital catalana apenas hay signos externos de que el procés importe. Partidos como Ciudadanos apelan a esa "mayoría silenciosa" -como la denominan-. Es cierto que son mucho más callados, pero esta tarde asomó la patita.

Alejandro Clavero, de 62 años, se presenta como socialista y mecánico. Lleva una bandera española colgando del cuello y explica que él es "catalán y extremeño". Cuenta que llegó a Cataluña con 6 años y que con 14 empezó a trabajar: "Oigo decir a Puigdemont mantienen a los extremeños, pero yo siempre he trabajado. No sé si Cataluña está en deuda con nosotros o nosotros con Cataluña. No me siento inmigrante. Vinimos a trabajar y levantamos el país. No soy ciudadano de segunda". Insiste en que no se está manifestando contra Cataluña: "Yo nunca he tenido miedo a dar la cara pero mucha gente sí. Ahora se está perdiendo. Esto no es contra Cataluña. Yo adoro Cataluña. Es para decir que somos iguales".

La jornada ha transcurrido sin grandes incidencias, más allá de un grupo de participantes en la marcha que se han subido al monumento a Ramon Berenguer exhibiendo un bote de humo rojo, mientras otros cantaban "Que viva España". Otro grupo de manifestantes ha quemado una 'estelada' en mitad de la plaza de Sant Jaume.

A ambos lados de la amplia Vía Laietana, parados sobre la acera, decenas de barceloneses asistían incrédulos a la aparición de ese músculo social en contra del referéndum y del independentismo que algunos aseguraban que no existía y otros, como se ha demostrado en lo cierto, decían que simplemente estaba dormido. Es la primera vez en muchos años en Cataluña que miles de personas se lanzan a la calle en favor de la unidad de España sin ser, como es lo habitual, el reducido grupo de ultraderechistas. Lo cuales, huelga decir, también anduvieron mezclados entre la multitud.

Miles de personas marchan en toda España

Las manifestaciones se han sucedido por toda España, especialmente en grandes ciudades como Madrid, donde en la plaza de Cibeles se han concentrado diez mil personas, según la Delegada del Gobierno. La manifestación ha sido convocada por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) bajo el lema 'España somos todos'.

En Mallorca, más de 600 personas, según ha informado de la Policía Nacional, se han manifestado este sábado a las 12.00 horas en la plaza de Cort bajo el lema 'España somos todos' con el objetivo de rechazar el referéndum de Cataluña. Mientras, en Santander, han sido cientos de personas las que han acudido a la llamada de la marcha.

En Vitoria, una treintena de personas se han concentrado frente al Ayuntamiento con dos banderas de España. Frente a ellos, separados por la Ertzaintza, un centenar de jóvenes, que portaban ikurriñas y "esteladas", les han insultado con gritos como fascistas y han coreados consignas en favor de la independencia.