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La internacional nacionalista desembarca en el 'procés': corsos, bretones, escoceses...
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La internacional nacionalista desembarca en el 'procés': corsos, bretones, escoceses...

Movimientos regionalistas e independentistas acudirán a arropar a Puigdemont. Crece la preocupación en Bruselas. Será "un experimento para Europa", dicen los nacionalistas

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El pasado lunes, la televisión francesa LC1 entrevistó a Carles Puigdemont presentándolo como "el hombre que hace temblar Europa". El 'procés' hace días que saltó la frontera y llegó a las ruedas de prensa de Bruselas y a las portadas de las grandes cabeceras de todo el mundo. Con la internacionalización del procés, el 1-O se convertirá en el "experimento" de los movimientos nacionalistas de Europa, como lo define un diputado belga. A los partidos vascos, se suman occitanos, bretones, corsos, escoceses, flamencos e italianos del norte que llegarán a Barcelona como observadores y como apoyo al referéndum, según han confirmado a El Confidencial.

Todos mandarán a alguien a apoyar el referéndum ilegal y a tomar nota de lo que ocurra. "Si Cataluña se independiza y entra en la UE rápidamente, eso nos ayudará a todos los movimientos. Si no es así, nos frenará", señala Nil Caouissin, portavoz de la Unión Democrática Bretona. Ninguno de estos grupos nacionalistas, excepto quizás el escocés, tiene por ahora la fuerza del secesionismo catalán. Algunos, de hecho, solo son regionalistas.

Si Cataluña se independiza y entra en la UE rápidamente, eso nos ayudará a todos los movimientos

La maquinaria exterior de la Generalitat está funcionando para atraer a políticos internacionales. Y los nacionalistas de media Europa se han apuntado sin dudarlo, algunos a título personal, como el diputado del Parlamento escocés Ivan McKee. "No vamos a mandar una delegación oficial, pero varios compañeros del partido visitaremos Barcelona ese fin de semana para permanecer junto a la gente que cree en los principios democráticos. Queremos observar la situación en Cataluña de cerca y aprender de las similitudes y diferencias con Escocia", responde.

placeholder Banderas independentistas en la Meridiana de Barcelona. (EFE)
Banderas independentistas en la Meridiana de Barcelona. (EFE)

El nacionalismo escocés, que tradicionalmente ha optado por un perfil bajo en sus declaraciones sobre Cataluña, está ahora apoyando enérgicamente el voto del 1-O. La primera ministra, Nicola Sturgeon, lo ha dejado claro en su cuenta de Twitter y en entrevistas como esta con la BBC. McKee augura una salida pactada con Madrid, similar a la que alcanzó su partido con el entonces presidente David Cameron en 2012, el llamado Acuerdo de Edimburgo. "Espero que haya diálogo entre los gobiernos de Cataluña y España. Sería preferible eso a que la policía secuestre las papeletas y entre en las redacciones de los periódicos", dice.

En otros casos, se trata de partidos con poco respaldo electoral pero una evolución favorable. Jordi Vera, hijo de republicanos exiliados en Francia y coordinador del partido Oui au Pays Catalan, explica que ha dado todo su apoyo al referéndum declarado ilegal por el Constitucional. "No puedes gobernar contra la gente, y la gente quiere votar. Francia no pudo gobernar en Argelia contra la gente y España no podrá hacerlo", dice en alusión a la guerra de independencia de Argelia hace 60 años tras la colonización francesa.

Un Estado catalán rico al sur nos podrá ayudar a fomentar el catalán, que ahora no se enseña en las escuelas [francesas] y nadie lo estudia"

Vera sigue muy de cerca el asunto y cruzará la frontera hacia "Cataluña sur" el 1-O. En las pasadas legislativas, obtuvo el 3,91% de los votos de su circunscripción. Es poco, aunque él aclara que en las anteriores obtuvo solo el 1%. "El salto es enorme", dice. "El Gobierno español ha perdido la guerra del relato. Así no se puede conservar el territorio", reflexiona este histórico del nacionalismo catalán en Francia, cuyo tío abuelo le pidió hace poco antes de morir que lo enterrara con la estelada pese a haber vivido décadas en Francia. Él no ve más que ventajas en que Cataluña se independice. "Un Estado catalán rico al sur nos podrá ayudar a fomentar el catalán, que ahora no se enseña en las escuelas [francesas] y nadie lo estudia. La gente lo aprenderñia para buscar trabajo".

'Padanos' con esteladas

Vera destaca que su movimiento no aspira a la independencia —algo simplemente impensable en la jacobina Francia— sino a las "tres erres: reconocimiento, respeto y república". En su opinión, el Gobierno de Mariano Rajoy se está equivocando al no negociar: "En 1988, Francia negoció con los independentistas de Nueva Caledonia [un territorio de ultra mar a miles kilómetros de París] la independencia y el referéndum se celebrará el año que viene. Incluso Francia negocia". Como Vera, hay alcaldes independentistas que están llamando a pueblos de Francia con los que sus ayuntamientos están hermanados para que bajen el 1-O a actuar como observadores en el referéndum y hay manifiestos y acuerdos en el sur de Francia a favor del referéndum.

Los representantes de la italiana Liga Norte han ido vestidos más de una vez al Parlamento con camisetas adornadas con la estelada. No faltarán a la cita del domingo aunque, como reconoce el diputado Giancarlo Giorgetti, nunca se han sentido correspondidos por los independentistas catalanes. "Les hemos apoyado siempre, pero no siempre nos han devuelto el favor y no hemos conseguido colaborar de manera orgánica en el Parlamento Europeo. Probablemente leen nuestros periódicos, donde siempre nos pintan como racistas y xenófobos, algo que no es verdad", dice.

El Gobierno español ha perdido la guerra del relato. Así no se puede conservar el territorio

A pesar de ser un amor no correspondido, ondearán en Barcelona las banderas de Padania —el territorio imaginario que reclaman—. Su movimiento, reconocen, ha perdido mucha fuerza desde aquel histórico 1996, cuando llegaron a organizar un referéndum casero, sin autorización de Roma. Y cuando su fundador, Umberto Bossi, llegó a proclamar la independencia. "Hay procesos históricos que tienen que madurarse y nosotros ahora estamos más por reforzar la autonomía y el federalismo. Lo que está claro es que los pueblos de Europa avanzan hacia expresiones políticas distintas a los estados nacionales, que son una criatura del siglo XIX".

placeholder Seguidora del federalista partido italiano Liga Norte. (EFE)
Seguidora del federalista partido italiano Liga Norte. (EFE)


"Naciones sin Estado"

La región de Francia con más autonomía es Córcega, donde hay un tradicional movimiento nacionalista, que en junio consiguió por primera vez tres diputados en la Asamblea Nacional. Ellos también desembarcarán en Cataluña. Llegarán, entre otros, François Alfonsi, miembro del Partido de la Nación Corsa: "Creemos que el referéndum ofrece todas las garantías democráticas y somos solidarios con el pueblo catalán, que tiene derecho a la autodeterminación". Aunque se cuida de distanciar la situación de Cataluña y la de Córcega: "Cataluña tiene más de 37 años de autonomía y ha creado una estructura administrativa, fiscal y de gobierno. Nosotros estamos muy lejos de eso". Pero sí considera que una eventual independencia "ayudaría a la Europa de los pueblos" que defiende: "El pueblo corso es un pueblo pequeño, pero queremos que tenga su lugar en el futuro de Europa. Igual que lo ha tenido en la historia de Europa".

Muchos grupos nacionalistas, como los propios corsos, encuentran acomodo en el Parlamento Europeo bajo las siglas de la Alianza Libre Europea (ALE), un partido que engloba a fuerzas que dicen representar a "países sin Estado" y que defienden con firmeza la autodeterminación. En este grupo se encuadra el nacionalismo flamenco. Peter Luykx, diputado de la Nueva Alianza Flamenca, participará como "observador". "Fui invitado para el 1-O y, como otros observadores internacionales, estoy deseando ver cómo se vota y si se producen las circunstancias organizativas para que los catalanes voten apropiadamente", explica.

"Mi partido apoya el derecho de autodeterminación", continúa Luykx, "y es una pena que el Gobierno español no haya elegido el diálogo político y se agarre a argumentos jurídicos para evitar el referéndum". En su opinión, "cada vez más regiones de Europa evolucionarán hacia una mayor autonomía" en un contexto en el que "la Unión Europea se encarga de las competencias supranacionales, dejando más espacio para que las regiones se organicen como prefieran. La independencia de Cataluña será un experimento para Europa".

placeholder Nacionalistas corsos, durante una manifestación. (EFE)
Nacionalistas corsos, durante una manifestación. (EFE)

¿Observadores o activistas?

Tras la dimisión de la Sindicatura Electoral —el órgano fundamental para garantizar la legalidad e independencia de la consulta— por las multas impuestas por el Constitucional, la Generalitat anunció que su tarea correría a cargo de observadores internacionales no desvelados. La ANC, los partidos del Gobierno catalán y el propio servicio exterior de la Generalitat llevan días reclutando a estos políticos. El lunes anunciaron que irían cargos de Bildu en el País Vasco. Pero hay más. No todos son nacionalistas, pero sí que hay representación de todos los partidos regionalistas en ese grupo.

El pasado 23 de septiembre, el profesor australiano Ryan Griffiths escribió en 'The Wasington Post' sobre el referéndum catalán y el del Kurdistán. Señaló que el mundo entra en "la era de la secesión". Griffiths, autor de un libro sobre el tema, destacaba cómo los movimientos secesionistas están interrelacionados y aprenden unos de otros. Griffiths explica por teléfono desde Australia a este diario que "es impresionante lo conectados que está estos grupos". Según detalla, mantienen una jerarquía que depende de quién ha ido más lejos: "Los escoceses lograron un referéndum y eso les da autoridad". Sobre cómo se sigue fuera el procés, señala: "Muchos Estados de la UE prestarán atención porque otros grupos nacionalistas pueden tener la tentación de forzar el conflicto y si el Estado va demasiado fuerte puede acabar teniendo que negociar".

Griffiths conoce bien la situación catalana al destacar lo rápido que ha aumentado el porcetanje de independentistas desde la sentencia del Estatut en 2010 y que "si Podemos hubiese ayudado a quitar al PP de Rajoy probablemente habría habido un pacto con Cataluña y no se habría llegado a esta situación, hace dos años habría sido más sencillo Y añade: "En Cataluña hay un buen suelo independendista pero un 30%-40% de la gente en el medio que querría llegar a un acuerdo". Por eso, según él, nada es irreversible y el futuro no está escrito: "Algunas regiones se harán más secesionistas y otras se volverán menos porque su Estado lo hará bien y será más diíficl luchar a favor de la independencia".

Foto: Manifestación independentista en Barcelona. (EFE)

La Unión Democrática Bretona también enviará a su representante internacional, Victor Gallou, al 1-O. Nil Caouissin, portavoz del partido nacionalista bretón, explica la postura de su partido: "Somos favorables al referéndum. Sobre la independencia no opinamos, porque eso lo tienen que decidir los catalanes". Caouissin dice que todos los movimientos nacionalistas están muy pendientes de Cataluña y de una eventual independencia unilateral. "La clave será la integración en la UE. Si Cataluña se integra rápidamente, puede favorecer a otros grupos. Cuanto peor les vaya, más le costará al resto". Como en el caso del nacionalismo en Occitania, en Bretaña, su única pretensión es un reconocimiento autonomista, no la independencia.

El independentismo catalán repite como un mantra que una Cataluña independiente seguirá en la UE. Para ellos, es algo inconcebible y da igual que la Comisión y el Parlamento Europeo lo hayan repetido hasta la saciedad. Un artículo de opinión en 'Libération' —diario izquierdista francés— alertaba el fin de semana de que el 'procés' era un problema europeo en el que la UE se jugaba su futuro, aunque buena parte de la prensa internacional ha acogido con simpatía el referéndum y criticado la respuesta del Gobierno de Rajoy.

El pasado lunes, la televisión francesa LC1 entrevistó a Carles Puigdemont presentándolo como "el hombre que hace temblar Europa". El 'procés' hace días que saltó la frontera y llegó a las ruedas de prensa de Bruselas y a las portadas de las grandes cabeceras de todo el mundo. Con la internacionalización del procés, el 1-O se convertirá en el "experimento" de los movimientos nacionalistas de Europa, como lo define un diputado belga. A los partidos vascos, se suman occitanos, bretones, corsos, escoceses, flamencos e italianos del norte que llegarán a Barcelona como observadores y como apoyo al referéndum, según han confirmado a El Confidencial.

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