Los catalanes que sí aman a España juran la bandera: "Es hora de defender la patria"
Cerca de mil personas realizan en Figueres el mayor acto reivindicativo de la Cataluña no independentista. "Ahora más que nunca debemos reivindicar nuestros símbolos", afirman
Hay 300 catalanes que, llegado el caso, entregarían su vida en defensa de España. Personas que desde ya mismo están en la obligación de "guardar la Constitución" justo cuando atraviesa sus horas más bajas en Cataluña. Así lo prometieron estos ciudadanos voz en grito este sábado en el castillo de San Fernando de Figueres (Girona), durante un acto de jura de bandera para personal civil que, sin buscarlo, se convirtió en el mayor acto reivindicativo de la Cataluña no independentista hasta la fecha. Cerca de mil personas entre personal civil y militar, casi todos catalanes, se congregaron con el único propósito de honrar a la patria y a la Constitución y besar la bandera.
El Govern está radicalizando a gente que antes no lo era, gente corriente que nunca hubiera venido aquí en una situación normal
"Ha sido un acto muy emotivo. En nuestro juramento queda muy claro lo que se promete, y creo que todos los que estamos aquí lo compartimos. Ahora más que nunca es importante reivindicar nuestros símbolos", dice Ángel Ortega, uno de los participantes, quien como otros que cuentan ya una edad es la segunda vez que desfila para besar la bandera española. Otros, en cambio, están de estreno. Hombres que no hicieron el servicio militar y muchas mujeres jóvenes y ancianas, todos luciendo sus mejores galas. "Están (por el Govern y sus partidarios) radicalizando a gente que antes no lo era, gente corriente que nunca hubiera venido aquí en una situación normal. Y sin embargo aquí están, la participación en esta jura es altísima", señala Ortega.
Carlos incide también en esta idea, la de la gente que sale a defender sus creencias y libertades pero desde el lado que no suele hacer ruido, el de los catalanes que se sienten españoles. "Este tipo de actos cada vez son más importantes. Están polarizando a la sociedad catalana y cada vez habrá más gente que jure la bandera o defienda la Constitución. Están forzando a personas que antes no se preocupaban de estas cosas a reivindicar sus principios. La gente normalmente trabaja, no está para estas historias, aunque parece que los independentistas sí pueden manifestarse todos los días. Por eso gente que antes nunca se lo habría planteado ahora viene un sábado a jurar la bandera española".
Esos millones de catalanes que no salen a la calle sí tienen una opinión formada, y la expresarán en cuanto sientan la necesidad
Y subraya Carlos: "La mayoría silenciosa no suele expresar su opinión para no discutir con los independentistas, porque en realidad ellos son los represores que no aceptan un punto de vista distinto. Pero que nadie dude de que esos millones de catalanes que no salen a la calle sí tienen una opinión formada, y la expresarán en cuanto sientan la necesidad. Empieza a ser hora de defender la patria".
A una semana del 1-O
Esta jura de bandera civil no se organizó con fines ideológicos. Más bien, como señalan sus promotores, "ha coincidido en las fechas" con los días más agrios del conflicto entre el Govern y el Estado. "Hace dos años que nos planteamos esta jura de bandera y si la hacemos ahora es porque es el 375 aniversario de nuestra unidad, el Regimiento Arapiles 62. Nos parece un acto bonito para toda aquella gente que nunca pudo jurar la bandera y tiene esa ilusión", sostiene un mando militar.
De hecho, todo el regimiento de Infantería arropó a los 650 participantes (300 civiles y otros 350 militares que quisieron renovar sus votos) congregados en el patio de armas del castillo. El regimiento fue guiando la ceremonia ante la expectación de participantes y público, unos 300 familiares y amigos que no quisieron perderse el espectáculo. Hubo formación en orden de parada, incorporación de la bandera, alocución del general al mando, toma del juramento, homanaje a los caídos e himnos militares durante toda la ceremonia.
Unas muestras de amor a España cantadas a pleno pulmón en Figueres, municipio gobernado por el PDeCAT y, como tantos otros rincones de Cataluña, tomado por las 'esteladas' y los carteles del 'Sí' en balcones y ventanas.
"Es muy triste que en Cataluña solo podamos honrar y lucir la bandera en entornos militares. Porque si esto mismo se llega a organizar en el centro de Girona nos matan, nos echan a los perros", suspira Fernando Miguel Gala imaginándose la escena. "Mostrar una bandera de España hoy en la calle es buscar follón. La independencia está creando peleas entre familiares y rompiendo amistades. Hay muchas familias españolas con hijos que han nacido aquí que comienzan a discutir en casa porque a los niños les da por la independencia", se queja.
Este mismo acto de respeto a la Constitución y a la patria se llega a organizar en el centro de Girona y nos echan a los perros
Su padre Fernando, que le acompaña en la jura de bandera, le secunda: "Que tengamos que esconder la bandera española y tragarnos la 'estelada'… Un poco de respeto es lo que hace falta, igual que nosotros les respetamos a ellos. Si ahora cojo y me paseo con una bandera española por las manifestaciones de Barcelona me pegan. Yo en cambio veo a los chavales envueltos en 'esteladas' todos los días y no les digo nada".
Pilar Mellado, familiar de un participante en la jura, está "orgullosa" de su pariente. Ella misma juró la bandera hace tres años. "Me gusta mi país y me gusta la Constitución, que es la ley por la que hemos luchado muchos de nosotros. Por eso es tan bonito venir aquí, y me siento tan catalana como cualquiera", afirma. "Es triste que no pueda decir estas cosas tan normales en la calle. Tengo un sobrino que no para de meterse conmigo en el WhatsApp, ya no puedo hablar y prefiero callarme. Y lo de sacar una bandera española a la calle ni se me ocurre", prosigue.
Yo tuve que quitar la bandera española del balcón porque cada vez que venía mi nuera me decía que la guardara
Ana García, sentada a su lado en la tribuna de familiares, incide en la tragedia que viven muchas familias. "Yo tuve que quitar la bandera española del balcón porque cada vez que venía mi nuera me decía que la guardara, que qué hacía eso colgado ahí. Y claro, qué quieres que haga, ¿que me pelee con ella y acabe enfrentada con mi hijo?", suspira.
La jura está de moda
Las juras de bandera civiles están en auge en toda España. Fueron una idea del Ministerio de Defensa para promocionar la imagen del Ejército en la sociedad y, en pocos años, se han consolidado como un acto con mucha demanda en todo el país. Entre 2004 y 2015, hasta 6.950 personas juraron la bandera en la Armada; otras 10.701 en el Ejército del Aire y 24.815 personas más en el ámbito del Ejército de Tierra. En total, 42.466 defensores civiles de la patria, la Constitución y el Rey.
Lo curioso, o quizá no lo es tanto, es que Cataluña es de largo la comunidad con menos juramentos. Ni la Armada ni el Ejército del Aire han realizado una sola jura de bandera civil en territorio catalán. Solo el Ejército de Tierra ha llevado el juramento a 1.063 catalanes hasta el año 2015. Es decir, en Cataluña solo se han jurado un 2,5% del total de banderas, pese a representar esta comunidad el 16% del conjunto de la población española. Sin ir más lejos, la de Figueres es la primera jura de bandera civil que se organiza en la provincia de Girona.
"Yo a alguna gente del trabajo le diré que hoy he jurado la bandera española, pero a otros ni se me ocurriría decírselo", admite Álex Fernández, de Barcelona. "Y si lo digo en el trabajo es porque ya llevo muchos años en la empresa y tengo confianza con los compañeros. Pero con estas cosas sabes que te van a encasillar. Solo con decir 'me siento español' ya te marcan como facha o franquista, mucha gente te mira mal". ¿Y a su entorno familiar y de amigos? "Les avisé y no recibí ningún comentario. Quizá a la espalda me ponen verde. Pero ya estoy acostumbrado a esa gente que hace como los niños pequeños, que si no les gusta tu opinión te dice 'pues ya no te ajunto, ya no somos amigos".
Fernández, como el resto de participantes en la jura, considera que se deberían organizar más actos como este: "Ayudarían a que dejemos de estar demonizados. La mayoría de gente piensa que por sentirte español eres retrógrado, racista y algunos hasta homófobo. Y no entienden que somos igual que ellos, con la diferencia de que pensamos diferente en cuanto a la solución a este conflicto. No negamos que hay problemas en Cataluña, pero sencillamente pensamos que la solución no es la independencia. Una cosa muy simple que nos está acarreando muchos problemas en nuestros entornos".
Al término de la ceremonia, todos los participantes recibieron un certificado y una bandera rojigualda con el emblema del regimiento Arapiles 62. Cada cual deberá decidir si cuelga esa bandera en el balcón o la guarda en un cajón para ocasiones más propicias.
Hay 300 catalanes que, llegado el caso, entregarían su vida en defensa de España. Personas que desde ya mismo están en la obligación de "guardar la Constitución" justo cuando atraviesa sus horas más bajas en Cataluña. Así lo prometieron estos ciudadanos voz en grito este sábado en el castillo de San Fernando de Figueres (Girona), durante un acto de jura de bandera para personal civil que, sin buscarlo, se convirtió en el mayor acto reivindicativo de la Cataluña no independentista hasta la fecha. Cerca de mil personas entre personal civil y militar, casi todos catalanes, se congregaron con el único propósito de honrar a la patria y a la Constitución y besar la bandera.
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