La incautación en Unipost de material censal golpea de lleno al referéndum

Tras varios días de registros en distintos puntos de Cataluña, la Guardia Civil ha hecho este martes el hallazgo más importante hasta la fecha. Varios agentes se han personado en las sedes de Unipost en L'Hospitalet y Terrassa, donde han incautado abundante información relacionada con el censo del referéndum, lo que supone un duro golpe para sus promotores. Entre dicha documentación se encuentran las notificaciones de configuración de las mesas electorales,lo que aboca al Govern a hacer uso de los voluntarios para que el 1-O salga adelante.

[Aquí puedes ver las imágenes del material que ha sido incautado]

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Según fuentes policiales consultadas por El Confidencial, se han requisado "todas" las cartas en las que se informaba a los elegidos por sorteo si eran presidentes, vocales o suplentes el próximo 1 de octubre. De esta manera, la Generalitat se ha quedado sin miembros para ninguna de las entre 6.000 y 8.500 mesas que supuestamente van a colocarse en colegios, institutos y otros locales de titularidad municipal; algo que supone todo un varapalo para el equipo de Carles Puigdemont, ya que no tiene apenas margen de maniobra para volver a hacer el sorteo, imprimir las notificaciones y enviarlas.

Una vez incautada toda esta documentación, la Guardia Civil está investigando de dónde ha sacado la Generalitat los datos censales. Es decir, los nombres y apellidos de los elegidos para estar en las mesas así como su dirección. Además, han requerido a los responsables de Unipost que les faciliten toda la información sobre quiénes, cómo y cuándo les han encargado el envío de las notificaciones para la constitución de las mesas electorales. Se les reclama también el contrato y cualquier factura para conocer cómo se pretendía costear este envío masivo.

Más de 46.000 voluntarios al servicio del 1-O

Ahora el objetivo es encontrar el resto del material relacionado con el referéndum. No solo lo relacionado con la propaganda, como carteles y octavillas, sino las urnas y las papeletas, que desde este martes ya se pueden imprimir. A 12 días para el referéndum, en ninguno de los registros se ha encontrado dicho material. De hecho, Puigdemont ha alardeado en los últimos días de tener no solo las 6.000 urnas necesarias para que la consulta sea viable sino el triple, 18.000, por si la Guardia Civil, Policía Nacional o los Mossos d'Esquadra dan con alguna de ellas.

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De esta manera, al Govern solo le quedan los voluntarios para sacar adelante su referéndum. La mesa en cuestión debe estar configurada por un presidente y dos vocales. Para cada uno de ellos, se eligió a dos suplentes. Por tanto, por cada mesa debería de haber nueve personas notificadas por la Generalitat. Sin embargo, los organizadores lo tenían todo previsto, ya que en el punto 5 del artículo 31 de la ley del referéndum se recoge la posibilidad de que nadie acuda a la mesa, incluidos los suplentes. Ante esto, se podrá ordenar que formen parte de ella "el número de electores presentes en el local que sean necesarios en el orden en el que estén dispuestos para emitir el voto". Es decir, aunque no haya presidente, vocales y suplentes, los primeros que el 1-O vayan a votar serán los encargados de conformar la mesa electoral.

Y los voluntarios no serán un problema, ya que la Generalitat cuenta con los 30.000 inscritos con los que cuenta la Asamblea Nacional Catalana. A ellos hay que sumar la bolsa de voluntarios que activó el Govern en la web oficial del 1-O, a los que denominaba "personal colaborador". Según los últimos datos ofrecidos por el equipo de Puigdemont, los 'colaboradores' del referéndum por esta vía superan los 16.000.