Es noticia
Joaquim Forn: de ser golpeado por la Policía a comandar a los Mossos
  1. España
  2. Cataluña
siempre se ha definido como independentista

Joaquim Forn: de ser golpeado por la Policía a comandar a los Mossos

Tras los Juegos Olímpicos, se concentró en su carrera política dentro de CDC, logrando convertirse en concejal del Ayuntamiento de Barcelona en 1999. A partir de entonces, todo han sido ascensos

Foto: El conseller de Interior, Joaquim Forn. (Reuters)
El conseller de Interior, Joaquim Forn. (Reuters)

Hace poco más de un mes que se estrenó como conseller de Interior y, desde entonces, el nombre de Joaquim Forn está unido a la polémica. Hasta ahora era conocido por haber sido la mano derecha de Xavier Trías en el Ayuntamiento de Barcelona, entre 2011 y 2015, pero todo apunta a que en el futuro será recordado por su papel en el referéndum ilegal del 1 de octubre. Al fin y al cabo, Carles Puigdemont le eligió para defender la línea dura del proceso soberanista a finales de julio, cuando algunos miembros del Govern comenzaron a mostrar dudas al respecto. "¡Trabajo por un país más seguro y libre!", defiende Forn en su cuenta personal de Twitter, una frase que, al igual que su biografía, solo puede entenderse entre signos de exclamación.

Nacido en 1964 en Barcelona, hijo de un catalán y de una ecuatoriana, estudió Derecho en la Ciudad Condal y, durante su época universitaria, participó en la refundación de la FNEC, una organización estudiantil de ideología nacionalista catalana. Aunque para entonces ya formaba parte de CDC, no fue hasta más tarde cuando se involucró realmente en las labores de la formación, ya que en aquellos años prefirió dedicar sus esfuerzos a otras organizaciones que ya se definían como independentistas. De hecho, fue en aquella época cuando conoció a políticos con los que ahora trabaja codo con codo para lograr la independencia, como el líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras.

Tras los Juegos Olímpicos, Forn se concentró en su carrera política dentro del partido, logrando convertirse en concejal del Ayuntamiento de Barcelona en 1999. Un año después, protagonizó una de las anécdotas más conocidas en lo que se refiere a su biografía, cuando fue golpeado por la Policía en el barrio de Sants en el marco de una manifestación contra la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en la capital catalana. Pese a participar en actos como estos, su carácter reivindicativo no le impidió crecer dentro del partido, y en 2001 se hizo con el control de la federación de CDC en Barcelona, donde coincidió con otros políticos como Neus Munté o Germà Gordó. A lo largo de los siguientes años, Forn siguió sumando ascensos dentro de la formación sin abandonar nunca sus convicciones independentistas, llegando en 2011 a convertirse en Teniente de Alcalde de Barcelona de la mano de Trías.

placeholder El conseller de Interior, Joaquim Forn, junto a Josep Lluís Trapero durante la rueda de prensa. (EFE)

Durante aquella legislatura, el político tuvo que lidiar con algunos temas espinosos, como cuando firmó el contrato de alquiler del 'banco expropiado' en el barrio de Gracia para evitar el desahucio de los okupas, una cuestión desvelada una vez producido el relevo en la Alcaldía con la llegada de los "comunes" de Ada Colau. A vueltas de este asunto, Forn declaró a los medios que pagar aquel alquiler "era la mejor solución y ahora lo volveríamos a hacer" y que fue "una solución excepcional para darnos tiempo para buscar una alternativa que permitiese un desalojo sin crear conflictos". Ya en aquella época, pedir perdón no parecía ser una opción para el político.

Más allá de esa polémica concreta, fuentes cercanas al partido destacaban a El Confidencial días después de su nombramiento las virtudes de Forn. “Es un muy buen gestor y un político muy respetado por sus rivales, muy serio. Pero le faltaba perfil público para ser él el candidato a alcalde. Por el partido se decía que es el mejor segundo que alguien puede tener, pero le falta ese perfil político para ser el cabeza de lista”, argumentaban. "Forn era un comodín que siempre había estado presente en cualquier formación de Gobierno. Estuvo a punto de entrar cuando Unió Democràtica (UDC) rompió con Convergència. Y ahora, a Puigdemont le puede servir de mucho porque sabe de qué va la cosa: fue el responsable de la Guardia Urbana y no le temblarán las piernas si tiene que tomar alguna decisión. Es un viejo guerrero”, recordaban a su vez otros.

placeholder Reunión del gabinete antiterrorista en Barcelona. (EFE)

Hace poco más de 40 días que accedió al cargo, pero en este tiempo ya ha demostrado que sus compañeros no mentían cuando dijeron que era "un viejo guerrero". En la últimas semanas, su nombre se ha desligado del procés y ha tenido que apagar los diversos fuegos avivados a raíz de los atentados de Cataluña, destacando en este sentido el hecho de que diferenciara entre víctimas catalanas y españolas, el aviso de la CIA en el atentado, las posibles descoordinaciones con la Guardia Civil y la Policía, e, incluso, la importancia inicial que se le dio a la explosión de Alcanar. De todos modos, pese a las críticas contra él por parte de la oposición, todo apunta a que Puigdemont no planea prescindir de su servicio, y es que la misión por la que fue elegido todavía no ha llegado: el referéndum ilegal del próximo 1 de octubre; ese es el momento en que tendrá que demostrar su valía este "viejo guerrero".

Un discreto patrimonio

En su declaración de bienes de junio de 2015 aparece que es propietario al 50% de una vivienda que adquirió en el año 2000 sobre la que pesa una hipoteca. No se especifica de qué importe. Además tiene casi 30.000 euros en La Caixa y el BBVA y dos planes de pensiones de más de 32.000 euros. También especifica cuál ha sido hasta la fecha su sueldo como cargo público: 32.616 euros brutos al año como concejal y portavoz en el Ayuntamiento de Barcelona y 89.144,58 como presidente del Grupo CiU en la Diputación de Barcelona.

Hace poco más de un mes que se estrenó como conseller de Interior y, desde entonces, el nombre de Joaquim Forn está unido a la polémica. Hasta ahora era conocido por haber sido la mano derecha de Xavier Trías en el Ayuntamiento de Barcelona, entre 2011 y 2015, pero todo apunta a que en el futuro será recordado por su papel en el referéndum ilegal del 1 de octubre. Al fin y al cabo, Carles Puigdemont le eligió para defender la línea dura del proceso soberanista a finales de julio, cuando algunos miembros del Govern comenzaron a mostrar dudas al respecto. "¡Trabajo por un país más seguro y libre!", defiende Forn en su cuenta personal de Twitter, una frase que, al igual que su biografía, solo puede entenderse entre signos de exclamación.

Joaquim Forn CiU
El redactor recomienda