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El día que Elke, única víctima belga en las Ramblas, no escribió un SMS a su suegra
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El día que Elke, única víctima belga en las Ramblas, no escribió un SMS a su suegra

Elke tenía pensado pasar una semana con su esposo, agente de Policía en Bruselas, y con sus dos hijos en Barcelona. El atentado del 17 de agosto truncó sus vacaciones

Foto: Elke Vanbockrijck
Elke Vanbockrijck

Elke Vanbockrijck era madre de familia. Sus hijos, de 10 y 13 años, la acompañaban, junto a su padre, cuando una furgoneta blanca comenzó a arrollar a los turistas y residentes que circulaban pasadas las 17:00 por las Ramblas de Barcelona. Con 44 años, vívia en Tongeren, un municipio de habla flamenca de unos 30.000 habitantes, situado cerca de Lieja. Fue el propio alcalde de Tongeren, Patrick Dewael, el que confirmó el fallecimiento de Vanbockrijck.

El resto de la familia, no obstante, está sana y salva. La 'Grand Place' de Tongeren se convirtió este sábado en todo un homenaje a esta madre de familia, a la que han ido a despedir más de 300 personas. Tal y como ha recogido la cadena RTL, los asistentes al homenaje han encendido velas y han dejado coronas y flores en memoria de la víctima belga, mientras que el ayuntamiento ha creado un libro de condolencias en el Praetorium.

El marido de Elke formó parte de la escolta de Donald Trump durante su visita a Bruselas

Trabajaba para Correos, y en el momento del atentado se encontraba de vacaciones con los pequeños y su marido, Guy Frederix, agente de Policía en la capital belga, Bruselas. Después de que el atropello múltiple llegara a las cadenas de televisión internacionales, los nervios comenzaron en su familia. La suegra de Elke, Yvonne, esperaba noticias hasta que Guy, al fin llamó. "No tengo buenas noticias", le dijo, según recoge el portal de Sud Info.

"Nuestro Guy no pudo hacer nada por salvarla", explica la madre del agente. Frederix había formado parte del equipo policial que escoltó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante su visita a la capital belga. "Habían viajado en coche y tenían pensado quedarse una semana en Barcelona. Habían pasado ya una noche en Nîmes y Elke me enviaba un mensaje de texto cada día, para decir que todo iba bien, que hacía calor y que todo estaba bien".

Foto: Servicios de emergencia en las Ramblas. (Foto: Reuters)

Las vacaciones de Guy y Elke se truncaron durante la tarde del 17 de agosto en Barcelona. Horas después de que la furgoneta arrollara a toda persona que se encontró por delante desde la plaza de Canaletas hasta el mosaico de Joan Miró, cinco terroristas armados con cinturores de explosivos falsos trataron de hacer lo mismo en el paseo marítimo de la ciudad de Cambrils (Tarragona), dejando un saldo de un muerto y cuatro heridos. Los cinco terroristas fueron abatidos por los Mossos.

Estos dos atentados han sido vinculados de forma directa con la explosión de una vivienda en Alcanar, también en Tarragona, donde sus inquilinos estaban preparando explosivos. El objetivo de los integrantes de esta célula que están detrás de los tres acontecimientos era, no obstante, destruir la Sagrada Familia.

Elke Vanbockrijck era madre de familia. Sus hijos, de 10 y 13 años, la acompañaban, junto a su padre, cuando una furgoneta blanca comenzó a arrollar a los turistas y residentes que circulaban pasadas las 17:00 por las Ramblas de Barcelona. Con 44 años, vívia en Tongeren, un municipio de habla flamenca de unos 30.000 habitantes, situado cerca de Lieja. Fue el propio alcalde de Tongeren, Patrick Dewael, el que confirmó el fallecimiento de Vanbockrijck.

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