La célula del atentado compró las bombonas con dinero de la venta de oro y joyas

La célula de Ripoll financió su plan macabro con dinero obtenido con la venta de joyas y oro. Los Mossos d'Esquadra han descubierto que los presuntos autores de los atentados de las Ramblas y Cambrils consiguieron por esta vía en torno a 1.200 euros y que los habrían dedicado a la adquisición de parte de las 106 botellas de butano que almacenaban en la vivienda franca de Alcanar. También se ha detectado que compraron las bombonas de forma escalonada, para no levantar sospechas. Su objetivo era emplearlas en una o varias explosiones junto a cargas de triperóxido de triacetona (TATP) o 'madre de Satán', la sustancia que presuntamente fabricaban cuando su laboratorio clandestino saltó por los aires el miércoles 16 de agosto por la noche.

Se trata de uno de los principales hallazgos de la línea de investigación que se centra en el origen de los fondos utilizados por el grupo para costear los atentados. El mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, confirmó este lunes en rueda de prensa esta información y precisó que las joyas los metales preciosos procederían de robos realizadas por los propios miembros del comando. Algunos de ellos tenían antecedentes de delincuencia común.

Los investigadores también rastrean otras vías de financiación de la célula. Mohamed Hychami (24 años), su hermano Omar (21) y Younes Abouyaaqoub (22) -presunto autor material del atentado y abatido a tiros en Subirat-, tres de los integrantes del grupo, habían trabajado recientemente y disponían de fondos. Otro de los implicados, Mohamed Aallaa, detenido en Ripoll horas después de los atentados, compró el pasado marzo el Audi A3 usado en el ataque de Cambrils. Su hermano Said Aallaa (19 años) fue uno de los cinco yihadistas que llegaron a bordo del vehículo a esa localidad de la costa tarraconense con la intención de atropellar y acuchillar a todos los viandantes que se cruzaran en su camino. El coche estaba domiciliado en un piso del número 24 de la plaza Gran de Ripoll, una de la mejores zonas del municipio. Es decir, que los sospechosos disponían de una capacidad económica aceptable.

También se rastrea el papel que jugó uno de los supuestos actores secundarios del grupo, Salh el Karib (34 años), dueño de un locutorio de Ripoll que fue arrestado el pasado viernes. El Karib pagó con su dinero unos billetes de avión a Marruecos de otro detenido, Driss Oukabir (28 años), cuya documentación fue empleada para alquilar las furgonetas. Además, fuentes cercanas al caso añaden que el empresario habría intervenido en pagos relacionados con sus vehículos y su propia mujer ha admitido que colaboró en una entrega de remesas a otro sospechoso. Los agentes subrayan que El Karib pudo desempeñar un rol clave en el aparato financiero.

La otra gran línea de investigación de las Fuerzas de Seguridad es la reconstrucción de los vínculos internacionales de la célula

En todo caso, los expertos puntualizan que el grupo tampoco incurrió en grandes desembolsos. No gastó ni un euro en la vivienda de Alcanar. La ocuparon aprovechando que pertenecía a un banco y llevaba tiempo vacía. Según los vecinos, se instalaron en ella hace aproximadamente seis meses y la convirtieron en su base logística, un equivalente a la finca de Morata de Tajuña utilizada por los autores del 11-M.

Los vecinos han explicado que los moradores de Alcanar efectuaban continuas descargas de material en la vivienda. Probablemente, se trataba de las botellas de butano que habían ido acumulando hasta superar el centenar. Para el otro explosivo que pretendían utilizar, el triperóxido de triacetona (TATP), tampoco necesitaron una inversión relevante: es una sustancia de fabricación casera que se elabora con simples productos de droguería. Por último, alquilaron las tres furgonetas (dos Fiat Talento y una Renault Kangoo) solo unas horas antes de utilizarlas y en una compañía 'low cost'. Los modelos que escogieron están disponibles por un precio que oscila entre los 49 y 59 euros por día.

La otra gran línea de investigación que tienen en marcha las Fuerzas de Seguridad es la reconstrucción de los vínculos internacionales de la célula. Los investigadores creen que sus integrantes terminaron de planificar sus atentados en Marruecos, de donde eran originarios todos. La mayoría de los sospechosos estuvieron en su país durante la segunda quincena de julio y algunos regresaron poco antes de los atentados. Es el caso de Driss Oukabir, que no volvió a España hasta el pasado 13 de agosto.

Pero, además de los lazos marroquíes, han aparecido otros vínculos internacionales que refuerzan la hipótesis de que el grupo contó con ayuda exterior. El presunto líder del comando, el imán Abdelbaki Es Satti, tenía vínculos con Bélgica e incluso estuvo viviendo entre enero y marzo de 2016 en la ciudad de Vilvoorde, situada en el extrarradio de Bruselas y conocida por ser uno de los mayores focos yihadistas de ese país.

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Asimismo, Youssef Aallaa, que habría fallecido en la explosión de Alcanar, viajó a Zúrich (Suiza) en diciembre de 2016 con otro implicado, Mohamed Hychami. Este último, a su vez, cruzó a Francia el pasado 11 de agosto. Pagó con su tarjeta en el peaje de La Junquera cuando se dirigía al país vecino. Y este domingo, el diario 'Le Parisien' informó de que el Audi A3 de Cambrils fue fotografiado la semana pasada por un radar en la región de París por exceso de velocidad. Todos esos movimientos están siendo ahora analizados con lupa. No solo para avanzar en el esclarecimiento de los atentados de Barcelona. También se teme que, durante esos contactos internacionales, los miembros del grupo de Ripoll hubieran creado otras células que puedan pasar a la acción en cualquier momento.