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El Parlament reforma su reglamento para romper con España por la puerta de atrás
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CAMINO LIBRE A LA APROBACIÓN EXPRÉS DE LAS LEYES DE DESCONEXIÓN

El Parlament reforma su reglamento para romper con España por la puerta de atrás

Con la aprobación de esta reforma, los independentistas pretenden pasar por el pleno sin dar opción a la oposición a discutirla

Foto: El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, repasa unos papeles durante la reunión que el Gobierno de Cataluña celebra cada martes en el Palau de la Generalitat. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, repasa unos papeles durante la reunión que el Gobierno de Cataluña celebra cada martes en el Palau de la Generalitat. (EFE)

Definitivamente, Cataluña aprobará las leyes de desconexión con España de manera rápida y casi por la puerta de atrás, sin permitir que la oposición pueda decir esta boca es mía. O sea, lo hará desconectada de la realidad política y social. El consenso se ausentó este miércoles del Parlamento catalán en un tema trascendental y en un momento en que los independentistas, con una exigua mayoría, pasaron la apisonadora sobre la oposición. Una oposición, se encargaron de recordarles los representantes de varios partidos políticos, “que representa a más ciudadanos que los que representan Junts pel Sí (JxS) y la CUP”. A partir de ahora, para aprobar una ley de ruptura, los soberanistas no permitirán que la oposición pueda discutirles los extremos de la ley ni que se presenten enmiendas o que se recurra al Consejo de Garantías Estatutarias (CGE). En otras palabras, en poco más de una hora, la calidad de la democracia ha bajado varios enteros en Cataluña, tantos como el apoyo al independentismo en la calle. La política catalana degenera a pasos agigantados.

José María Espejo, de Ciudadanos, afeó a los independentistas que hagan oídos sordos a los dictámenes del Consejo de Garantías Estatutarias (CGE) y de los letrados del Parlamento, que advierten de que la reforma, tal y como se contempla, es de baja calidad democrática. “La democracia no es un fin para ustedes, sino un simple instrumento, y por eso se creen con derecho a ocultar sus intenciones y a mentir. Ustedes no creen en la democracia aunque se llenen la boca con ella”, subrayó.

Foto: El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. (EFE)

El socialista Ferran Pedret puso el dedo en la llaga: “En las discusiones de la ponencia se nos dijo que era una reforma enfocada a permitir que se aprueben leyes exprés con los mínimos 'stops' posibles de las leyes de desconexión para llevarlas al Parlamento con la máxima celeridad, mínimo debate posible y mínimas posibilidades de algún traspié”. Pero recordó que con la reforma del reglamento, con la que se podrán aprobar normas fundamentales, se laminan los derechos de la oposición: “Estamos hablando de su voluntad, de su intento de alterar de forma sustancial atropellando los derechos de la oposición. Esto no es para defender que un grupo parlamentario pudiese pedir la lectura única, sino suprimir los trámites parlamentarios para que nadie pueda interferir en la ley”.

También el ecosocialista Joan Coscubiela criticó con dureza a los soberanistas. “Es un referéndum que no tiene garantías democráticas. Hay condiciones aprobadas por este Parlamento para realizar el referéndum que no se cumplen con esta consulta. Eso no será un referéndum ni nada que se le parezca. Es inconcebible que 66 días antes aún no se ha presentado ni la ley que lo ampara. Además, esto está abocado a no tener reconocimiento internacional”, razonó. Coscubiela añadió a sus razonamientos otra vertiente inquietante. “Se están pasando de frenada. Dicen que en el Congreso de los Diputados existe ese procedimiento de lectura única que quieren imponer. Pero mire: en el Congreso, se pueden presentar enmiendas en el procedimiento de la lectura única. Y ustedes niegan ese derecho”. Les recordó también a JxS y la CUP que “como no se creían los dictámenes externos, pidieron a los letrados que dijesen algo y estos les dicen que no lo hacen bien, lo mismo que el CGE. Y ustedes se oponen a todos. Se pasan el día dando credenciales de democracia, pero tienen un concepto de democracia muy curioso. A ustedes les sobran los letrados, les sobra el CGE, les sobra una parte del Gobierno que no lo ve claro… incluso sobra una parte de la sociedad catalana”.

Graves déficits democráticos

El dirigente ecosocialista terminó subrayando que “la ley del referéndum tiene graves déficits democráticos y socavará más su legitimidad democrática si la aprueban por lectura única. Harán incluso más difícil el referéndum porque le restarán legitimidad democrática y apoyos sociales. Piensen en el país y no en ustedes y en las próximas elecciones autonómicas, que mucho me temo es en lo que están pensando”.

Foto: El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, en una rueda de prensa en el Palau de la Generalitat. (EFE)

Más cáustica fue la intervención del portavoz del PP, Alejandro Fernández. “El totalitarismo identitario da risa si no estuviese dividiendo a la sociedad catalana”, clamó. Y acusó a los independentistas de que “lo que ustedes quieren hacer no cabe en ninguna democracia del mundo. En todas las democracias, el poder político está sometido al derecho y las mayorías parlamentarias cumplen siempre los requisitos legales. Y los derechos de los parlamentarios se defienden explícitamente, no como ustedes lo están haciendo. Y se lo dice incluso el TC, al que solo respetan cuando les mantiene su derecho a tener grupo propio en el Senado”.

Fernández aseguró que los soberanistas “no acatarán nunca los resultados de elecciones porque no son demócratas” y les acusó de que “deslegitimar letrados, despreciar a la oposición, amenazar a los funcionarios, purgar a los discrepantes… nada tiene que ver con la democracia. Ni astucias cutres veraniegas ni astucias brillantes pueden con eso. La espiral del silencio se ha roto con los manifiestos de intelectuales y personas de la sociedad civil posicionándose contra la ruptura. La pérdida de apoyo social que tienen es ya irreversible. Pero ni creen en la democracia ni han creído nunca”.

La ‘cupera’ Anna Gabriel fue la encargada de posicionar a su formación. “Si la legislación no contempla el derecho de autodeterminación de los pueblos, se ha de cambiar. Y si no se puede cambiar, se ha de desbordar. ¿No veis que vuestro discurso no se sostiene?”, dijo a la oposición. La dirigente de la CUP acusó a la oposición de no haber depurado el franquismo y de que son herederos de “un régimen que avaló de forma sistemática la tortura. La llamáis democracia y no lo es ni tenéis intención de que lo sea. Hablar es gratis. Este país necesita menos palabras y más revoluciones”. Y enfatizó que “apoyaremos cualquier reforma si es para que este pueblo pueda autodeterminarse. Y si es para que se pueda votar el 1-O, le daremos apoyo”. Y acabó con un reto que cada quien puede interpretar a su manera: “Nos encontramos en las calles, que es donde las cosas se ven más claras”.

Foto: El 'president' de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, presenta la ley del referéndum. (EFE)

Finalmente, el portavoz adjunto de JxS, Roger Torrent, advirtió de que “esta reforma es constitucional y estatutaria. La mayoría de cámaras tiene prerrogativas de este estilo, incluido el Congreso”. Se negó, en cambio, a decir directamente si con el procedimiento de lectura única los independentistas pretenden aprobar las leyes de desconexión de forma que la oposición no pueda interferir en la misma (de hecho, no puede recurrir ni siquiera al CGE, que solo se puede pronunciar sobre proyectos de ley y no sobre leyes aprobadas por el pleno).

Y la votación final no arrojó ninguna sorpresa: los 72 diputados de JxS y la CUP votaron a favor de la polémica reforma mientras que los 63 escaños de la oposición no fueron suficientes para evitarlo.

Definitivamente, Cataluña aprobará las leyes de desconexión con España de manera rápida y casi por la puerta de atrás, sin permitir que la oposición pueda decir esta boca es mía. O sea, lo hará desconectada de la realidad política y social. El consenso se ausentó este miércoles del Parlamento catalán en un tema trascendental y en un momento en que los independentistas, con una exigua mayoría, pasaron la apisonadora sobre la oposición. Una oposición, se encargaron de recordarles los representantes de varios partidos políticos, “que representa a más ciudadanos que los que representan Junts pel Sí (JxS) y la CUP”. A partir de ahora, para aprobar una ley de ruptura, los soberanistas no permitirán que la oposición pueda discutirles los extremos de la ley ni que se presenten enmiendas o que se recurra al Consejo de Garantías Estatutarias (CGE). En otras palabras, en poco más de una hora, la calidad de la democracia ha bajado varios enteros en Cataluña, tantos como el apoyo al independentismo en la calle. La política catalana degenera a pasos agigantados.

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