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Puigdemont planea una inminente crisis de Gobierno para frenar la guerra con ERC
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Puigdemont planea una inminente crisis de Gobierno para frenar la guerra con ERC

La situación dentro del Govern es insostenible: la guerra abierta entre Puigdemont y Junqueras, entre el PDeCAT y ERC, aboca al 'president' a una jugada a la desesperada

Foto: El vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, minutos antes de iniciarse la sesión del pleno ordinario del Parlament. (EFE)
El vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, minutos antes de iniciarse la sesión del pleno ordinario del Parlament. (EFE)

El presidente catalán, Carles Puigdemont, lo tiene cada vez más difícil para mantener la paz interna dentro de su Gobierno, porque el débil equilibrio de fuerzas entre PDeCAT y ERC puede desembocar en un conflicto que puede poner en peligro no solo el referéndum del 1 de octubre, sino el propio ‘procés’. Así las cosas, según diversas fuentes consultadas por El Confidencial, Puigdemont provocará una crisis de Gobierno para terminar con los resquemores entre los dos socios y abordar la última fase del proceso con un gabinete sólido y dispuesto a arriesgarlo todo. Con ello, intenta matar dos pájaros de un tiro: acabar con las tensiones actuales entre los dos partidos de Gobierno y consolidar un Ejecutivo compacto y combativo de cara al referéndum.

Además, señala una de las fuentes, “esta crisis no se puede dilatar en el tiempo. El ‘president’ tomará una decisión inminente. Puede ser cuestión de horas, pero la situación no puede írsele de las manos. Él sabe que cuanto antes acometa la remodelación del Gobierno antes atajará el conflicto interno que tiene”. “Los nervios van en aumento”, admiten otras fuentes cercanas al Ejecutivo catalán.

placeholder El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, junto al vicepresidente, Oriol Junqueras.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, junto al vicepresidente, Oriol Junqueras.

El ‘president’ debe escoger entre cargar a su vicepresidente, Oriol Junqueras, con toda la responsabilidad de la organización del referéndum, o nombrar a una persona que lo lleve a cabo. La ‘tercera vía’, la de plantear una asunción colectiva de responsabilidades, no queda descartada. “Estaríamos de acuerdo con esa posibilidad, pero ha de ser Junqueras quien la presente ante el Consell Executiu [el Gobierno]”, dice a este diario un alto cargo del PDeCAT.

Desde las filas de los exconvergentes, se cargan las tintas contra sus socios de Esquerra. “¿Qué dudas tienen del PDeCAT? ¿Dónde están todos los condenados? ¿A qué partido pertenecen Artur Mas, Quico Homs o Irene Rigau? ¿Y no tenemos ahora a la consejera Meritxell Borràs imputada por querer comprar las urnas, junto a su secretario general? ¿Y cuánta gente hay de ERC en esta situación? ¡Ya está bien!”, critica el mismo dirigente.

Los reproches hacia los republicanos abarcan también la actitud de estos a la hora de aplicar la hoja de ruta, ya que les echan en cara su “poco entusiasmo”. Y ponen el punto de mira en el propio Oriol Junqueras: “Lo que no puedes hacer es estar todo el día quejándote de tus socios y sembrando la duda de si son leales y luego que los otros sean los únicos que están pagando el pato. No puedes estar todo el día quejándote y no poner cosas concretas encima de la mesa”. Además, denuncian que “en realidad, a lo que tiene miedo Junqueras es a ser inhabilitado. Por eso no ha tomado ninguna decisión trascendente, pese a que teóricamente es el máximo responsable del ‘procés”.

Reuniones con sus consejeros y el PDeCAT

La situación está llegando a límites insostenibles. Durante los dos últimos días, Puigdemont ha mantenido intensos contactos con consejeros de su Gobierno y con miembros del PDeCAT, al tiempo que ha intentado limar asperezas con Oriol Junqueras. Por su despacho han pasado los consejeros Neus Munté (Presidencia), Josep Rull (Territorio), Lluís Puig (Cultura), Meritxell Borràs (Gobernación), Santi Vila (Empresa), Jordi Jané (Interior) y Meritxell Ruiz (Educación). Asimismo, también se reunió con la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal. Por si fuera poco, el presidente de honor del partido, Artur Mas, está al corriente de todos los movimientos, “como debe de ser”.

Según fuentes internas de este partido, “ya era hora: parece que al final se ha dado cuenta de que forma parte de un partido”. Y es que no le queda más remedio que recurrir a los suyos. Las fuentes subrayan que “la gestión de la crisis se está tomando de manera muy diferente al cese del ‘conseller’ Baiget [Jordi Baiget, cesado fulminantemente en lunes 3 de julio, sin consultar con el partido] y eso es positivo”.

Foto: Pedro Sánchez y Albert Rivera, en los actos por el IV Centenario de la muerte de Cervantes, el 21 de abril de 2016. (EFE)

Al ‘president’ le reprochan que ha funcionado hasta ahora como un ‘outsider’, con tesis y acciones más cercanas a la CUP que al PDeCAT o a la mismísima ERC. “Debe ser que como no quiere hacer carrera política, le da lo mismo una cosa que otra y hace lo que le viene en gana. En sus decisiones más importantes, no lo ha consultado con el partido y ha funcionado por libre, pero ahora parece ser que se le ha encendido la luz y ve que sin el respaldo del PDeCAT no puede ir a ningún lado”. De ahí la importancia capital de los contactos de los dos últimos días. El objetivo de los mismos sería diseñar una estrategia conjunta de todo el PDeCAT en el Gobierno para obligar a ERC a asumir responsabilidades, incluidas las penales que pudieran sobrevenir, en la organización del referéndum.

Arrinconar a Junqueras

Una de las fuentes consultadas apunta a que Puigdemont podría dar mayor relieve a Esquerra dentro del Ejecutivo a fin de que los republicanos se destaquen en la organización de la consulta. “Pero, sobre todo, ha de tomar una decisión urgente. Junqueras no podrá negarse a una remodelación de calado, porque sabe que puede hacer peligrar el referéndum”, admiten algunas fuentes.

Por si fuera poco, los republicanos tienen otra espada de Damocles sobre su cabeza: pueden ser acusados de no cumplir el “mandato democrático electoral” si obstaculizan las iniciativas de Puigdemont, lo que al final puede acabar en la acusación de que fueron ellos los que liquidaron el ‘procés’.

El presidente catalán, Carles Puigdemont, lo tiene cada vez más difícil para mantener la paz interna dentro de su Gobierno, porque el débil equilibrio de fuerzas entre PDeCAT y ERC puede desembocar en un conflicto que puede poner en peligro no solo el referéndum del 1 de octubre, sino el propio ‘procés’. Así las cosas, según diversas fuentes consultadas por El Confidencial, Puigdemont provocará una crisis de Gobierno para terminar con los resquemores entre los dos socios y abordar la última fase del proceso con un gabinete sólido y dispuesto a arriesgarlo todo. Con ello, intenta matar dos pájaros de un tiro: acabar con las tensiones actuales entre los dos partidos de Gobierno y consolidar un Ejecutivo compacto y combativo de cara al referéndum.

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