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Òmnium y CUP negocian contrarreloj y en secreto el sí a las cuentas de Puigdemont
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Òmnium y CUP negocian contrarreloj y en secreto el sí a las cuentas de Puigdemont

Negociación discreta a contrarreloj y con la incorporación a última hora de un miembro de la Administración de Puigdemont para forzar a los 'cuperos' a aprobar las cuentas

Foto: Un joven porta una estelada durante una manifestación organizada por las entidades independentistas Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. (EFE)
Un joven porta una estelada durante una manifestación organizada por las entidades independentistas Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. (EFE)

“Ara o mai”. O sea, ahora o nunca. Esta es la máxima que los ‘blandos’ de la CUP han puesto encima de la mesa en las discusiones internas que tiene esta formación anticapitalista para justificar que este fin de semana den luz verde a los Presupuestos del presidente catalán, Carles Puigdemont, para este año. Si no se aprueban los números, Puigdemont tiene pensado convocar elecciones autonómicas para dentro de dos meses. Si se aprueban, promete a los radicales completar la creación de “estructuras de Estado” y convocar un referéndum independentista el próximo mes de septiembre. Y una parte sustancial de la CUP quiere “referéndum o referéndum”.

Por ello, durante las últimas semanas, ha habido un reguero de negociaciones secretas con Puigdemont. Todos saben que si no hay Presupuestos y Cataluña va a unas elecciones autonómicas, se acabaron el ‘procés’, la independencia y el Estado propio. Conscientes de ello, se tendieron puentes de entendimiento entre la CUP y Junts Pel Sí (JxS), la plataforma que agrupa a Convergència y a ERC.

La CUP ha recurrido a Òmnium Cultural para que lleve a cabo gestiones muy discretas, en las que la otra pata del frente civil independentista, la Asamblea Nacional Catalana, no participa, para acercar posturas. Según fuentes solventes, por parte de la CUP han tomado parte en estas negociaciones los diputados Eulàlia Reguant y Benet Salellas. Los dos son del ala dura, por lo que las conclusiones de las negociaciones serían aceptadas finalmente por la organización anticapitalista. Por la otra parte, se puso a disposición de los antisistema un equipo de dirigentes de Òmnium Cultural. Pero en los últimos días, se incorporó a las reuniones un nuevo personaje: Joan Vidal de Ciurana, secretario del Gobierno catalán, lo que confiere a las negociaciones un aura oficialista. Además, su principal misión es “fiscalizar el contenido del posible acuerdo”, según explican a El Confidencial fuentes cercanas a los encuentros.

Incorporación de última hora

La incorporación de Vidal no sentó bien en el núcleo duro de la CUP, porque consideran que es un control excesivo que quiere aplicar el Govern de Puigdemont a las conversaciones. Pero eso no es óbice para que los radicales pusiesen encima de la mesa algunas exigencias que, en parte, ya han sido colmadas por la Generalitat, como el aumento de las partidas dedicadas a temas sociales. Según algunas fuentes, el equipo negociador de la CUP ha reconocido a los dirigentes de Òmnium que tienen voluntad de aprobar los Presupuestos para no poner en peligro el referéndum, y que estarían incluso dispuestos a rebajar sus reivindicaciones en temas controvertidos como impuestos y renta mínima garantizada.

De hecho, y según esas mismas fuentes, en materia fiscal la CUP aceptaría que su petición de incrementar un 1% el tramo autonómico del IRPF a las rentas superiores a 60.000 euros y un 2% a las que están por encima de 90.000, quedase reducido a solo un 0,5% para estas últimas. Según informaciones recogidas por El Confidencial de fuentes cercanas a las negociaciones, el vicepresidente de la Generalitat, el republicano Oriol Junqueras, hizo llegar a los anticapitalistas su intención de defender la subida del impuesto ante Puigdemont, lo que provocó sorpresa dentro del partido antisistema. De hecho, según algunas fuentes, Junqueras acusa en privado al PDeCAT (el partido heredero de Convergència) de la postura inflexible del Govern a subir el IRPF a las rentas más altas.

En materia de renta mínima garantizada, cuestión para la que el Gobierno está dispuesto a aportar una partida extraordinaria adicional en los Presupuestos de 45 millones de euros, el núcleo duro de la CUP mantiene que no cederá, pero puede flexibilizar sus pretensiones en los próximos días.

Forcadell, mediadora activa

Salellas, según las fuentes citadas, “tiene carné del núcleo duro de Endavant, mientras que Eulàlia es del sector trostkista y partidaria también del no". El sector más moderado de la CUP está a favor de los Presupuestos para no hacer descarrilar el ‘procés’ y que se les pueda acusar desde el Gobierno, desde ERC y desde Convergència de haber hundido la independencia. De ahí que hayan dado luz verde a una negociación secreta para acercar posturas con JxS. “De hecho, hay gente de la ANC e independientes que ha estado trabajando en diferentes reuniones para acercar posturas. En el tema de educación, por ejemplo, se alcanzó un acuerdo para el aumento de 140 millones en la dotación presupuestaria y la contratación de 3.500 profesores más gracias a los negociadores de la ANC, que trabajaron el tema durante semanas. Pero también han intervenido los independientes, con un papel relevante de la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, del consejero de Exteriores, Raül Romeva, y del diputado Lluís Llach”, subrayan las fuentes. Forcadell, según estas fuentes, ha estado haciendo de puente entre el Gobierno y la CUP durante las últimas semanas.

Fuentes de la organización anticapitalista detallan a El Confidencial que en estos momentos solo dos organizaciones que forman la CUP quieren votar en contra de los Presupuestos, mientras otras nueve quieren votar a favor. Son Endavant y COS, aunque el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) puede apostar por la abstención. A favor de la luz verde estarían Poble Lliure, En Lluita, Lluita Internacionalista, Corrent Roig, Collectiu Drassanes, Arran, Constituents per la República y Crida Constituent. Pero, dado que los recuentos de votos son muy dispares en las demarcaciones territoriales (donde ganan de lejos los partidarios del no), la votación final dependerá de un puñado de votos.

En Barcelona, una de las plazas fuertes que funcionan al margen de la cúpula de la CUP, ganará posiblemente el no, pero hay otras plazas fuertes como Badalona y Sabadell donde, aunque domina el núcleo duro, quieren un sí a los Presupuestos para acabar con la incertidumbre y poner un límite al ‘procés’. “Si gana el sí a los Presupuestos, sabemos que en septiembre se decidirá definitivamente el tema. Además, si damos luz verde, estaremos dando un aviso a Convergència y presionando a ERC, porque se les habrán acabado las excusas. Ya no podrán escurrir más el bulto y dar largas al referéndum”, señala una fuente de la CUP a El Confidencial. Por eso a los más ‘duros’ ya les va bien la consigna de los ‘blandos’ de Poble Lliure: ‘Ara o mai’. Pero detrás de esta actitud hay otra digna de Nicolás Maquiavelo.

“Ara o mai”. O sea, ahora o nunca. Esta es la máxima que los ‘blandos’ de la CUP han puesto encima de la mesa en las discusiones internas que tiene esta formación anticapitalista para justificar que este fin de semana den luz verde a los Presupuestos del presidente catalán, Carles Puigdemont, para este año. Si no se aprueban los números, Puigdemont tiene pensado convocar elecciones autonómicas para dentro de dos meses. Si se aprueban, promete a los radicales completar la creación de “estructuras de Estado” y convocar un referéndum independentista el próximo mes de septiembre. Y una parte sustancial de la CUP quiere “referéndum o referéndum”.

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