El independentismo catalán pone ahora el foco en el sur de Francia

Las protestas oficiales del Gobierno francés sobre la resolución del Parlamento de Cataluña en la que se reclamaba la independencia de la Cataluña Norte (o sea, el sur de Francia) ha echado más leña al fuego del secesionismo. El Ministerio de Exteriores galo emitió una nota verbal en la que lamentaba la intromisión del Parlamento catalán en terrenos que no le corresponden y que atentan “contra la soberanía de Francia”. Esa intromisión se deriva de una resolución aprobada con los votos de Junts pel Sí (JxS, la coalición que agrupa a Convergència y a ERC) y de la CUP (72 votos a favor, 52 en contra y 11 abstenciones) en la que se reclamaba el “derecho a la autodeterminación” al conjunto de los Països Catalans (o sea, a la Cataluña Norte, Valencia, Baleares y la franja entre Cataluña y Aragón).

Y es que los independentistas no están dispuestos a renunciar a ninguno de los territorios que reivindican como parte de unos Països Catalans a los que algunos añaden el Alguer, en Cerdeña e incluso Andorra. Pero, en realidad, el sur de Francia nunca fue terreno abonado para las experiencias independentistas. La propia ERC, que abrió en un momento determinado delegación al norte de los Pirineos, tuvo que cerrarla después por el gasto que le suponía. Sin embargo, la CUP no ha perdido de vista la Cataluña Norte y, en los últimos meses, incluso ha celebrado reuniones de la cúpula en Perpiñán.

El pasado 5 de noviembre, convocó una manifestación en esa localidad bajo el lema ‘Sem Catalunya Nord, sem un país català. Volem decidir’. El objetivo era defender “los derechos nacionales y sociales de la Cataluña Norte”, aprovechando el aniversario del Tratado de los Pirineos, que supuso “la anexión de la Cataluña Norte a Francia” en noviembre de 1659. Al acto asistió la diputada Mireia Boya, así como varios miembros del Secretariado de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).

“Esta manifestación se celebra todos los años para recordar el Tratado de los Pirineos y nunca ha sido de corte independentista, pero este año, por primera vez, se reivindicó el nombre del ‘País Catalán'”, explican fuentes soberanistas a El Confidencial.

El tema se ha calentado más por la intención del Gobierno francés de unificar las regiones (similares a nuestras comunidades) de Languedoc-Rosellón y Mediodía-Pirineos en una sola denominada Occitania, lo que es visto como “un intento de centralizar aún más” el Estado galo. Esta semana, en lo que llevamos del mes de noviembre y coincidiendo con ese aniversario del Tratado de los Pirineos, la CUP, la ANC y las Juventudes de ERC (JERC) realizaron varios actos y reuniones en Perpiñán, convirtiendo a esta ciudad, según los soberanistas galos, en “la capital independentista de los Països Catalans durante dos días”.

El sur de Francia nunca fue dado a experiencias independentistas. La propia ERC cerró su delegación al norte de los Pirineos poco después de abrirla

Así, mientras la ANC convocaba a su secretariado en la localidad de Bao, se celebraba paralelamente otra reunión del Consejo Federal de la Federación de Entidades Soberanistas de los Països Catalans, del que forman parte la propia ANC, la Plataforma pel Dret a Decidir del País Valencià y la Asamblea Soberanista de Mallorca.

La ofensiva antinacionalista de Francia

En el entorno de la CUP, la Cataluña Norte se considera uno de los objetivos fundamentales. Esta formación ha realizado numerosos actos de soberanismo en los últimos años. En estos momentos, se prevé una intensificación de los mismos. El núcleo duro de los ‘cuperos’, organizado en torno al colectivo Endavant, señala en un comunicado que “las leyes de excepción puestas en marcha tras los atentados de París sirvieron como herramienta para esparcir el miedo, para el control social y han tenido como consecuencia un envalentonamiento de los sectores xenófobos y la continuación de las expulsiones de vecinos inmigrantes”. Así, acusan al Gobierno francés del “enésimo ataque a la identidad catalana, diluyéndola en el marco de una macrorregión sin ninguna referencia al carácter catalán de Cataluña Norte y con un vaciado todavía más acentuado de los pocos ámbitos de decisión política departamentales”.

Desde la ANC, en cambio, no hay un posicionamiento nuevo en relación con la Cataluña Norte. “No entramos en analizar la política del Estado francés. Nuestra posición respecto a esos territorios es exactamente igual que la que tenemos con otros territorios de habla catalana. Es decir, respetamos siempre los derechos y los deseos de las poblaciones y nos gustaría que pudiesen tener la oportunidad de decidir si mantienen su actual estatus o no”.

En la ANC defienden también el término de ‘País Catalán’ para el sur de Francia “porque hay una mayoría de gente que se ha expresado por la posibilidad de que ese nombre sea incorporado al nombre oficial de la nueva región para reconocer la particularidad del territorio”. Sin embargo, la entidad cívica soberanista por excelencia no desarrollará, al menos de momento, ninguna hoja de ruta especial para ese territorio. “En nuestra hoja de ruta no se especifica, pero en nuestro estatutos, sí: nosotros abogamos por la Constitución catalana y siempre decimos que los Països Catalans son una nación con diferentes ritmos. Eso significa que todos esos territorios, sean la Cataluña Norte, el País Valencià o las Baleares deben de tener la oportunidad de decir si quieren sumarse al proyecto político de la República catalana o mantenerse como ahora. Lo que decidan lo respetaremos siempre”.

Luz verde para los presupuestos

Lo cierto es que los independentistas consideran que la tensión en la calle, ya sea en la Cataluña Norte como en la Sur es más necesaria que nunca. Por una parte, presionan al Gobierno de Puigdemont para garantizarle mayoría parlamentaria. En estos momentos, ultiman la negociación de los presupuestos de 2017, en los que han arrancado muchas concesiones, como la reducción de desgravaciones de las hipotecas para salarios que sobrepasen los 30.000 euros anuales, o la posibilidad de subir algunos impuestos.

Pero también se han garantizado que haya partidas presupuestarias concretas para las ‘estructuras de Estado’ y el referéndum independentista del mes de septiembre. La cúpula de la CUP dará luz verde este fin de semana a la tramitación de esos presupuestos, que luego serán supervisados por las distintas asambleas de la formación anticapitalista, que es quien ha de darles la última bendición. Mientras tanto, al Gobierno le quedarán, por culpa de ese trámite, casi tres meses con los presupuestos prorrogados.

Los presupuestos de 2017 contarán con partidas concretas para las ‘estructuras de Estado’ y el referéndum independentista del mes de septiembre

Pero la CUP pone la otra vela a la tensión ciudadana en las calles, lo que consideran fundamental para que el ‘procés' no decaiga o se quede embarrancado. Las juventudes de esta formación, organizadas bajo las siglas Arran, también lo tienen claro. En la localidad de Sant Cugat del Vallès, cercana a Barcelona, apareció esta semana una pintada con las efigies de Franco, Felipe VI y Mariano Rajoy a las que se les había dibujado un tiro en la frente con pintura roja que resbalaba por sus rostros. Bajo las efigies, los símbolos de la estelada, la hoz y el martillo, el símbolo feminista y la silueta de los Països Catalans. Firmaba el mural la organización Arran de Sant Cugat. Es solo el comienzo de un invierno caliente que pretende movilizar a la población para un aún más caliente 2017, al que en algunos círculos ya denominan ‘"el año de la Victoria".