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11-S: Puigdemont y Mas reunieron a la prensa extranjera para anunciar elecciones en 2017
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11-S: Puigdemont y Mas reunieron a la prensa extranjera para anunciar elecciones en 2017

"La reunión del 'expresident' no debería haberse sabido". Fuentes del entorno de Artur Mas se mostraron molestas por trascender una reunión llevada en secreto en plena Diada

Foto: Fotografía de archivo de Artur Mas y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (i). (EFE)
Fotografía de archivo de Artur Mas y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (i). (EFE)

Carles Puigdemont y Artur Mas se reunieron en secreto este 11 de septiembre con una decena de corresponsales de prensa extranjeros en sendas reuniones que no constan en la agenda oficial de ambos políticos. La finalidad era dar a conocer sus puntos de vista sobre la coyuntura actual y justificar la hoja de ruta rupturista emprendida por las fuerzas políticas soberanistas, así como por el Gobierno catalán, y anunciarles que Cataluña tendrá en 2017 un referéndum o unas “elecciones constituyentes”.

“Estas reuniones están muy controladas. Saben muy bien quién les interesa que esté, por si tienen que escribir algo para los medios de sus países, porque interesa mucho lo que se habla de Cataluña en el resto del mundo. Los de la Generalitat no dan puntada sin hilo”, explica a El Confidencial uno de los corresponsales invitados.

Según diversas fuentes consultadas por este diario, en principio la reunión se iba a limitar a Puigdemont, pero los propios corresponsales pidieron reunirse también con Artur Mas para conocer sus opiniones. La reunión con este último tuvo lugar el día 11 de septiembre por la mañana, horas antes de las manifestaciones de la Diada, en el Palau Robert, un palacete de gestión pública ubicado en el céntrico Paseo de Gracia, en el que tiene ahora la oficina el ‘expresident’.

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En la reunión con Puigdemont, celebrada antes de su partida hacia la Salt para asistir a la manifestación de esta localidad gerundense, el ‘president’ se refirió a la coyuntura política y “se mantuvo en una calculada ambigüedad”. Algunos de los asistentes coincidieron en señalar que “no se mostró tajante en ningún momento, sino dubitativo y evitando ser rotundo en las cuestiones más candentes”. Eso sí, las fuentes coincidieron en señalar que se pronunció a favor de un referéndum pactado a principios del próximo verano, en caso de no ser posible, “por la convocatoria de elecciones el verano próximo”.

La confirmación de Puigdemont

Precisamente en Catalunya Ràdio, la emisora pública de la Generalitat, señaló ayer que está a favor de un referéndum porque es “factible, seguro, integrador y participativo”, aunque se ha de hacer “con garantías, vinculante, y ha de superar todas las pruebas de estrés que un mecanismo de estas características requiere”. Pero “si no es factible [por el hecho de que el Estado no lo convocará y la Generalitat no tiene competencias para hacerlo], tenemos una hoja de ruta que prevé elecciones constituyentes”. Es la hoja de ruta desvelada la pasada semana por El Confidencial: Puigdemont se verá abocado a convocar elecciones porque la CUP le ha puesto como condición la convocatoria de un referéndum unilateral de independencia como máximo en junio de 2017. El ‘president’ no tiene intención de convocarlo porque no tiene competencias y entonces los radicales retirarán el apoyo parlamentario al Gobierno y este quedará en minoría, por lo que ha de convocar elecciones anticipadas.

Otra cosa es el tipo de elecciones. Las del 27 de septiembre se calificaron de 'plebiscitarias', aunque fueron unas elecciones autonómicas como otras cualquiera. Las de 2017 se pretende que sean constituyentes, pero Puigdemont, según sus atribuciones, solo podrá convocar elecciones autonómicas. Lo demás dependerá del resultado de las mismas y de la gestión que los partidos políticos hagan de ese resultado. Pero, mientras tanto, los soberanistas juegan con el equívoco de adjetivar los comicios para darles mayor trascendencia.

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No hay que olvidar, sin embargo, que la explicación internacional del proceso es una de las prioridades del Gobierno catalán. Es más: en la recta final de la desconexión es la principal baza con la que esperan contar los independentistas. De ahí la proliferación de ‘embajadas’ catalanas por el mundo —con la reciente apertura de la de Lisboa—- y el anuncio de la apertura de otras cuatro. Además, la Consejería de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia se dedica casi exclusivamente a Exteriores y a la toma de contacto con organismos internacionales y con administraciones de medio mundo para ‘vender’ la independencia en otros países.

Las críticas de Mas a Puigdemont

Por su parte, Artur Mas, según manifestaron a El Confidencial, dejó caer que él nunca hubiera asistido a una manifestación, como hizo este año el actual presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que fue a la concentración independentista en la localidad gerundense de Salt. La hoja de ruta de ambos mandatarios es similar. Mas recordó que el pasado septiembre hubo “elecciones plebiscitarias” y coincidió con Puigdemont en calificar de “constituyentes” las próximas. El ‘expresident’, asimismo, “no ve claro” el que se pueda convocar el referéndum antes de las elecciones.

Fuentes cercanas a Artur Mas señalaron a El Confidencial que la reunión con los corresponsales “era un 'off the record', por lo que nadie debería saber lo que allí se habló”. Una dudosa afirmación, ya que una reunión de estas características ni es privada ni debería ser omitida de la agenda pública de un mandatario que cobra del erario público. Se mostraron también molestas las fuentes por las filtraciones de la reunión. “Todo lo que digan los corresponsales es subjetivo”, justifican sus críticas.

Según algunos de los corresponsales, “Mas nos dijo que él no había asistido nunca a una manifestación mientras fue presidente y que no hubiese asistido este año de seguir siéndolo”. En los círculos cercanos a Artur Mas, en cambio, se niega esta afirmación. “Mas jamás habló públicamente”, aducen estas fuentes para desmentir que hubiese realizado tan afirmación. En todo caso, más de dos corresponsales salieron del encuentro convencidos de que lo había dicho. Esas fuentes negaron, asimismo, que hubiese ninguna contradicción entre ambos. “Cada ‘president’ cree lo que considere oportuno y no hay ningún problema entre ellos. Su relación es absolutamente cordial”.

Carles Puigdemont y Artur Mas se reunieron en secreto este 11 de septiembre con una decena de corresponsales de prensa extranjeros en sendas reuniones que no constan en la agenda oficial de ambos políticos. La finalidad era dar a conocer sus puntos de vista sobre la coyuntura actual y justificar la hoja de ruta rupturista emprendida por las fuerzas políticas soberanistas, así como por el Gobierno catalán, y anunciarles que Cataluña tendrá en 2017 un referéndum o unas “elecciones constituyentes”.

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