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Los recelos entre partidos soberanistas amenazan una Diada con 300.000 inscritos
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Los recelos entre partidos soberanistas amenazan una Diada con 300.000 inscritos

Dicen que no será un pinchazo, pero la división en cinco marchas difuminará el posible 'fracaso'. Y además, los independentistas han empezado a hacer la guerra por su cuenta

Foto: Manifestación con motivo de la Diada 2015 en Barcelona. (Reuters)
Manifestación con motivo de la Diada 2015 en Barcelona. (Reuters)

“Esta Diada no es solo importante porque es la primera en que tenemos un Gobierno y un Parlamento netamente independentista. Lo es también porque en ella evaluaremos el grado de movilización del independentismo tras cuatro años de dura lucha y de frustraciones ante un Estado que nos maltrata y que ni siquiera responde a ninguna de nuestras peticiones. Y, por si fuera poco, nos quiere asfixiar económica, política y culturalmente”. Así se expresa, en declaraciones a El Confidencial, un alto cargo de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la entidad que, junto a Òmnium Cultural, ha protagonizado todas las grandes movilizaciones desde el año 2012.

En la ANC son conscientes de que un pinchazo en estos momentos sería una estocada mortal al ‘procés’, puesto que ahora se inicia lo que consideran el “último tramo antes de alcanzar la república catalana”. Y hay optimismo porque, a tres días de la celebración de la Diada, los inscritos oficialmente superan ya los 280.000 (hoy se ofrecerán nuevos datos oficiales que, posiblemente, superen ampliamente esa cifra).

Foto: La estelada, en la manifestación de la Diada de 2015 en la ciudad de Barcelona. (Reuters)

Las cuentas que hacen desde la cúpula de la Asamblea son diáfanas: habrá 44 tramos en las cinco concentraciones (en Barcelona, Tarragona, Lleida, Berga y Salt). En cada tramo hay aforo para 21.700 personas. Las previsiones, pues, son movilizar alrededor de 950.000 personas. ¿Es un pinchazo el que solo haya inscritos unos 300.000? “No —dice a El Confidencial una fuente de la ANC—. Por las experiencias de otros años, sabemos que los asistentes son muchos más. Por cada persona inscrita, asisten entre dos y cuatro que no se inscribieron, aunque esa cifra varía mucho dependiendo de dónde hablemos. Por ejemplo, en Barcelona es mucho más fácil que vaya mucha más gente que la inscrita, mientras que nos encontramos que en la cadena del Ebro acudieron básicamente los que previamente se habían inscrito. Pero la previsión de asistencia es mucho mayor y por eso el aforo es mucho mayor que las inscripciones”. Si hacemos caso a sus previsiones, en una estimación conservadora, la ANC podría movilizar a más de 900.000 personas, lo que conjuraría el peligro de ‘pinchazo’.

Las cinco 'repúblicas'

El simbolismo impregna todos los actos de este 11 de septiembre. En cada una de las localidades, las concentraciones serán para destacar un aspecto diferente de la futura república catalana. Barcelona será ‘la república de las libertades’ y quiere simbolizar “la sede histórica de nuestra soberanía, la futura capital de la república y la garantía de nuestras libertades ciudadanas”. Tarragona es ‘la república en red y de progreso’, denunciando así desde esa ciudad “el sangrante déficit de infraestructuras sin corredor mediterráneo y con la potencialidad económica descabezada”. Lleida es ‘la república del equilibrio territorial’ , el símbolo de la diversidad de territorios. Berga es ‘la república de la cultura’. Esta ciudad de la Cataluña profunda representa “las raíces de una identidad viva, diversa y en construcción permanente”. Y Salt es ‘la república de la solidaridad y de la diversidad’, al ser una ciudad (cercana a Girona) donde existe un altísimo porcentaje de inmigración.

Puigdemont irá a la manifestación independentista de la Diada en Salt

Las concentraciones de la tarde del domingo estarán perfectamente coordinadas entre ellas. Los asistentes llevarán no solo la camiseta confeccionada para este año (una R en dos círculos, que simboliza referéndum y república) con el lema ‘A punt’ (A punto), sino unos círculos amarillos que deberán alzar alternativamente, creando la sensación de un latido. Las pantallas interconectadas en cada una de las cinco grandes concentraciones servirán para garantizar la coordinación de todos los actos.

En las movilizaciones, participarán también más de 60 agrupaciones (‘colles’) de ‘castellers’. “Las ‘colles’ siempre han participado en las movilizaciones. Son una tradición muy ligada a las fiestas y desde siempre han tenido un aire muy festivo y familiar. Y cada año hay más que se suman a la Diada. Lo que hacen es añadir un poco de tradición a esta jornada”.

Recelos entre partidos

A pesar de esta aparente unidad, la discordia y los recelos entre partidos han acabado apareciendo. Hoy viernes, ERC, Podemos y la CUP celebran un acto en Sant Boi bajo el lema ‘Que la prudencia no nos haga traidores’. Esta es una frase pronunciada en esa localidad (donde tradicionalmente las izquierdas celebraban la Diada en el posfranquismo) por Jordi Carbonell. Carbonell acabó siendo elegido hace dos años presidente de ERC hasta su fallecimiento este mes de agosto.

Foto:  Vista de la manifestación con motivo de la Diada de Cataluña de 2015. (EFE) Opinión
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Los recelos de este acto (que por la fecha no interfiere con la Diada, aunque En Comú Podem, por su cuenta y riesgo, hace otro acto el domingo por la mañana para “conmemorar los 40 años de la multitudinaria celebración que congregó en Sant Boi a casi 100.000 personas”) provienen del Partit Demòcrata Català (PDC), que se huele un frente independentista de izquierdas para reeditar un nuevo Tripartito, pero esta vez entre Esquerra y las dos fuerzas emergentes de Podemos y la CUP. La regla de tres es lógica: el Tripartito que desalojó del poder a Convergència estaba formado por PSC, ERC e ICV. Hoy, el PSC se desmarcó de la hoja de ruta rupturista e ICV se integró en las confluencias de Podemos, mientras que la CUP irrumpió con fuerza en el panorama político catalán. Por tanto, los aliados naturales son ahora ERC, Podemos y CUP, lo que podría poner contra las cuerdas al PDC, heredero de Convergència, que quedaría como la fuerza independentista “de derechas”.

Para el PDC, que curiosamente comparte grupo parlamentario con ERC, el hecho de este desmarque no es una cuestión solo simbólica, sino motivo de preocupación, máxime cuando algunos rumores apuntan a que en las próximas elecciones los republicanos no están dispuestos a renovar coalición en Junts Pel Sí (JxS), sino que quieren presentarse con sus siglas para ganar los comicios. A los convergentes, ese solo hecho les preocupa, pero ya les pone de los nervios el que ERC pueda optar por nuevos socios y formalizar el gran frente de izquierdas.

Desde la ANC, la gran convocante de la Diada del domingo, esos recelos son ajenos a su convocatoria. “La Diada de 2016 es la Diada de los cinco puntos. El resto nos parece bien, pero no entramos en discusiones. Lo único que confirmamos es que en las movilizaciones de este domingo estarán todos los partidos, desde Esquerra a Podemos, pasando por el PDC, la CUP o Demòcrates de Catalunya. Es un acto unitario de todos los partidos que defienden las instituciones catalanas, el derecho a decidir o la independencia. Y ahí es donde van a estar todos”.

“Esta Diada no es solo importante porque es la primera en que tenemos un Gobierno y un Parlamento netamente independentista. Lo es también porque en ella evaluaremos el grado de movilización del independentismo tras cuatro años de dura lucha y de frustraciones ante un Estado que nos maltrata y que ni siquiera responde a ninguna de nuestras peticiones. Y, por si fuera poco, nos quiere asfixiar económica, política y culturalmente”. Así se expresa, en declaraciones a El Confidencial, un alto cargo de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la entidad que, junto a Òmnium Cultural, ha protagonizado todas las grandes movilizaciones desde el año 2012.

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)
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