Es noticia
Las ‘listas negras’ de intelectuales se hicieron antes de iniciarse el ‘procés’
  1. España
  2. Cataluña
LOS AFECTOS A LA SECESIÓN GANAN POR GOLEADA

Las ‘listas negras’ de intelectuales se hicieron antes de iniciarse el ‘procés’

La génesis de las ‘listas negras’ hay que buscarla en “la manía” o “la obsesión” de un reducido grupo de soberanistas por controlar el mundo de la intelectualidad

Foto: Miles de ciudadanos participan en una multitudinaria manifestación convocada por la Asamblea Nacional Catalana. (EFE)
Miles de ciudadanos participan en una multitudinaria manifestación convocada por la Asamblea Nacional Catalana. (EFE)

Fue una operación programada. Las ‘listas negras’ del independentismo, reveladas por El Confidencial, no nacieron súbitamente como una consecuencia del ‘procés’, sino que su inicio fue anterior, según manifestaron a este diario diversas fuentes nacionalistas consultadas. Los listados fueron encontrados en la sede de la Fundación CatDem, vinculada a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el año pasado, durante un registro ordenado por el juez de El Vendrell Josep Bosch, que investiga el pago de presuntas comisiones de constructoras a la fundación convergente a cambio de adjudicaciones de obras públicas.

La génesis de las ‘listas negras’, según estas fuentes, hay que buscarla en “la manía” o “la obsesión” de un reducido grupo de soberanistas por controlar el mundo de la intelectualidad. Entre ellos había “gente cercana a ERC, a CiU e independientes”, que tenían aun así un gran peso en el soberanismo. Otra de las fuentes apunta a que la lista “se pudo empezar a confeccionar hacia el año 2008”, coincidiendo con la puesta en marcha del proyecto de la Casa Gran del Catalanisme (casa grande del catalanismo) que intentó Artur Mas para capitalizar el movimiento nacionalista y que a la postre resultó un sonoro fracaso. De ese proyecto de la Casa Gran nació luego la idea de que Convergència abrazase el independentismo y fue cuando comenzó verdaderamente el ‘procés’.

El listado, promovido por algunas de las personas que manejaban el proyecto de la Casa Gran, sirvió para sondear el sector intelectual, universitario y periodístico catalán con el fin de iniciar una operación de promoción de las ideas nacionalistas y blindar una mayoría social afecta al nacionalismo. Este proyecto derivó luego hacia el secesionismo y los sondeos realizados para el proyecto primigenio sirvieron luego para establecer las bases de la intelectualidad al servicio del ‘procés’.

Por otra parte, según el listado confeccionado por los nacionalistas, los intelectuales afectos al ‘procés’ ganan por goleada a los contrarios. Esta es la conclusión a la que llegan los creadores de los listados, que analizan el apoyo que el soberanismo tiene entre profesores, intelectuales y determinados periodistas.

Los listados tienen cinco apartados, tal y como adelantó este lunes El Confidencial, que clasifican a los intelectuales como 'los nuestros', 'los nuestros séniors', 'los que no saben dónde están', 'los otros, aunque dialogantes' y 'los otros, los contrincantes (nacionalistas españoles)'.

58 incondicionales afectos al ‘procés’

El capítulo más numeroso es el de 'los nuestros', que consta de 45 nombres, entre los que se incluyen 17 periodistas pertenecientes a TV3, ‘La Vanguardia’, ‘Vilaweb’ y ‘Avui’, aunque uno de los que cita ocupa hoy un alto cargo en ‘El Periódico de Cataluña’. En este apartado, identifica al exconsejero de Comercio Francesc Sanuy (en tiempos de Jordi Pujol) como asociado a ‘Avui’, ya que era columnista de dicho medio. Los demás son opinadores o periodistas con mayor o menor rango en los medios citados, considerados los más cercanos al ‘régimen’. Curiosamente, los medios a los que pertenecen en su gran mayoría los periodistas de la lista han sido -con diferencia- los más beneficiados con ayudas públicas durante los últimos años.

A estos 45 afectos hay que añadir otras 13 ‘patums’ (figuras) que conformarían lo que se podría denominar una ‘galería especial’ dentro de los intelectuales proindependentistas. Esta pequeña lista se caracteriza por el peso específico que tienen las figuras que la integran, aunque la mayoría de ellos ya han muerto. Ahí se contaban desde el expresidente de ERC y del Parlamento Heribert Barrera, hasta el historiador Josep Benet, pasando por el historiador Josep Maria Ainaud de Lasarte, el notario Josep Maria Puig Salellas, el religioso Hilari Raguer o el exconsejero de Cultura Max Cahner. En total, pues, 58 nombres integran los afectos irredentos al soberanismo.

En el apartado de 'los contrincantes', solo aparecen cinco nombres (Victoria Camps, Francesc de Carreras, Vicenç Navarro, Joaquim Molins y Montserrat Baras), todos ellos vinculados con mayor o menor compromiso a partidos que se han salido del ‘procés’, como el PSC, Ciutadans o Podemos. En este sentido, otros cuatro nombres conforman el grupo de los 'interesantes, pero que no saben dónde están'. Por tanto, el lado de los no afectos solo consta de nueve nombres.

En la lista de los dialogantes, es decir, el de los que se consideran catalanistas pero al mismo tiempo españoles, se encuentran 17 nombres. De ellos, una buena parte se han pasado con armas y bagaje a las filas del independentismo durante los últimos años, tras las grandes movilizaciones y la tensión generada por el secesionismo. De lo que no hay duda, sin embargo, es de que, a tenor de las listas elaboradas por el independentismo, el mundo universitario, intelectual y periodístico está mayoritariamente en la trinchera del ‘procés’.

Fue una operación programada. Las ‘listas negras’ del independentismo, reveladas por El Confidencial, no nacieron súbitamente como una consecuencia del ‘procés’, sino que su inicio fue anterior, según manifestaron a este diario diversas fuentes nacionalistas consultadas. Los listados fueron encontrados en la sede de la Fundación CatDem, vinculada a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el año pasado, durante un registro ordenado por el juez de El Vendrell Josep Bosch, que investiga el pago de presuntas comisiones de constructoras a la fundación convergente a cambio de adjudicaciones de obras públicas.

El redactor recomienda