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Divorcio total: Convergència reclama a Unió 1,8 millones de la deuda histórica de CiU
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Divorcio total: Convergència reclama a Unió 1,8 millones de la deuda histórica de CiU

Como un matrimonio mal avenido, la ruptura entre CDC y Unió ha terminado por tirarse los trastos económicos a la cabeza

Foto: El portavoz de DiL en el Congreso, Francesc Homs. (EFE)
El portavoz de DiL en el Congreso, Francesc Homs. (EFE)

El proceso de ruptura de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y de Unió Democràtica (UDC) se recrudece con reproches mutuos conforme se acercan las nuevas elecciones. Como cualquier ruptura, la separación de las dos formaciones no ha sido un camino de rosas precisamente. Y ahora, para más inri, CDC exige a UDC que pague una parte de la deuda acumulada por CiU. “Si tienen dinero para hacer campaña, supongo que también lo tendrán para pagar sus deudas. Me gustaría que antes de presentarse a las elecciones, pagaran”, dejó caer ayer Francesc Homs, portavoz de Democràcia i Llibertat (la marca de CDC) en el Congreso.

Fuentes de la dirección convergente matizaron a El Confidencial que Unió “tiene que pagar lo que le toca de la deuda histórica de CiU. Nos debe 1,8 millones de euros”. Según las fuentes de Convergència consultadas, los dos partidos llevan meses discutiendo sobre el particular y, de hecho, ya han tenido varias reuniones. “Se lo hemos planteado por activa y por pasiva, pero de momento no han hecho un reconocimiento desde el punto de vista documental”. Convergència, según estas fuentes, tuvo que asumir toda la deuda de CiU “antes del 31 de diciembre del año pasado, porque de lo contrario hubiese habido problemas legales. Pero del mismo modo que temporalmente solventamos la situación, queremos ahora zanjar el tema con la asunción de sus responsabilidades financieras”.

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UDC se encuentra actualmente en concurso de acreedores, con una deuda total de 19 millones de euros. Y en la formación democristiana se considera que el tema de la “supuesta deuda” debe ventilarse en dicho concurso de acreedores. Fuentes de Unió explican a El Confidencial que este es “un tema interno. Y no han de olvidar que estamos en preconcurso de acreedores y que es ahí donde se han de negociar las deudas que tenemos. ¿Qué pretende ahora Convergència? ¿A qué viene sacar el tema de la deuda en estos momentos? ¿Es que niega el derecho de Unió a presentarse a las elecciones generales?”.

Ataques mutuos

No es solo eso. Su líder, Ramon Espadaler, defendió ayer en el comité de gobierno, el máximo órgano de dirección, el posicionamiento de presentarse a las generales del próximo mes de junio. Y fue a partir de ese momento cuando Convergència sacó su artillería. “Quizá sea por eso por lo que reaccionan de esta manera. Bien es cierto que ya no estamos en la federación de CiU, pero otra cosa es que nos vayan lanzando torpedos. Da la sensación de que lo que quieren es demostrar que no tenemos viabilidad, de que quieren crecer a costa de los votantes de Unió. Lo que están haciendo es toda una opa a Unió”, claman fuentes democristianas. Porque, desde ese punto de vista, “Convergència necesita los votos moderados que actualmente se van a UDC”.

Pero lo cierto es que Espadaler pelea por ese nicho de votos arremetiendo tanto contra Democràcia i Llibertat como contra el Gobierno de la Generalitat que preside Carles Puigdemont, a los que acusa de supeditarse a los designios de la CUP y de ERC, sin los cuales no podría gobernar. “En resumidas cuentas, solo decimos que tanto DiL como el Govern están muy subordinados y forzados por la CUP. Pero eso no es motivo como para abrir ahora el tema de la deuda”, reconocen fuentes internas del partido democristiano. De ahí que expliquen que “vemos con perplejidad que en CDC hay mucho nerviosismo y mucha preocupación por el hecho de que UDC nos presentemos finalmente a las elecciones generales”. De hecho, Espadaler ya anunció que, en ese caso, hará una “campaña modesta, ya que estamos en una situación compleja, pero eso no quiere decir que hayamos de dejar de hacer política”.

Otras fuentes añaden que la polémica es artificial y que está siendo utilizada políticamente por sus rivales y otrora socios. “Molesta que UDC se presente”, subrayó la portavoz democristiana, Montse Surroca. Luego, señaló que Unió estaría “encantada” de abrir un debate con Convergència sobre la financiación de los partidos, pero esquivó el tema de la deuda de cada uno. Ese es un tema que los democristianos solo abordarán dentro del expediente del concurso de acreedores. Desde Unió zanjan: “En todo caso, nosotros no responderemos abriendo un nuevo frente, sino solo dentro de un contexto estrictamente político”.

El proceso de ruptura de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y de Unió Democràtica (UDC) se recrudece con reproches mutuos conforme se acercan las nuevas elecciones. Como cualquier ruptura, la separación de las dos formaciones no ha sido un camino de rosas precisamente. Y ahora, para más inri, CDC exige a UDC que pague una parte de la deuda acumulada por CiU. “Si tienen dinero para hacer campaña, supongo que también lo tendrán para pagar sus deudas. Me gustaría que antes de presentarse a las elecciones, pagaran”, dejó caer ayer Francesc Homs, portavoz de Democràcia i Llibertat (la marca de CDC) en el Congreso.

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