Rivera intenta convencer a Puigdemont, que se reafirma en su 'procés'

Cordialidad entre el presidente catalán, Carles Puigdemont, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Son dos líderes jóvenes, de la última generación que se reunieron este viernes por primera vez en un encuentro que levantaba expectativas. No hubo malos humos ni malos rollos: se sentaron, hablaron y sacaron sus respectivas conclusiones. "De lo que se trataba era de encontrar los puntos que pudiéramos tener en común", explicó Rivera tras el encuentro.

Sobre la mesa, pusieron tres grandes temas importantes: Rivera pidió a los independentistas que se impliquen y participen "en el modelo de reformas que España necesita". En este sentido, pidió concretamente que los partidos catalanes, por muy separatistas que sean, participen en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para reformar la LOFCA. "Esta ley es fundamental para financiar los servicios públicos de Cataluña y España. Ahí ha de haber una caja común con servicios básicos y una corresponsabilidad fiscal de las autonomías. Lo que está claro es que hay que establecer un nuevo marco de financiación autonómica".

¿Y los catalanes qué piensan? "Cuando se aborde la reforma de la financiación, entraremos a discutir y a trabajaremos en las propuestas, pero no lideraremos una reforma de estas características, como en el pasado", le contestó poco después Neus Munté, consejera de Presidencia y portavoz del Gobierno.

El segundo tema es la reforma de la Constitución. "Queremos una Constitución que aclare cuáles son las competencias autonómicas y cuáles son las del Estado y que evite conflictos. El actual modelo está obsoleto en cuanto a competencias y la reforma puede ser un lugar de encuentro. En su día, los catalanes se incorporaron para hacer la Constitución. Los ciudadanos no entenderían que ahora se queden al margen".

Queremos una Constitución que aclare cuáles son las competencias autonómicas y cuáles las que debe asumir el Estado

Este tema es visto con desconfianza desde la Generalitat. Carles Puigdemont le dijo a Rivera que los catalanes habían propuesto muchas cosas los últimos 30 años y nunca se les había hecho caso, por lo que ya renuncian a plantear más propuestas. Munté remarcó después esa reflexión de Puigdemont. "El catalanismo político lleva treinta años proponiendo cosas. Cuando se nos habla de una reforma constitucional, resulta que este tren no está ni siquiera puesto en la vía. Sin embargo, aquí hay un mandato democrático del 27S, un mandato muy explícito y en el que trabajamos de manera activa. Por otro lado, en una supuesta reforma constitucional son los partidos los que se han de pronunciar. Pero, insisto, este supuesto proyecto no existe aún", replicó la consejera. Para el Ejecutivo catalán, no obstante, "estas reformas son claramente insuficientes en estos momentos porque tenemos un mandato democrático avalado por las urnas y con una mayoría muy sólida, absoluta, en el Parlament". En otras palabras, "en Cataluña, las urnas han hablado el 27 de septiembre y lo hicieron de forma muy clara. No nos movemos del mandato democrático del 27S y de la necesidad de avanzar". O sea: el 'procés' sigue adelante con todas las consecuencias.

El tercer tema en el que podría haber elementos comunes es el de las infraestructuras. Y ahí hay tres puntos en los que todos pueden coincidir: llevar adelante la inversión en algunas vías de comunicación, la mejora de las comunicaciones del Puerto de Barcelona y la materialización del Corredor Mediterráneo. "Estamos por un plan de infraestructuras nacional que tenga una visión distinta al de los últimos años".

Propuestas de Rivera sobre el déficit

Hay, asimismo, posicionamientos coincidentes en el tema del techo de déficit. Albert Rivera trasladó a Puigdemont que está dispuesto a hablar de ello. "Queremos hablar de un plan de reforma para las comunidades autónomas, con una cierta flexibilización del déficit, pero con compromisos de reforma". El líder de Ciudadanos señaló, a este respecto, que el Estado no había hecho los deberes. "Montoro tiene a la Seguridad Social como su principal agujero. Pero no se puede decir que la culpa es de unos o de otros, sino de todos que se haya sobrepasado un punto el déficit, lo que supone unos 10.000 millones de euros. Ante ello, nosotros proponemos dos medidas: suprimir las Diputaciones, lo que supondría un ahorro de 6.000 millones. Y recuperar el dinero de los evasores que se acogieron a la amnistía fiscal. Resulta que en vez de pagar el 10%, han pagado sólo el 3%. Si se recupera ese dinero, el gobierno tendrá otros 9.000 millones de euros que enjugarían el déficit del Estado".

Evidentemente, hay campos en los que jamás se podrán de acuerdo. Uno de ellos es en el de la inmersión lingüística. "Nosotros estamos por el trilingüismo. Que el castellano, el catalán y el inglés sean las lengua vehiculares en la educación y no contemplamos el monolingüismo como pretende Junts pel Sí", dijo Rivera. Y la portavoz de la Generalitat, Neus Munté, subrayó que ese tema "es muy relevante para nosotros y no hay coincidencias con Ciudadanos".

El segundo gran punto de desacuerdo, como no podía ser de otro modo, es el de la convocatoria de un referéndum independentista. "Nosotros recogemos un mandato democrático de las últimas elecciones", enfatizó la consejera catalana. "Esos dos puntos son irrenunciables", añadió. Pero reconoció que "a partir de aquí, hay muchos temas en los que existen coincidencias, tanto económicas como del ámbito social".

Munté aseguró que el tono ha sido bueno, con predisposición al diálogo del 'president' Puigdemont y del señor Rivera". Y anunció que en las próximas semanas habrá otra reunión para seguir intercambiando sus pareceres.