La ANC propugnará que una Asamblea solo de independentistas sustituya al Parlament
Tienen ya su hoja de ruta, y el actual Parlamento catalán le parece demasiado blando para llevar adelante la culminación del proceso de ruptura con España
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) llevará a su asamblea nacional, que celebra el próximo 17 de abril en Manresa, algunas medidas que suponen el desbordamiento social, político e institucional de esta comunidad. La ponencia sobre la hoja de ruta para los años 2016 y 2017 prevé que se repitan elecciones legislativas en España el próximo mes de junio y establece la creación de una Asamblea de Cargos Electos (ACE) que “habría de estar preparada si se produce un vacío institucional para dar legitimidad democrática y continuidad al proceso de independencia”. Se trataría de una especie de Soviet Supremo que estaría formado por cargos electos, pero solo de los partidos adictos al régimen, es decir, a favor de la independencia.
Esta asamblea estaría formada por diputados y concejales y se crearía “en los próximos meses, en un acto de afirmación de soberanía de alto contenido simbólico”. En otro párrafo destaca que la ACE, “a lo largo de esta etapa de construcción de la soberanía nacional, habrá de asumir la máxima representación legítima e institucional de Cataluña para completar el proceso”. En otras palabras, que el Parlamento elegido en las elecciones autonómicas del 27 de septiembre pasaría a ser papel mojado, bien porque estuviese ahogado o bien porque estuviese intervenido. Incluso el Gobierno de la Generalitat quedaría en un segundo plano. Aunque reconoce que, “si llega el caso, el pueblo habrá de ejercer su soberanía amparando a las instituciones catalanas, a la ACE y reclamando el apoyo de la Europa democrática y de la comunidad internacional”.
Paralelamente, y como es preciso una “coordinación del proceso tanto a nivel político como social, es imprescindible y urgente reactivar la Mesa de Fuerzas Políticas y Sociales por el Estado Propio, para poder coordinar efectivamente a nivel de país e internacional las principales actuaciones políticas y sociales de todo el proceso”. Es en el marco de esta mesa en el que se constituye la ACE, que sería una especie de Parlamento independentista provisional. En otro apartado, explica textualmente que “la ANC habrá de estar preparada para actuar ante esta situación [para defender la soberanía catalana]. Será el momento clave, la mesa habrá de garantizar la unidad en el apoyo de las instituciones catalanas. Las organizaciones independentistas y las entidades cívicas y sociales se habrán de coordinar de forma activa, decidida y pacífica”.
A pesar de esta estrategia, la ANC establece que la misión del Parlamento autonómico será la de elaborar la futura Constitución catalana y la iniciativa legislativa “que comporta el plan de choque social”. Para ello, también será necesario “desarrollar la gestión del Gobierno de la Generalitat para fortalecer la cohesión social y las bases de un nuevo crecimiento económico, social y cultural del país, así como incrementar la proyección internacional”.
La ACE garantiza el ‘procés’
La ponencia advierte de que, en caso de bloqueo o de intervención de las instituciones catalanas, “solicitaremos amparo a la comunidad internacional”. Y añade: “La respuesta del Estado español a estas iniciativas intentando paralizar el Parlamento catalán y la acción del Govern a partir de una interpretación legislativa poco democrática del TC que quiere impedir el estudio, la preparación y la elaboración de proyectos que configuren el nuevo Estado catalán es inaceptable. Observamos alarmados la progresiva transformación del TC en un nuevo Tribunal de Orden Público similar al del antiguo régimen franquista”.
La entidad soberanista prevé que “a lo largo de 2017, la Generalitat y el Parlamento de Cataluña proclamen la independencia y que inmediatamente después se aprueben las leyes de Transitoriedad Jurídica y otras herramientas del Estado que regirán el nuevo ordenamiento catalán y que entonces se convoquen las elecciones constituyentes”. A partir de ahí, se ha de aprobar en referéndum la nueva Constitución. En todo este proceso, será fundamental la proyección internacional del conflicto y la búsqueda de aliados, pero también la proyección interna de cara a la ciudadanía. “La ANC y en especial la Mesa de Fuerzas Políticas y Sociales serán los agentes activos del proceso y contribuirán a que haya la máxima participación ciudadana”.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) llevará a su asamblea nacional, que celebra el próximo 17 de abril en Manresa, algunas medidas que suponen el desbordamiento social, político e institucional de esta comunidad. La ponencia sobre la hoja de ruta para los años 2016 y 2017 prevé que se repitan elecciones legislativas en España el próximo mes de junio y establece la creación de una Asamblea de Cargos Electos (ACE) que “habría de estar preparada si se produce un vacío institucional para dar legitimidad democrática y continuidad al proceso de independencia”. Se trataría de una especie de Soviet Supremo que estaría formado por cargos electos, pero solo de los partidos adictos al régimen, es decir, a favor de la independencia.
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