Duran i Lleida se declara en quiebra: su partido (Unió) solicita preconcurso

La falta de representación parlamentaria ha terminado por asfixiar a Unió Democràtica de Catalunya (UDC). El partido que hasta hace unas semanas encabezaba el histórico dirigente catalán Josep Antoni Duran i Lleida ha decidido acogerse al preconcurso de acreedores en vista de la grave situación financiera que atraviesa la formación. A partir de hoy, Unió tiene tres meses para renegociar su deuda y evitar entrar en concurso de acreedores.

Las últimas dos citas electorales -autonómicas y generales- y su divorcio de Convergència dieron la puntilla a la formación democristiana. Al no obtener representación parlamentaria, la formación fue privada de acceder a la financiación pública que habitualmente nutre a los partidos. Según datos de 2014 del Tribunal de Cuentas, la deuda del partido asciende a más de 16 millones de euros, principalmente con entidades bancarias. Además, la separación de CDC provocó también una importante fuga de concejales y militantes que igualmente repercutió en las cuentas.

El pasado mes de enero, Duran i Lleida presentó su dimisión como líder de la formación. Según explicó entonces el dirigente catalán, su dimisión era una forma de asumir responsabilidades por los malos resultados cosechados tanto en las autónomicas como en las generales. "No se puede esconder la cabeza bajo el ala y hacer como si no hubiera pasado nada", explicó en rueda de prensa.

Pese a todo, Duran remarcó que "siempre" estará al lado de Unió y se mostró optimista ante el porvenir de la formación: "El futuro está por escribir", afirmó. Aunque el líder democristiano cree que su partido tendrá un rol central y catalán en la arena política catalana, lo cierto es que el partido ya se replantea celebrar su congreso del próximo 16 de abril, según EFE.

El soberanismo agoniza

El anuncio de Unió se produce en un momento en que a una parte del independentismo catalán no le salen las cuentas. Tal y como publica hoy El Confidencial, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), todo un símbolo del 'procés' en la comunidad autónoma, ha dejado atrás los días de vino y rosas y se encuentra sumergida en una fuerte crisis financiera que amenaza con llevar a la bancarrota a la asociación.

La plataforma civil, muy presente en los actos de la Diada y otros encuentros a favor del independentismo, ha empezado a detectar que no solo hay cada vez menos socios, sino que los pocos que quedan están mostrando resistencia a abonar las cuotas correspondientes. Han pasado de un superávit presupuestario de 70.855 euros en 2013 a pérdidas. Según las cuentas a las que ha tenido acceso este diario, el agujero de la Asamblea asciende a 529.000 euros.