Puigdemont y Colau harán frente común ante el Estado por las infraestructuras

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han acordado hoy hacer "frente común" ante el Estado en defensa de infraestructuras catalanas como el traspaso completo de Cercanías, la financiación del transporte público y las obras de la estación de la Sagrera.

Puigdemont y Colau se han reunido hoy durante cerca de dos horas en el Palau de la Generalitat, en su primer encuentro oficial desde la investidura del nuevo presidente catalán, que según la alcaldesa ha sido "útil y fructífero". Ha sido una reunión de trabajo, en la que ambos han podido exhibir sintonía en diversos temas sectoriales, especialmente en los relativos a infraestructuras de movilidad.

Colau, la primera en comparecer en rueda de prensa desde la Sala Clavé del Palau de la Generalitat para explicar los contenidos de la reunión, ha destacado por encima de todo dos acuerdos las obras de la Línea 9 del metro y la conexión del tranvía en Barcelona. Por un lado, el Ayuntamiento de Barcelona se compromete a "participar en la financiación" de las obras de la L9 hasta la Zona Franca y el barrio de la Marina, para "desencallar" el proyecto. Colau ha agradecido la predisposición del portavoz de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch, a facilitar un acuerdo presupuestario al respecto.

En los próximos días, la Generalitat y el Ayuntamiento mantendrán conversaciones específicas para desplegar este acuerdo en las partidas presupuestarias. Puigdemont ha delegado en el vicepresidente económico del Govern, Oriol Junqueras, la responsabilidad de negociar la cofinanciación de esta infraestructura, cuyas obras retomará la Generalitat a partir del 15 de febrero, según anunció el miércoles el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull.

El otro gran acuerdo alcanzado se refiere a la conexión del tranvía, que ya tuvo el aval del anterior presidente catalán, Artur Mas, y que hoy ha recibido el visto bueno de Puigdemont. Se firmará un protocolo para que la conexión del tranvía sea una realidad "cuanto antes mejor", ha dicho Colau, a la espera de que los estudios de viabilidad encargados por el gobierno municipal confirmen si el trazado más idóneo para conectar el TramBaix con el TramBesòs es la Diagonal, una obra cuya financiación correrá a cargo del Ayuntamiento.

Más allá de los proyectos concretos, y de una mejora de la coordinación entre los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana, Puigdemont y Colau han acordado una "unidad de acción" de ambas instituciones ante el Gobierno para reivindicar una serie de infraestructuras, según ha explicado la consellera de la Presidencia, Neus Munté.

Colau ha asegurado que, más allá de las diferencias, hay un "terreno común" que tienen intención de explorar y ha expresado su "voluntad de colaborar y trabajar conjuntamente" con el Govern, una voluntad que se traducirá en este "frente común" por las infraestructuras. Harán piña, por ejemplo, para conseguir el traspaso completo de Cercanías, la financiación del transporte público metropolitano, la reactivación de las obras de la estación de la Sagrera o el traspaso de la carretera B-23, para lo cual solicitarán una reunión conjunta con el Gobierno.

En esta ocasión, el proceso soberanista se ha mantenido en un segundo plano, si bien Colau ha reafirmado su defensa de un referéndum en Cataluña. La alcaldesa de Barcelona ha asegurado que el espacio político que representa tiene intención de participar en los "debates constituyentes" que genere el proceso soberanista, frente al "autoritarismo" del PP, y ha subrayado que "Barcelona, como capital de Cataluña, nunca fallará a Cataluña".