Junqueras tendrá el control del Gobierno catalán como responsable económico

¿Quién gobernará Cataluña si la CUP da luz verde a la investidura de Artur Mas? En un ejercicio de funambulismo dialéctico, el cabeza de lista de Junts pel Sí (JxS, la plataforma que engloba a Convergència Democràtica de Catalunya y a Esquerra Republicana´), Raül Romeva, insistió este martes en que “no pedimos la investidura de un presidente, sino la investidura de una presidencia”. O sea, el que figure como presidente será poco más que un títere. Es lo que, en su día, la propia Coordinadora d’Unitat Popular (CUP) llamó “presidencia coral”.

Y eso es también lo que se desprende del documento que JxS entregó a la CUP para que las bases de la formación radical lo discutan y aprueben el próximo domingo día 27 en una asamblea cuyo resultado será vinculante. Para entendernos, la coalición propone a Artur Mas como ‘president’, pero flanqueado por tres responsables de “comisiones de gobierno” con mando directo en grandes áreas. “La creación de estas comisiones tiene por objeto coordinar la actuación de los departamentos afectados y reforzar la toma de decisiones colegiada, delegando en estos órganos una serie de decisiones que son propias del Gobierno”.

El documento es calculadamente ambiguo para dejar la puerta abierta a que se pueda nombrar un vicepresidente, que sería el encargado de controlar las comisiones. Pero de no ser así, los nombres que se pusieron sobre la mesa para restar poder a Artur Mas son los del líder de ERC, Oriol Junqueras, el de Raül Romeva y el de la actual vicepresidenta, Neus Munté. El texto se pierde en detallar los decretos de constitución del Gobierno y las atribuciones que pueden ser delegadas por el presidente en las comisiones.

No obstante, detalla, tal y como había avanzado El Confidencial hace unas semanas, que habrá un presidente y las tres comisiones citadas: la de Economía, la de Estado del Bienestar y la de Asuntos Exteriores, Institucionales y Transparencia.

De la de Economía dependerían las consejerías de Economía, Empresa, Agricultura, Trabajo y Territorio y Sostenibilidad. De la de Estado del Bienestar, la de Salud, Enseñanza y Cultura. Y de la de Exteriores, la de Gobernación, Exteriores, Interior y Justicia.

El peso pesado del Gobierno

Pero aunque pueda parecer que hay un equilibrio entre las tres áreas de Gobierno, nada más lejos de la realidad. El nombre de Oriol Junqueras es el que suena para responsable del área de Economía, con rango de vicepresidente, cuestión que él mismo había hecho llegar a sus allegados hace mes y medio. En aquel momento, en el seno de JxS se había discutido la creación de dos grandes áreas dentro del Gobierno, que luego fueron ampliadas a tres por presiones de la CUP. Sin embargo, el nuevo reparto no limita el poder del área del líder de ERC, al contrario: todas las decisiones o acuerdos de cualquier comisión que tengan “implicaciones presupuestarias o patrimoniales” pasarán por sus manos y deberán disponer previamente de su informe favorable. “En especial, esta disposición será de aplicación en relación con actuaciones de fomento de empleo y función pública o firma de convenios con otras administraciones”, dice el modelo de decreto de formación de Gobierno que Mas ya tiene preparado.

Lo que pretenden algunos sectores de la CUP es alejar a Artur Mas de la responsabilidad de toma de decisiones para justificar una eventual investidura. No obstante, el núcleo duro de la formación radical sigue negándose a dar luz verde a un Ejecutivo con el líder de Convergència. Un informe sobre la investidura elaborado por Endavant, el partido con mayor peso en la CUP, señala que “Artur Mas es un líder que, como cabeza de cartel, pierde apoyo progresivamente”. Además, sostiene que “dista mucho de ser un líder transversal que cuente con el apoyo o la aquiescencia del conjunto de la base social soberanista”.

Y en una valoración de los resultados de las últimas elecciones afirma que “la contundencia del resultado –negativo para CDC, positivo para las opciones que pedían cambios sociales- creemos que valida la opción de ir a nuevas elecciones en marzo antes que aceptar la oferta totalmente rebajada y sin presidencia de consenso que ha hecho JxS. Si hacemos lo contrario, estaremos regalando todo nuestro capital político al proyecto regeneracionista de Podemos y estancaremos el voto explícitamente independentista por debajo del 40%”. Ya veremos, pues, si el próximo domingo el núcleo duro se impone a los históricos y a los independientes y frustra de nuevo los sueños de Artur Mas.