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Una convención hará independentista oficialmente a Convergència en julio
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CAMBIOS EN EL PARTIDO DE ARTUR MAS

Una convención hará independentista oficialmente a Convergència en julio

Una convención que tendrá lugar a mediados de julio certificará oficialmente lo que para muchos es una realidad desde hace tiempo: que CDC, el partido de Artur Mas, es un partido independentista

Foto: Artur Mas durante el día Nacional de Cataluña. Reuters
Artur Mas durante el día Nacional de Cataluña. Reuters

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ha comenzado una nueva etapa que culminará el año que viene en un congreso que definirá un nuevo partido que apuesta claramente por la independencia. En este proceso, el primer hito importante que afronta es una convención los días 18 y 19 de julio, en la que se aprobarán los nuevos ejes programáticos. El más importante es, según manifiestan a El Confidencial fuentes de la cúpula de la formación nacionalista, “el eje nacional, que implica hacer pasar a CDC a la categoría de partido independentista”.

Hasta las elecciones municipales, el proceso soberanista seguirá con normalidad. A partir de esos comicios, Convergència pisará el acelerador y comenzará un “proceso” similar al que quiere para Cataluña, que acabe con la separación de España.

El hecho de que la formación no hubiese sido creada bajo los parámetros independentistas no es obstáculo alguno. “Nosotros hemos intentado siempre centrarnos en lo que la sociedad demanda e identificarnos con ella. Lo que queremos es hacer un partido que responda al sentimiento mayoritario de los catalanes tanto desde el punto de vista nacional como social”, añaden las fuentes consultadas.

Su hoja de ruta, pues, se desliza por la senda de “poner al día Convergència para hacerla un partido del siglo XXI”. El tiempo y los resultados electorales dirán luego si esa estrategia es la adecuada. Los sondeos, de momento, son pesimistas. Algunas encuestas internas de los convergentes apuntan a que recupera terreno a gran velocidad ante su principal rival, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), aunque otras son más pesimistas y les dan a las dos formaciones unos resultados muy similares.

Lo malo es que algunos de los sondeos reflejan que entre los dos partidos no llegan a la mayoría absoluta para gobernar. Se abriría entonces una incógnita. En ese caso, la estrategia a seguir por los soberanistas es llevar al Parlamento catalán el inicio del proceso hacia la independencia, que consistiría en una etapa provisional hasta que pudiese estar a punto una Constitución catalana y poder proclamar unilateralmente la independencia. Esta es una de las novedades que tendrá la nueva Convergència: hasta hace poco, su líder, Artur Mas, afirmaba que todo se haría dentro de la ley. Pero una declaración unilateral de independencia no entra dentro de ese supuesto. Las condiciones, pues, han cambiado sustancialmente.

Los documentos internos de CDC son muy claros al respecto: “El Estado español ha renunciado a ser el Estado de los catalanes. Hoy tenemos el derecho y la obligación de construir uno propio”. Es un camino sin retorno. Por eso, la prioridad del Gobierno que preside Mas es tener a punto las “estructuras de Estado” necesarias para poder funcionar al margen de España.

No es la única novedad que prepara el partido, dispuesto a afrontar una reforma en profundidad de su ideario y de su estructura, en la que no descarta la celebración de elecciones primarias con sus propias reglas. El eje social y de bienestar es otro de los grandes sectores donde introducirá modificaciones para acercarse a la sociedad. La finalidad es el blindaje de lo que habría de ser el Estado del bienestar en Cataluña, con una “economía al servicio de las personas”, el apoyo a la emprendeduría, la meritocracia, el compromiso con la libertad y la sostenibilidad.

El tercer eje es el ético, donde el partido ha puesto ahora una gran parte de sus esfuerzos. “Nuestro objetivo es llegar a corrupción cero. De momento, Convergència ha firmado un convenio con Transparencia Internacional para terminar con la corrupción. Somos los primeros que hemos firmado”, dicen a este diario fuentes de la cúpula convergente. El coordinador general, Josep Rull, firmó ese convenio hace exactamente un mes.

La convención de julio, clave

La convención de julio será el primer paso para esa transformación de CDC. “Siempre hemos pretendido caminar al lado de la sociedad. Y queremos que cuando finalice este proceso también se puedan encontrar cómodas en Convergència distintas sensibilidades”. Pero, para ello, debería poder anular los efectos de los cambios en el eje nacional: el votante tradicional de CiU en las últimas décadas no era independentista y, aunque puede haber convertido a un espectro de ese electorado en soberanista, hay otro espectro que, inevitablemente, cambiará su voto y dejará de votar a CDC. Las elecciones del 27 de septiembre serán un test de primera instancia para conocer si el votante tradicional también quiere renovarse o todo es fruto del empeño de un puñado de dirigentes.

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ha comenzado una nueva etapa que culminará el año que viene en un congreso que definirá un nuevo partido que apuesta claramente por la independencia. En este proceso, el primer hito importante que afronta es una convención los días 18 y 19 de julio, en la que se aprobarán los nuevos ejes programáticos. El más importante es, según manifiestan a El Confidencial fuentes de la cúpula de la formación nacionalista, “el eje nacional, que implica hacer pasar a CDC a la categoría de partido independentista”.

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