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‘Choque de trenes’ entre PP y CiU con bravatas mutuas en el Parlamento catalán
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SEGUNDA JORNADA DEL DEBATE DE POLÍTICA GENERAL

‘Choque de trenes’ entre PP y CiU con bravatas mutuas en el Parlamento catalán

El choque de trenes entre Cataluña y España sí existe. Lo han protagonizado el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y la presidenta del PP catalán

Foto: La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho (Efe)
La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho (Efe)

El choque de trenes entre Cataluña y España sí existe. Lo han protagonizado el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, en el debate de política general que estos días se celebra en el Parlamento catalán. En su discurso inicial, Mas pronosticó que no habría choque de trenes porque España y Cataluña iban por diferentes vías y, en todo caso, lo que habrá es alejamiento de trenes.

Pero los dos dirigentes políticos se encargaron de recordar que eso no es precisamente así. Es más: el president renunció a hacer la segunda contrarréplica, como sí había hecho minutos antes con el socialista Miquel Iceta.

“Usted es un obsesivo y un irresponsable”, le espetó la popular al nacionalista, mientras que subrayaba que se había presentado en el debate como “un presidente agotado, débil y en una encrucijada, la que le plantea la Asamblea Nacional Catalana y ERC”. Y le preguntó: “¿Tiene usted hispanofobia? Porque habla mucho de Cataluña, de Europa, incluso de Francia y de Alemania, pero no cita nunca a España, excepto para decir que no cumplirá las sentencias”. Sánchez-Camacho le advirtió a Mas que los que ahora le apoyan le retirarán ese apoyo cuando no pueda poner las urnas el 9 de noviembre y se verá abocado a convocar elecciones anticipadas. “Y diga usted claramente ahora si pondrá las urnas pase lo que pase”. Mas contestó con el silencio. En otro momento, fue directa al cuello: “¿Se acaba la legislatura el 9 de noviembre? Conteste”. Silencio de Mas. “Está usted en manos de ERC y de la ANC y se ve incapaz de gobernar fuera del monotema de la consulta”, ametrallaba la popular.

Sánchez-Camacho le echó en cara que “ustedes dicen que el PP les impide votar. Pero el PP obtuvo 11 millones de votos de españoles y tiene la legitimidad necesaria como para hacer cumplir la ley”. O sea, “la soberanía de España la deciden los 47 millones de españoles no sólo 7 millones”. Y resaltó que “Cataluña necesita que usted acabe esta legislatura”.

Artur Mas, en cambio, le contestó que su intención es acabar la legislatura en otoño de 2016 “si puedo. Pero se han de dar unas condiciones políticas mínimas que espero que se den”. El president le recordó que “los problemas no se acaban diciendo que no a todo. Yo estoy totalmente determinado a que se conozca la respuesta a la pregunta planteada. ¿Qué miedo tienen ustedes a conocer esta respuesta? Porque piense que la tendrán. No la podrán parar y les horroriza tanto que la combaten por tierra, mar y aire. Pero con amenazas y miedo no la pararán. ¿No ven que la sociedad está movilizada y mucha gente está decidida a construir su futuro?. No pisen, no amenacen, no introduzcan la cultura del miedo, sino que intenten encontrar una solución, como hacen las democracias maduras”.

El president también criticó a la líder popular por sus posiciones. “Usted dice que los catalanes no quieren la independencia.¿Y cómo lo sabe? ¿Tiene una bola de cristal? ¿O tiene una inteligencia tan grande que está por encima de todo? Yo no me atrevo a decir que sí la quieren. Por eso queremos la consulta, para saberlo”.

Las sospechas de la justicia propia

En otro momento, Mas subrayó que “Cataluña es una nación y por tanto tiene derecho a decidir su futuro, como hacen otras naciones. Y no le quepa duda de que tendremos la respuesta a la pregunta que hemos planteado. No lo podrán parar”.

Ante ello, Sánchez-Camacho le recordó que “cuando el 9 de noviembre las urnas no salgan a la calle, usted será el responsable de la frustración de la gente”. También se refirió al caso Pujol y el consiguiente escándalo y puso en duda sus intenciones de crear un Estado propio. “A la vista de las acusaciones de corrupción y de la confesión que hizo Jordi Pujol i Soley, uno podría llegar a comprender su interés en crear una Hacienda propia y una justicia propia”, clamó

Al mismo tiempo, reiteró su oferta de hacer un “frente constitucionalista” de todos los partidos en contra del referéndum, tal y como había hecho hace unos días, oferta que tanto PSC como Ciutadans rechazaron de plano.

En el plano más político, Artur Mas se quejó de que el Gobierno central estrangula las finanzas no sólo de Cataluña, sino de todas las comunidades autónomas. “Y nos obliga a ir al FLA. Pero lo que hace es dejarnos un crédito. No nos regala el dinero. Nos dejan el dinero y nos cobran intereses”.

Sánchez-Camacho replicó con contundencia: “¿Y qué me dice de los 40.000 millones que le han dado los dos últimos años? ¿Los quiere devolver?. A lo mejor en algún banco andorrano le dan intereses”, dijo haciendo alusión a las cuentas andorranas de la familia Pujol. Y terció sobre el tema: “¿Cómo habría pagado a los proveedores, cómo habría garantizado el estado del bienestar sin ese dinero?. Y además, Cataluña es la comunidad que más dinero recibió. Por si fuera poco, el ministro Cristóbal Montoro le ofreció recientemente otros 1.675 millones de euros. Y todo eso, sabiendo que Cataluña es la que tiene la mayor deuda autonómica en términos absolutos: 62.700 millones de euros”. Sánchez-Camacho terminó con una pregunta reiterativa, a la que Mas también contestó con el silencio: “Diga ahora mismo, claramente, si usted, si el Gobierno catalán, pondrá las urnas el próximo 9 de noviembre”.

Menos duro fue el enfrentamiento con el líder del PSC, Miquel Iceta, que hoy se estrenaba como tal, parlamentariamente hablando. Los socialistas están de acuerdo con que haya una consulta, pero “ha de ser legal y pactada con el Gobierno central”. Iceta le recriminó a Mas si discurso autocomplaciente del lunes y le animó a ser más autocrítico. “¿Cómo quieren que nos pongamos de acuerdo si ni siquiera hemos sido capaces hasta ahora de hacer una Ley Electoral [Cataluña es la única comunidad aurtónoma que no tiene ley electoral propia]?”.

La frenética cuenta atrás

Iceta criticó también que “con su pacto con ERC, convirtió esta legislatura en una frenética cuenta atrás que acaba el 9 de noviembre. Pero ese día no se podrá celebrar la consulta perfecta. Ni siquiera una consulta buena, porque fuera de la ley no hay perfección ni bondad”. Le recordó que el Consejo de Garantías Estatutarias votó la Ley de Consultas que se aprobará el próximo viernes por 5 votos a favor y 4 en contra. “Además, ustedes pidieron permiso para hacer un referéndum Copn una pregunta determinada y ahora pretender pasar por una ley de consultas no referendarias esa misma pregunta. ¿No ve que tienen una gran contradicción?”.

Iceta le recordó que “usted tiene la obligación de acabar la legislatura. Y puede aprovechar para proponer un nuevo contrato social en estos dos años que faltan. Porque hay un malestar ciudadano no sólo por el tema territorial, sino porque el modelo socioeconómico y las instituciones no responden a las necesidades de los ciudadanos. La economía no está al servicio de las personas y los mercados dominan el país. Y hay un deterioro sistemático de los servicios sociales”.

Y dirigiéndose a Oriol Junqueras, líder de ERC (que había echado mano de varios filósofos en su discurso), ironizó: “El mundo no se acaba el 9N. Tengo una buena fuente que me lo dice. No es así, aunque tampoco lo dijo Kant. Decía mi padre una frase muy sabia: ‘creer es no saber’.Y en este debate de hoy hay mucho de creer y poco de saber”.

El choque de trenes entre Cataluña y España sí existe. Lo han protagonizado el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, en el debate de política general que estos días se celebra en el Parlamento catalán. En su discurso inicial, Mas pronosticó que no habría choque de trenes porque España y Cataluña iban por diferentes vías y, en todo caso, lo que habrá es alejamiento de trenes.

Artur Mas Alicia Sánchez Camacho
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