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Mas no quiere forzar al Rey: “Encantados de hablar con él, pero cuando toque”
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LA GENERALITAT MANTIENE SU HOJA DE RUTA

Mas no quiere forzar al Rey: “Encantados de hablar con él, pero cuando toque”

La coronación de Felipe VI no alterará la agenda del Gobierno catalán. La prioridad, para el presidente de la Generalitat es la consulta del 9 de noviembre

Foto: Artur Mas y Felipe VI el pasado mes de abril. (Reuters)
Artur Mas y Felipe VI el pasado mes de abril. (Reuters)

La coronación de Felipe VI no alterará la agenda del Gobierno catalán. “Nuestra prioridad es hacer la consulta el 9 de noviembre. Y la hoja de ruta es inamovible. Además, como bien dijo el presidente Artur Mas, en su discurso, Felipe VI no dijo nada nuevo, por lo que no cambia nada”, explica a El Confidencial una fuente de la cúpula de la Generalitat.

Los contactos de Artur Mas durante los actos de coronación y la recepción oficial de los nuevos Reyes no dejaron de ser meros “actos muy protocolarios. Sólo se puede decir que hubo una conversación ‘de ascensor’ con el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, sin mayor importancia”, aseguran las fuentes. Y subrayan que “con quien más tendremos que hablar es con el Gobierno central, no con el rey Felipe VI, ya que el tema de la consulta depende de aquel”.

También valoran el encuentro que el monarca tendrá el próximo jueves con motivo de la entrega de los premios Fundación Príncipe de Girona en el Fòrum Impulsa. “Este acto estaba previsto hace meses, mucho antes del tema de la abdicación. Pero nosotros no esperamos que Felipe VI pueda mantener una reunión con Mas ese día, porque comprendemos que acaba de tomar posesión y, además, no se había hablado del asunto hasta ahora. Evidentemente, estamos abiertos al diálogo con todos, pero no queremos forzar la situación ni al Rey. Con él ya hablaremos cuando toque. Estaremos encantados de la vida de hablar con el Rey, pero seguramente ese día [el próximo jueves] no será el momento más tranquilo para hacerlo”, enfatizan las fuentes consultadas.

Lo que sí quieren forzar, no obstante, es que el Gobierno central mueva ficha. “Tenemos la mano extendida para hablar con el Gobierno de Rajoy. Queremos pactar las condiciones de la consulta. Esta es nuestra única prioridad en estos momentos. Nuestra voluntad es de diálogo y no modificaremos ni una milésima nuestra hoja de ruta para cambiar el objetivo”, aseguran desde el Gobierno catalán.

Esa hoja, añaden, no la han variado ni los resultados de las elecciones europeas, donde CiU sufrió un revolcón y, por primera vez, fue superada por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que ganó los comicios en esta comunidad: “Las europeas han dado como resultado que todos griten ‘sálvese quien pueda’. Han evidenciado la mala salud de los grandes partidos españoles y la primera consecuencia fue la dimisión de Rubalcaba. Incluso no es una cuestión neutra en la abdicación del Rey”.

El gran pacto de Estado

En el Gobierno catalán admiten que el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha mantenido frecuentes y periódicos contactos con el presidente de la Generalitat. Contactos de los que era perfectamente conocedor el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien los aprobaba debido a la excelente relación que mantiene con el líder socialista.

Una fuente conocedora de los entresijos de la alta política explica a este diario que Rajoy y Rubalcaba estaban dispuestos a alcanzar un gran pacto de Estado a medio plazo que podría desembocar en una modificación de la Constitución para zanjar, de una vez por todas, el tema territorial y acabar con el “problema catalán”. Para ello, Rajoy había maniobrado para apartar de los círculos de decisión al ala dura del PP y a los hombres todavía leales a José María Aznar. De ahí que el nombre del expresidente español ni siquiera fuese incluido en los actos de la campaña electoral.

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Un miembro del Gobierno catalán reconoce que “Rubalcaba ha hablado con el president de ello y sabíamos que se estaba cocinando un gran pacto. Lo que desconocemos es si su calado hubiese sido tan profundo como para llegar a la modificación de la Constitución. Pero sí que se quería buscar un acuerdo multilateral que zanjase el problema catalán”.

La misma fuente detalla también que Rubalcaba y Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), tenían previsto lanzar sendos discursos en las jornadas que el Círculo de Economía celebra en Sitges a finales del mes de mayo. Al ser un acto que congrega a la flor y nata de las finanzas y la política, era el lugar idóneo “para lanzar el mensaje de que hay que portarse bien, para hacer un llamamiento a Artur Mas”. Habría sido el pistoletazo de salida para un periodo en el que había que ir convergiendo hacia el gran pacto de Estado. Pero el resultado de las europeas no acompañó “y las caras eran de funeral. No pudieron dar el mensaje que tenían preparado”.

Las dos operaciones, pues, fueron abortadas por los resultados electorales. En Cataluña ignoran cómo se abordará en el futuro el problema catalán, con Rubalcaba en la cuneta y el Gobierno español enrocado en sus posiciones y negándose a hablar de referéndum alguno. Pero insisten en que ha de haber “diálogo, diálogo y diálogo. Que el Estado plantee alguna alternativa”. Porque, subrayan, “resulta que aquí el único que tiene un plan B es Artur Mas. Ni el Gobierno central ni ERC saben qué hacer al día siguiente de la consulta. Y sólo Artur Mas lo tiene claro: convocar unas elecciones plebiscitarias”.

La coronación de Felipe VI no alterará la agenda del Gobierno catalán. “Nuestra prioridad es hacer la consulta el 9 de noviembre. Y la hoja de ruta es inamovible. Además, como bien dijo el presidente Artur Mas, en su discurso, Felipe VI no dijo nada nuevo, por lo que no cambia nada”, explica a El Confidencial una fuente de la cúpula de la Generalitat.

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