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El fiasco financiero del Mobile: recauda solo tres millones entre inversores privados
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La fundación paga cada año 9 millones a GSMA

El fiasco financiero del Mobile: recauda solo tres millones entre inversores privados

La Fundación Mobile World Capital está naufragando en uno de sus objetivos principales: la captación de fondos privados por parte de las empresas del sector

Foto: Un trabajador retira una valla ante el recinto ferial del Mobile World Congress. (EFE)
Un trabajador retira una valla ante el recinto ferial del Mobile World Congress. (EFE)

La Fundación Mobile World Capitalestá naufragando en uno de sus objetivos principales: la captación de fondos privados por parte de las empresas del sector, según reconocen fuentes del mundo de las telecomunicaciones. La Mobile World Capital es uno de los puntos de apoyo clave para la celebración cada año del Mobile World Congress en Barcelona, que organiza GSMA.

Hasta ahora, sólo dos empresas han aportado fondos a la fundación: Telefónica, con 2 millones cada año, y que además es patrón; y Damm, que en 2013 dio un millón. Punto y final. Ninguna compañía privada más ha donado otras partidas, con la ironía de que la cervecera catalana puede presumir de exceso de caja pero no tanto de empresa tecnológica.

Estos resultados se encuentran muy lejos de cuando se planteó la creación de la Fundación Mobile World Capital, con sede en Barcelona y que supone un apoyo clave para la continuidad del Mobile World Congress, cuya última edición se ha celebrado con gran éxito el pasado mes de febrero. En este sentido, se esperaba que, además de los 90 millones que iba a manejar la fundación hasta 2018 provenientes de dinero público, hubiese una cantidad similar de fondos privados de grandes corporaciones que en teoría iban a hacer donaciones a esta fundación. Pero en este sentido, el proyecto ha marrado el tiro.

La Fundación Barcelona World Capital se constituyó como condición determinante impuesta por la organización internacional del sector GSMA para que Barcelona renovase la organización del Mobile World Congress. Es decir, la ciudad que ganase ser sede del Congreso tenía que impulsar esta fundación.

Los patronos son seis: el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat, el Gobierno español, la Fira de Barcelona, la propia GSMA y Telefónica. Pero de estos sólo cuatro aportan fondos: 5 millones anuales cada uno por parte del Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno; y los 2 millones ya antes comentados que abona Telefónica. Básicamente, el apoyo a la fundación proviene de dinero público.

Aportaciones y cobros

En defensa del Ayuntamiento de Barcelona hay que destacar que en 2012, año de puesta en marcha de la Fundación, sólo ellos pusieron sus 5 millones. El resto de ejercicios, hasta el 2018, se seguirá aportando esta cantidad.

Pero hay patronos que pagan y patronos que cobran. Así, GSMA se lleva cada año más de 9 millones de euros en concepto de royalties. Además, Fira de Barcelona le cobra a la fundación por determinados servicios que presta, como gastos de oficina e infraestructuras y servicios varios. Y de la misma manera, el mantenimiento del Mobile Center en Plaza Catalunya, en un edificio de Telefónica, tiene un coste de otros 2 millones anuales. Y se ha de celebrar un festival o gran evento anual cuyo coste medio se calcula en otros 3 millones.

Sin fondos

Total, que en la práctica la Fundación Mobile World Capital se queda sin fondos para lo que debía ser su objetivo fundamental: que la celebración del Mobile World Congress cada mes de febrero en Barcelona acabara teniendo una traducción industrial en el tejido empresarial catalán, según denuncian fuentes del sector de las telecomunicaciones en Cataluña.

De hecho, la ausencia de una política industrial más activa en el sector hace que la actividad de lobby de la Mobile World Congress quede coja. Como mucho, se consigue que un representante de la fundación vaya empotrado en los viajes del alcalde Trias. Pero eso no es suficiente, según valoran estas mismas fuentes del sector.

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. (EFE)Insuficiente apoyo de Montoro

Otro de los puntos débiles es que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no ha cumplido con todos sus compromisos con la Mobile World Capital. El marco legal que finalmente se aprobó permite la desgravación por donación pero no por esponsorización. Y la fundación está solicitando ahora que en los próximos presupuestos se tenga en cuenta esta modificación, lo que facilitaría que, al menos, las empresas españolas pudiesen sumarse al proyecto o dispusiesen de suficientes incentivos para ello.

En cambio, los gigantes internacionales del sector no tienen ninguna motivación para participar en la Fundación Mobile World Capital. Al hacer un diseño de la fundación basado en incentivos fiscales, empresas como Google, Microsoft o Apple, que no pagan impuestos ni en España ni en su propio país, tampoco consiguen encontrar razones suficientes para participar en esta entidad sin ánimo de lucro, lo que, por pasiva, acaba también jugando contra la intención de la entidad de hacer de palanca industrial que potencie las telecomunicaciones en Cataluña.

De hecho, el sector de las telecomunicaciones en Cataluña carece de grandes locomotoras que dinamicen el sector, tanto entre las grandes operadoras como en los gigantes de internet y de las redes sociales.

El retorno para Barcelona es la celebración de la feria cada mes de febrero. Se calcula que el Mobile World Congress genera para la ciudad un gasto de 350 millones en cada edición, del que se benefician básicamente hoteleros, hostelería y restauración, servicios, transportes como el taxi y el sector del ocio.

La Fundación Mobile World Capitalestá naufragando en uno de sus objetivos principales: la captación de fondos privados por parte de las empresas del sector, según reconocen fuentes del mundo de las telecomunicaciones. La Mobile World Capital es uno de los puntos de apoyo clave para la celebración cada año del Mobile World Congress en Barcelona, que organiza GSMA.

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