Convergència celebra hoy su convención para diseñar “el futuro Estado catalán”

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) celebra hoy y mañana su convención nacional donde perfilará lo que será el supuesto Estado catalán. “Se trata de determinar qué parámetros ha de tener el Estado catalán, qué modelo de Estado queremos con las aportaciones de estudios que hemos hecho y del trabajo de expertos a través de la Fundació CatDem”, explican fuentes de la cúpula convergente a El Confidencial.

“La UE no podría presentarse ante el mundo como un proyecto de paz, de democracia y de integración territorial y, al mismo tiempo, expulsar a una de las naciones más antiguas de Europa -dice la ponencia Comprometidos con Europa, a la que ha tenido acceso este periódico-. Al mismo tiempo, al lado de esta razón política tan poderosa, pesarán también los intereses más crematísticos, como el hecho de que Cataluña es contribuyente neta en términos fiscales (aporta más de lo que recibe) o bien que nuestro país tiene una posición geoestratégica dentro del continente siendo una de las principales puertas de entrada de mercancías en Europa”.

Y afirma que las manifestaciones que dicen que Cataluña quedaría fuera de la UE “sólo se explican desde la voluntad política de disuadir a los catalanes de disponer de un Estado propio, pero en ningún caso responden ni a los precedentes históricos de la UE ni a su lógica de funcionamiento en la actualidad y mucho menos al interés compartido de futuro”.

El reto que tienen ahora los catalanes, subraya, es “alcanzar la plena soberanía sin enviar un mensaje agresivo al resto de Estados”, que el proceso catalán “viene de lejos” y que “no tendrá consecuencias sobre la integración territorial del resto de Estados europeos”. Y ello porque “Europa es nuestra razón de ser. Pertenecemos a ella, somos parte de ella desde el Imperio Carolingio y Aquisgrán es nuestra capital histórica. Europa forma parte de nuestro ADN”.

Economía

La ponencia Comprometidos con una economía al servicio de las personas recoge su aspiración de aprovechar su situación geográfica para convertirse en un punto clave del comercio del sur de Europa. En este ámbito, CDC promete un corredor mediterráneo ferroviario con vías de ancho europeo y “el uso de sistemas de peaje únicamente como mecanismos de gestión sostenible de la movilidad”.

El apartado estrella, no obstante, es el que hace referencia a la Hacienda propia, que nacerá de Tributs de Cataluña, el núcleo presentado el pasado mes. En este ámbito, CDC promete cambiar radicalmente la política del Gobierno central y bajar los impuestos. Critica que Madrid haya creado siete nuevos impuestos y haya subido todos los demás. “El monopolio del diseño de la política fiscal por parte del Estado español es un factor clave para el hecho de que Cataluña soporte algunos de los tributos más altos de Europa y de la OCDE”, dice el texto.

Sus propuestas concretas se basan en “reducir los tipos impositivos nominales, especialmente en Renta y Sociedades”. Además, aboga porque “el Impuesto de Sociedades ha de ser diferente para las pymes que para las grandes empresas”.

La ponencia detalla que también “habrá de construir un potente y eficaz Servicio de Comercio Exterior que acompañe y facilite las relaciones comerciales internacionales de nuestras empresas, que ha de ser extraordinariamente proactivo”. Y hace una curiosa afirmación: “Como miembro de la UE, Cataluña tendrá que adherirse a la Organización Mundial del Comercio”.

El texto señala, asimismo, que con la independencia, “se podrá convertir el aeropuerto de Barcelona en un hub intercontinental. Por otro lado, con la colaboración de España, habría que potenciar igualmente el corredor del Ebro para establecer un ágil enlace entre el Mediterráneo y el Cantábrico”.

Protección social

La ponencia Comprometidos con el estado del bienestar apunta a que se promoverá la natalidad. Y subraya que se estudiará cómo ayudar a las familias que tienen hijos. “Se puede optar por un sistema de prestaciones o servicios directos o bien por un sistema de cheques-servicio y, evidentemente, será preciso que este sistema se intensifique para aquellas personas que decidan tener un número de hijo superior a la cuota de sustitución, es decir, tres hijos o más en el caso de parejas, dos hijos en el caso de personas individuales”.

Sin embargo, la ponencia destaca que “esta Administración pública ha de garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades, pero en ningún caso ha de subsidiar a los jóvenes. Derechos, pero también deberes. Rechazamos ser una generación subsidiada”. Ya continuación subraya también: “Somos una generación comprometida con la radicalidad democrática y apostamos decididamente por el voto a los 16 años”.

Respeto para el castellano

Otra de sus propuestas importantes es situar el Salario Mínimo Interprofesional en el 60% del sueldo medio de Cataluña. En cuanto a la inmigración, detalla que “para la futura obtención de la nacionalidad catalana será necesario acreditar un conocimiento mínimo de la lengua, historia y cultura catalanas y comprometerse a respetar los valores como la igualdad de género, la libertad individual, la democracia, el respeto a los derechos humanos, la lucha contra el racismo y laxenofobia”.

En cuanto al idioma, establece el catalán como elemento de integración y cohesión social y como lengua vehicular en la escuela y respecto al castellano señala que “es un patrimonio que tenemos y es la lengua primera de buena parte de la población de Cataluña y, por tanto, con unos derechos lingüísticos personales que no se pueden obviar y que se han de preservar”. Y, al ser un idioma de gran difusión internacional, se le ha de tener “en alta consideración”.

Regeneración democrática

Por último, en la ponencia Comprometidos con una nueva gobernanza, que hace referencia a la “regeneración democrática” y a la transparencia, CDC afirma que implantará el voto electrónico, que reducirá la duración de las campañas electorales y que eliminará “la sumisión de los medios de comunicación a los bloques electorales, garantizando una política de información en base a criterios periodísticos”.

Y, más adelante, ataca el tema de la financiación de los partidos. “Para conseguir la confianza de la ciudadanía, es preciso que se consensúe cómo se financian, de dónde sale el dinero para el funcionamiento de los partidos: ha de haber ingresos públicos, en función de los resultados, y privados, tanto de empresas -con la transparencia necesaria-, como de ciudadanos -con las cuotas de los militantes y con microdonaciones-. La limitación de mandatos en los cargos internos de los partidos han de permitir evitar situaciones de concentración y mal uso del poder y facilitar el funcionamiento leal y democrático”.

El último apartado de esta ponencia señala que la creación del nuevo Estado “nos ha de permitir, como sociedad, consolidar aquellos valores que nos han hecho ricos como pueblo, aquéllos que forman parte de nuestra esencia”, pero advierte de que “el nuevo Estado habrá de llevar a cabo un proceso constituyente. Este proceso habrá de ser participado y consensuado por el conjunto de la población”.