El macroproyecto de juego de Bañuelos en Tarragona queda en manos del PP catalán

El proyecto de ocio y juego de Barcelona World, que impulsa el promotor Enrique Bañuelos en Tarragona, precisará de los votos del PP en la cámara catalana. Esta es la primera conclusión de la comparecencia del consejero delegado de Veremonte, Xavier Adserà, en la Comisión de Economía del Parlament, dadas las reservas del resto de grupos parlamentarios. Sin el apoyo del PP, los planes de Bañuelos se quedarán en nada.

Este martes, ERC y, sobre todo, PSC, han mostrado su oposición tanto a aumentar el techo construible en la zona denominada centro recreativo y turístico (CRT), una amplia área al sur de Tarragona donde se encuentra Port Aventura, como a mejorar el marco fiscal. En esta zona está prohibido el juego, y Bañuelos pretende que el cambio de ley le permita tener seis licencias de casino, aumentar los actuales 400.000 m2 de techo construible a más de dos millones y reducir la tasa de juego actual del 55% actual al 10%, en línea con la rebaja fiscal que aplicó la Comunidad de Madrid para captar el proyecto de Eurovegas.

Consultado por El Confidencial, el diputado del PSC Xavier Sabater ha manifestado que su grupo votará en contra del aumento de edificabilidad y de la rebaja fiscal, las dos esencias del cambio de la ley.

De la misma manera, ERC ha mostrado sus reticencias a la rebaja fiscal en la comisión de comparecencia en la que Adserà ha acudido a defender el proyecto. El diputado republicano Pere Aragonés ha recriminado a Adserà que con esta rebaja fiscal la Generalitat podría acabar ingresando menos por la tasa del juego de lo que percibe actualmente. En este sentido, Adserà ha afirmado en sede parlamentaria que Veremonte podría asumir una cláusula garantista que asegurase a la Administración catalana no perder flujos fiscales por este concepto.

Fuentes cercanas a ambas formaciones aseguran que las razones van más allá del análisis del proyecto, del que no se ha aportado ninguna novedad. Los motivos son políticos. El PSC no tiene nada que ganar en un clima de enfrentamiento abierto con CiU por la cuestión de la independencia. Y ERC ve muchos riesgos en cambiar la ley y que pase lo mismo que le sucedió a Ignacio González en Madrid: plegarse a las condiciones de los promotores y que luego estos los dejen en la estacada.

Con estos partidos en contra, más la negativa de Ciutadans y de las CUP a apoyar el proyecto, a CiU, que se encuentra en minoría en el Parlament, sólo le queda el PP. Con lo cual se produciría la paradoja de que Bañuelos conseguiría lo imposible: poner de acuerdo a CiU y el PP en un único asunto durante la turbulenta legislatura de la consulta soberanista.

Estas dos formaciones suman los votos necesarios para cambiar el marco legal de CRT. Y Adserà les ha confirmado a los diputados catalanes lo que ya avanzó El Confidencial, que la Comunidad de Madrid está buscando un inversor que sustituya a Adelson para tomar el relevo en Eurovegas, por lo que ha pedido a los diputados que no pierdan ese tren. Más presión para estos en el Parlament.

Un destino, no un casino

Fuentes cercanas al proyecto explican que el plan de Bañuelos pasa por promover un destino, no un casino. Eso es BCN World, un punto en el mapamundi a medio camino entre Las Vegas, Macao y Hong Kong que sirva para atraer turismo asiático de manera masiva con dos focos de interés: juego y compras, algo que hoy por hoy no existe en Europa.

Para eso quiere aprovechar la coyuntura: tipos bajos en los mercados de deuda y capitalización alta de los grupos de juego en todo el mundo. Por ejemplo, Melco Crown, el socio de Bañuelos para el primer resort de los seis que tendrá BCN World, ha disparado su cotización en bolsa durante el último año de 20 dólares a más de 40, es decir, el valor de su acción se ha doblado. El marco perfecto para captar capital, como quiere Bañuelos y luego buscar socios para cada resort.

Pero para eso necesita el cambio legal. Este martes, Adserà insistió en su idea de empezar las obras antes del verano. Parece difícil pese a que la ley del CRT se tramita con carácter de urgencia. Porque, además, Veremonte necesita que salgan a concurso las seis licencias de juego. Eso es lo que dará valor a Veremonte y le permitirá captar los 1.000 millones de dólares iniciales, de los 4.000 previstos para el conjunto del proyecto, cuya construcción se prolongaría durante una década.