Es noticia
El truco de Mas: sus preguntas permiten 'ganar' al independentismo con sólo el 49%
  1. España
  2. Cataluña
CONSULTA SOBERANISTA

El truco de Mas: sus preguntas permiten 'ganar' al independentismo con sólo el 49%

Las preguntas propuestas para el referéndum tienen trampa: en ningún momento se inquiere de forma directa a toda la población sobre si quiere la independencia

Foto: Artur Mas y Oriol Junqueras. (Reuters)
Artur Mas y Oriol Junqueras. (Reuters)

Las preguntas propuestas para el referendum catalán tienen trampa: en ningún momento se inquiere de forma directa a toda la población sobre si quiere la independencia o no. Bajo la formulación actual (¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado? En caso afirmativo, ¿Quiere que este Estado sea independiente?”) sólo puede saberse indirectamente el porcentaje total de ciudadanos favorables a la secesión.

Imaginemos por un momento que la consulta se lleva a cabo. Supongamos un resultado muy favorable a los convocantes; por ejemplo, un 70% de síes a la primera pregunta y un 70% de síes a la segunda. Podríamos pensar que han ganado los independentistas, ¿verdad? No es difícil visualizar las portadas de los diarios del día siguiente: “Cataluña vota abrumadoramente por el sí”. Este resultado correría el riesgo de equipararse con un “Cataluña quiere la independencia”. Pero sería falso: en realidad sólo quedaría demostrado que el 70% del 70% del total de los votantes es independentista. Pero esa cifra es menor que la mitad del total, como mostraremos a continuación.

La forma más sencilla de verlo es la siguiente: imaginemos que votan 100 catalanes, pongamos 49 de ellos independentistas, 21 federalistas y 30 españolistas. Ganaría el sí en la primera pregunta con el 70%. A la “segunda ronda” pasarían sólo 70 personas, los federalistas y los independentistas. Estos últimos son mayoría: el 70% también del segundo grupo. Es decir, el sí habría ganado doblemente, 70% y 70%. Victoria total, ¿no? Pues no: recordemos que, en total, únicamente hay 49 independentistas frente a 51 no independentistas.

Formato de votación inusual

En las pasadas elecciones hubo 5.413.510 censados. Siguiendo con nuestro ejemplo (70% y 70%), asumiendo que votan todos, el número de personas con “derecho” a votar a la segunda pregunta sería el 70% de 5.413.510. Es decir, sólo 3.789.457 podrían votar directamente a la pregunta de la independencia. De ellos, el número de independentistas sería el 70% de esa cantidad, 2.652.619. Esa cifra es menor que la mitad de los votantes, 1/2x5.413.510 = 2.706.755. Es decir, incluso en un caso en que el referéndum le saliera redondo a sus convocantes, con un 70% de respuestas afirmativas a la primera pregunta y un 70% a la segunda, la independencia habría perdido.

placeholder

“Si sólo la gente que ha votado sí a la primera pregunta puede votar a la segunda, entonces estaríamos ante un formato de votación inusual”, asegura Michael P. McDonald, experto en consultas de la George Mason University y de la Brookings Institution. “Creo que el cálculo apropiado para la segunda cuestión sería añadir a los que han votado que no a la segunda cuestión a aquellos que dijeron que no en la primera cuestión, al menos hasta donde comprendo las dos preguntas, que no me resultan del todo claras”, reconoce este académico americano.

Los expertos consultados han pedido que se les confirme hasta dos veces que a la segunda pregunta sólo se deja votar a los que han votado que sí. Pero así lo dijo Artur Mas en la rueda de prensa del pasado jueves: él dijo que se trata de “una sola pregunta con dos apartados”, y al “segundo apartado: en caso de respuesta afirmativa, que son aquellos que hayan respondido que sí quieren que Cataluña se convierta en un Estado, ¿quiere que este Estado sea independiente”. Dicho de otro modo: sobre la independencia no se pregunta al total de los votantes, sino que se deja fuera a una parte importante de la población.

La segunda pregunta debe ser independiente

El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha asegurado: “Si en la primera parte de la pregunta gana el sí y en la segunda el no, el independentismo no habrá ganado el referéndum”. Falta saber qué considera ERC que gane el no en la segunda pregunta.

“Nunca he visto una votación en una elección en la que la pregunta a una opción está hecha de tal modo que se requiera que se vote en una determinada dirección a la anterior. La segunda pregunta realmente debería ser independiente de la opción escogida en la primera pregunta”, apunta el profesor Robet Y. Shapiro, experto en encuestas políticas de la Universidad de Columbia de Nueva York. “Creo que todos los votantes deberían responder a la segunda cuestión para dar una estimación del apoyo para un Estado independiente directamente”.

El problema, por supuesto, se podría resolver con un poco de matemática básica: bastaría con ignorar el porcentaje de votos de la segunda pregunta, y calcular el porcentaje real dividiendo el número de votantes del sí a la segunda pregunta entre el total. Pero, si se quiere saber si hay una mayoría de catalanes por la independencia, ¿por qué no se pregunta directamente a todos los catalanes cuántos quieren la independencia, como se ha hecho por ejemplo en Escocia? En porcentaje directo, Mas o ERC aparentemente no pueden perder. Si las cifras están por encima del 50%, podrían verse tentados a vender el resultado como una victoria, incluso aunque el número de independentistas esté considerablemente por debajo de la mitad del total.

Por supuesto, hay combinaciones en las que sí podría considerarse que gana el independentismo, pero todas requieren porcentajes muy elevados de respuestas afirmativas a ambas preguntas (Ver tabla). Si T es el número total de participantes, X% es el porcentaje de respuestas afirmativas a la primera pregunta, e Y% es el porcentaje de respuestas afirmativas a la segunda pregunta, entonces habría que calcular cuando el Y% del X% de T es mayor que T/2. Es decir, sólo cuando X/100 * Y/100 sea mayor que 0.5, o lo que es lo mismo, sólo cuando X*Y sea mayor que 5000. Esto ocurre en los casos especificados en la tabla adjunta.

Hay muchos otros aspectos tramposos en la pregunta. Por ejemplo: ¿qué es un Estado? ¿Qué porcentaje de la población sabe qué es un Estado? ¿Cuál es la alternativa a un “Estado independiente”? ¿Por qué se plantea una consulta como si fuera una encuesta? Pero esa es otra cuestión.

placeholder

Las preguntas propuestas para el referendum catalán tienen trampa: en ningún momento se inquiere de forma directa a toda la población sobre si quiere la independencia o no. Bajo la formulación actual (¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado? En caso afirmativo, ¿Quiere que este Estado sea independiente?”) sólo puede saberse indirectamente el porcentaje total de ciudadanos favorables a la secesión.

Independentismo Cataluña Oriol Junqueras Artur Mas
El redactor recomienda