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ADMITE LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA

CDC asume plenamente la hoja de ruta de ERC hacia la separación de España

Es una doble estrategia de CDC, que ha de contentar a su socio de Gobierno y a su electorado más nacionalista y al mismo tiempo estar a bien con Rajoy

Foto: El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el dirigente de ERC, Oriol Junqueras. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el dirigente de ERC, Oriol Junqueras. (EFE)

Una de cal y otra de arena. Cuando parecía que el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, había abandonado las veleidades independentistas o, por lo menos, había retirado el pie del acelerador en su hoja de ruta hacia la secesión, resulta que su partido dice todo lo contrario.

El líder nacionalista había medido bien sus palabras la semana pasada cuando admitió, por primera vez, que en el año 2014 puede no haber referéndum independentista, tal y como han pactado Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Esquerra Republicana (ERC).

Las presiones por parte de los republicanos no se hicieron esperar. Y estos tienen la sartén por el mango, ya que la estabilidad del Gobierno catalán depende de ellos. Si Oriol Junqueras no apoya a Artur Mas, este se vería obligado a convocar elecciones mañana mismo, a no ser que hiciese un acto público de contrición y renegase de su estrategia del último año, en cuyo caso podría tener el apoyo de populares o socialistas.

Así las cosas, este fin de semana, Mas matizó ante el consejo nacional de su partido sus palabras de dos días antes: podría no celebrarse el referéndum, pero eso no significa que CDC renuncie a la independencia. Es más: esta es su principal objetivo a corto plazo.

Es una doble estrategia de CDC, que ha de contentar a su socio de Gobierno y a su electorado más nacionalista y al mismo tiempo ha de estar a bien con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, para tender puentes de diálogo y tratar de arrancar favores políticos y económicos de la Administración central. A ERC, el que hable con Rajoy no le preocupa. Es más: los republicanos fueron los inventores de la estrategia de que hay que hablar con el Gobierno español para que este diga que no permite el referéndum y así no dejar más posibilidades que la proclamación unilateral de independencia.

El secretario de Organización de CDC, Josep Rull. (EFE)En medio de ese dilema, Convergència asume ya plenamente las tesis de Esquerra respecto a la hoja de ruta hacia la separación de España. Las razones expuestas hace tiempo por los republicanos son ahora blandidas por los convergentes, que consideran que el proceso iniciado no tiene marcha atrás y sólo puede acabar en la secesión. El propio secretario de Organización de CDC, Josep Rull, lo admitió ayer tras la reunión de la dirección del partido: si el Estado no deja celebrar un referéndum, sólo existe la posibilidad de que Artur Mas convoque unas elecciones plebiscitarias para 2016. Y, como esperan ganar, tras las elecciones sería inevitable una proclamación unilateral de independencia.

Un viaje sin retorno

Esta hoja de ruta ya había sido detallada por ERC en sus documentos internos desde hace dos años, aunque hasta el momento Convergència nunca la había explicitado oficialmente con tanta claridad. Para Rull, “el Estado propio no tiene retorno”, por lo que si Mas convoca unas elecciones plebiscitarias “significa que se han roto todos los puentes”. Y entonces es la hora de “poner todas las cartas encima de la mesa para dejar claro que si no hay vía acordada habrá que ir hacia otro mecanismo”. En ese tipo de elecciones, se daría “un mandato al nuevo Parlamento para proclamar el Estado catalán”.

También dejó claro, igual que ya lo hiciera Esquerra hace algunos meses, que el actual objetivo de Convergència ya es sólo el Estado propio. Aunque Rajoy ofreciese una nueva financiación, a los nacionalistas ya no les interesaría la oferta. Su interés por esa nueva financiación -o por el pacto fiscal- murió en septiembre del año pasado, cuando Rajoy cerró las puertas a esa posibilidad en una reunión que mantuvo con Artur Mas en Moncloa.

Igual que hicieran los republicanos, Convergència también tiene ahora como libros de cabecera los manuales sobre las bondades de la separación de España. Su última aportación es un resumido compendio de 8 razones a favor del Estado propio: este es garantía del Estado del bienestar; una Cataluña soberana tendría viabilidad económica; Cataluña necesita un Estado que preserve su identidad; Cataluña mantendrá intacto su compromiso europeo; el Estado catalán será un buen vecino de los otros Estados; el paro bajaría un 10% si Cataluña fuese un Estado; el Estado catalán seguirá manteniendo el euro como moneda; y el castellano será plenamente respetado en el futuro Estado catalán. Casi todas esas premisas ya habían sido asumidas por Esquerra en el pasado.

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La portavoz republicana, Anna Simó, por su parte, insistió ayer en sus prioridades, que no son otras que poder realizar el referéndum en el 2014, “tal como establecen los pactos con CiU”. Los dirigentes de ERC han adoptado la consigna de lanzar únicamente ese discurso, no dando por perdida la posibilidad de realizar la consulta, por mucho que diga Artur Mas que este ha de ser “legal”, o sea, pactado con el Gobierno español. Lo malo es que el Ejecutivo español no está dispuesto a dar su permiso, por lo que Mas no podrá convocarlo nunca. En ERC opinan, sin embargo, que el éxito de la cadena humana de este miércoles (quiere unir el norte con el sur de Cataluña en lo que se conoce como Vía Catalana) va a reafirmar las aspiraciones independentistas y que a Artur Mas no le quedará más opción que fijar la fecha del referéndum y la pregunta, decisión que ha de tomar antes de fin de año.

El líder de ERC, Oriol Junqueras (d), junto a la secretaria general, Marta Rovira (c), y la portavoz Anna Simó. (EFE)Los republicanos aseguran que hay cuatro ingredientes que llevarán a la consulta: la necesidad urgente de salir de la situación de crisis, que sólo se puede hacer por la vía de un Estado propio; el previsible éxito de la Vía Catalana; el trabajo en las estructuras de Estado que ya ha iniciado Mas; y la estabilidad parlamentaria que ERC da al Gobierno. Ante esta situación, ERC pasa ahora a una siguiente etapa, que es la de cuál será la pregunta a responder en un eventual referéndum. Lo que tiene claro esta formación es que a esa pregunta “se ha de responder con un sí o con un no”, según Anna Simó.

El vicesecretario de Coordinación Institucional de CDC, Lluís Corominas, fue ayer condescendiente con los republicanos. “Tanto la fecha como la pregunta se pactarán antes de fin de año. La consulta se hará durante el 2014 y se explorarán los cinco marcos legales de que disponemos. Si eso no es posible, el escenario sería el de las elecciones plebiscitarias”. Y Josep Rull también admitió que “nosotros planteamos un referéndum con dos respuestas posibles: sí o no. Ahora bien, hemos de ser respetuosos con el proceso. Hemos de pactar la pregunta y el calendario, por lo que no se puede dar una visión cerrada de estos dos temas”.

Carreteras cortadas

La prioridad de ambas formaciones, sin embargo, es ahora la coordinación ante la cadena humana de mañana miércoles. Debido a esta movilización, el Departamento de Interior confirmó ayer el cierre temporal de las principales vías de comunicación (las carreteras N-340 y N-2), así como la apertura de las barreras de los peajes, que significarán la gratuidad de las autopistas en los tramos afectados por los cortes de vías, tal y como había adelantado El Confidencial. A partir de la una de la tarde, se prohibirá la circulación de vehículos con tara superior a los 3.500 kilos y a las 16:45 se cortará todo el tráfico, que volverá a ser restablecido pasadas las 6 de la tarde.

El consejero de Interior, Ramon Espadaler, señaló ayer que más de 6.800 agentes estarán operativos durante la jornada, de ellos casi 2.500 dedicados exclusivamente a preservar la seguridad en la Via Catalana.

Una de cal y otra de arena. Cuando parecía que el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, había abandonado las veleidades independentistas o, por lo menos, había retirado el pie del acelerador en su hoja de ruta hacia la secesión, resulta que su partido dice todo lo contrario.

Artur Mas Oriol Junqueras Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)
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