La monja soberanista Forcades apunta a La Caixa y ‘amenaza’ la Diada

La monja catalana Teresa Forcades ha encontrado un nuevo enemigo: La Caixa. La religiosa benedictina, que ha entrado en política para dar dimensión social al proceso independentista, ha convocado una iniciativa en Twitter denominada #EncerclemLaCaixa ('rodeemos La Caixa') para unir la reivindicación nacionalista con la lucha por los derechos sociales.

La Caixa sigue sin pronunciarse sobre el proceso independentista que se vive en Cataluña, pese a que hay voces que están pidiendo que financieros como Isidre Fainé o Josep Oliu, presidente del Banc Sabadell, digan lo que opinan al respecto.

En cambio, la iniciativa de Forcades ha molestado a la Assemblea Nacional Catalana (ANC), los impulsores de la Vía Catalana, la cadena humana que han convocado para recorrer Cataluña entera de norte a sur el 11 de septiembre, efemérides de la Diada. Esta movilización está teniendo un seguimiento masivo –según los organizadores, a principios de este mes ya había 300.000 inscritos–, pero hay numerosos tramos de la cadena, en especial en la zona del Delta del Ebro, en los que falta gente.

Y como hay lugares de la cadena con huecos, se cree que las 2.500 personas que precisa Teresa Forcades para su iniciativa van a ser finalmente claves, por lo que se está acusando a la monja de dividir al movimiento independentista precisamente en un día clave, tal y como se considera la próxima Diada. La situación ha llegado a tal extremo que la ANC se ha desmarcado de la iniciativa de Procés Constituent a Catalunya, el movimiento impulsado, entre otros, por la benedictina.

Por su parte, los financieros catalanes siguen sin mojarse en el tema político medular en Cataluña, lo que no es extraño teniendo en cuenta que entre los planes de los promotores de la independencia no se ha incluido explicar cómo sobrevivirán las grandes entidades financieras catalanas que tienen el 80% de sus depósitos en el resto de España. Y eso con los mercados de titulización europeos cerrados a cal y canto. Es lo que tiene el independentismo: su fuerte no está en los detalles.