Es noticia
Mas coloca un 'topo' en la ONG que evaluará la transparencia de su Gobierno
  1. España
  2. Cataluña
BATALLÉ, VOCAL DE TRANSPARENCY INTERNATIONAL

Mas coloca un 'topo' en la ONG que evaluará la transparencia de su Gobierno

Todo apunta a que Transparency International designará al Govern como el más transparente de España. En su directiva, un hombre vinculado a CDC

Foto: El presidente de la Generalitat, en una reunión del Govern. (Efe)
El presidente de la Generalitat, en una reunión del Govern. (Efe)

Víctor Batallé es poeta, es dramaturgo, es escritor, es traductor y es creativo publicitario. Pero también es político y es miembro de la dirección española de la organización Transparency International (TI). Esta última ocupación lo hace singularmente peculiar. ¿Por qué? Por su estrecha vinculación con Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y los coqueteos de esta y del presidente catalán, Artur Mas, con Transparency International, que se encarga de evaluar los Gobiernos más transparentes de España.

Pero los fantasmas de su pasado también pueden pasarle factura, ya que hace unos años ocupó puestos de responsabilidad en una entidad que ahora está bajo sospecha e investigación judicial: la Fundación Ramon Trias Fargas, que era la fundación oficial de CDC. Y las sospechas se derivan del hecho de que a través de esta institución, el partido pudo haberse financiado ilegalmente con dinero procedente del Palau de Música.

“La vocación de colaborar con la sociedad civil siempre había existido en la Fundación […]. En el ámbito institucional, nunca hubo la voluntad de enriquecimiento personal ni tampoco por parte delas personas que llevaban la Trias Fargas ni por parte del partido que la amparaba. Lo que el señor Millet hizo [se refiere a Fèlix Millet, saqueador confeso del Palau de la Música], lo decidirá la justicia. Nosotros sólo hacíamos cosas con el Palau como las hacíamos con la Pedrera o Sant Felip Neri”, declaraba Batallé, en mayo del 2010, al diario El Punt Avui.

También decía que los convenios que la fundación convergente había firmado con el Palau “fueron un poco antes de mi época”. Sin embargo, la memoria le traicionaba, ya que los documentos hallados tras estallar el escándalo demostraban que Millet había firmado convenios con Víctor Batallé por los quese comprometía a financiar a la Trias Fargas con un total de 630.000 euros a razón de 120.000 euros anuales.

Fèlix MilletPoco antes de esa entrevista, en noviembre de 2009 (apenas dos meses después de estallar el caso Palau y cuando nadie intuía todavía las implicaciones políticas del asunto), el Ayuntamiento de Sant Cugat había sido distinguido con el premio de TI al Ayuntamiento más transparente de España. En esa época, Sant Cugat era la principal ciudad de Cataluña cuyo Ayuntamiento estaba en manos de Convergència i Unió (CiU), ya que todas las grandes urbes eran dominadas por los socialistas.

Un Ayuntamiento bajo sospecha

Curiosamente, poco después el nombre de Sant Cugat apareció vinculado al escándalo del Palau, ya que una gran obra municipal, un polideportivo millonario, fue adjudicado a la empresa Ferrovial y aparecieron anotaciones sospechosas que calculaban el 4% de la adjudicación, que presuntamente voló en forma de comisiones ilegales hacia la fundación convergente.

Batallé, que ya formaba parte del selecto comité ejecutivo de TI España, hubiera debido saber algo al respecto, puesto que por razón de su cargo de director de la Trias Fargas conocía de sobras los caminos por los que el dinero llegaba a la organización.

Pero en pleno revuelo del caso Palau, justamente cuando el fiscal acusa con contundencia a CDC de financiarse ilegalmente, justamente cuando el juez ratifica el embargo de la sede del partido por un presunto desvío de dinero de 5,1 millones de euros y justamente cuando el presidente catalán, Artur Mas, se ve obligado a dar la cara en el Parlamento autonómico para explicar el papelón de Convergència en el presunto desfalco, el propio president presentaba una web sobre la transparencia de su Gobiernoy explicaba que ya cumple con prácticamente todos los requisitos que le exige TI para ser la Administración más transparente de España.

No ha sido distinguido todavía oficialmente con ese premio, pero lo espera en un futuro próximo: si en el 2012 ocupó el puesto número 10 del ranking de las comunidades españolas, espera pasar al primer puesto en el próximo índice.

Inhabilitado para dar diplomas

“De hecho, nos sorprendió hace unos años que el Ayuntamiento de Sant Cugat recibiese el premio al consistorio más transparente de España, pero no hurgamos más en el asunto. Ahora, tras la campaña de Artur Mas por parecer más transparente y la operación de imagen que está llevando a cabo, si es verdad que Batallé está en la dirección de Transparency International, estos nombramientos quedan en entredicho”, señalaa El Confidencial una fuente de los socialistas catalanes.

Fuentes oficiales de CiU consultadas por este diario, en cambio, niegan que hubiese ninguna operación política detrás delas distinciones de TI. “Es cierto que Batalléfue director de la Trias Fargas, pero de eso hace mucho. Hace tiempo que le he perdido la pista y no le veo por el partido desde hace años”, afirman a El Confidencial.

La duda enla designación de administraciones transparentes, sin embargo, ya está sembrada. “No puede ser que uno de los señores que fue director de una fundación investigada judicialmente sea miembro de la dirección de una organización que otorga diplomas de transparencia. Si su propia labor al frente de la Trias Fargas está en entredicho, ¿qué autoridad moral puede tener para dar diplomas de transparencia?”, acusan desde la oposición.

La misión de Trasnsparency International queda clara en la presentación de su portal en Internet: es una “organización internacional no gubernamental, no partidista, y sin fines de lucro, dedicada a combatir la corrupción a nivel nacional e internacional. Desde su fundación en 1993, TI ha sido reconocida ampliamente por colocar la lucha anticorrupción en la agenda global”.

En la presentación general, señala que es la “única organización no gubernamental a escala universal dedicada a combatir la corrupción, congrega a la sociedad civil, sector privado y los gobiernos en una vasta coalición global […]. Aborda las diferentes facetas de la corrupción tanto en el interior de los países como en el plano de las relaciones económicas, comerciales y políticas internacionales. El propósito es comprender y enfrentar los dos rostros de la corrupción: quien corrompe y quien permite ser corrompido”.

En España, su presidente es Jesús Lizcano y en el consejo de dirección cuenta también con Antonio Garrigues Walker, Jesús Sánchez Lambás y Manuel Villoria, todos ellos prestigiosos juristas (GarriguesWalker había coqueteado con la política al fundar en los años 80 el Partido Demócrata Liberal y Sánchez Lambás, además de ser el abogado de la Infanta Elena, es cuñado de Alfredo Pérez Rubalcaba). En su comité ejecutivo tiene, además, 18 vocales, entre los que se encuentra Batallé.

Víctor Batallé es poeta, es dramaturgo, es escritor, es traductor y es creativo publicitario. Pero también es político y es miembro de la dirección española de la organización Transparency International (TI). Esta última ocupación lo hace singularmente peculiar. ¿Por qué? Por su estrecha vinculación con Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y los coqueteos de esta y del presidente catalán, Artur Mas, con Transparency International, que se encarga de evaluar los Gobiernos más transparentes de España.

Artur Mas Caso Palau Generalitat de Cataluña
El redactor recomienda