Trias quiere convertir Barcelona en septiembre en la capital de los ‘Països Catalans’

El alcalde de Barcelona, el convergente Xavier Trias, ha vuelto a desatar la polémica con la oposición, que le acusa de estar más pendiente de promocionar actos nacionalistas que de gobernar la ciudad. La causa de estas críticas es la presentación del calendario de actividades, a partir del próximo mes de septiembre, para conmemorar el tricentenario de la caída de Barcelona ante las tropas de Felipe V en 1714. Lo malo es que el dinero que falta para otras cosas parece brotar de entre las ruinas del Born en este caso: el consistorio gastará en la conmemoración un total de 2,5 millones de euros.

Lo que empezó siendo algo etéreo e inconcreto, sin apenas gastos públicos, ha alcanzado ya un nivel importante de capitalización del dinero de todos. La Generalitat había contratado 'gratis total' a su comisario, el periodista Miquel Calzada, Mikimoto, pero poco después comenzó a liberar partidas para la formalización de una oficina de la conmemoración, a la que destinó, de entrada, un millón de euros, aparte de las subvenciones y ayudas a proyectos relacionados con la efemérides.

El Ayuntamiento no quiso ser menos. La solvencia económica del consistorio barcelonés era la mejor de toda España y CiU encontró las arcas llenas cuando se hizo con las riendas del poder local. Tanto que Trias sufraga incluso gastos multimillonarios de la Generalitat cuando esta no llega con sus presupuestos. Pero también tiene su propio comisario para conmemorar los fastos de 2014, igual que hace la Generalitat. Y, aunque contrató al periodista Toni Soler como tal (dicen que gratis), ahora han comenzado a desgranarse los gastos de la fiesta. Para empezar, 2,5 millones de euros para unas 80 actividades.

Pero eso es sólo un trozo del dispendio total, puesto que para el periodo de 2013 a 2015 está prevista una inversión municipal de 16,2 millones de euros en el Centro Cultural del Born, lo que representa un 60% de la inversión total en equipamientos culturales. De estos millones, 3,3 corresponden a la urbanización de los entornos, 1,5 a la arquitectura interior e instalaciones, 3 a la ampliación del museo y 8,4 a museografía. Cuando se haya concluido la reconversión del recinto del Born en la 'zona cero' del independentismo catalán (tal y como la calificó el director del propio Centro Cultural  Born, Quim Torra), se habrán destinado a este proyecto un total de 84 millones de euros, de los que la empresa municipal ha puesto sobre la mesa casi 65 millones, el Instituto Cultural de la ciudad (Icub) más de 17 y la compañía municipal BSM más de 2.

Un abanico de actividades

El comisario Toni Soler presentó ayer el calendario de actos, que se realizarán bajo el lema genérico de "Viure lliure "(Vivir libre), en recuerdo al lema de la resistencia de Cardona (último reducto en caer antes de Barcelona), donde los defensores de la ciudad enarbolaron una bandera negra con la frase "viurem lliures o morirem" (viviremos libres o moriremos). 

Entre los actos previstos hay montajes musicales (La Fura dels Baus será uno de los grupos participantes), pero también jornadas de debate (la exdirectora de TV3 Mònica Terribas coordinará un ciclo) o muestras artísticas que van desde recreaciones de escenas cotidianas durante las fiestas de la Mercè de Barcelona hasta exposiciones o demostraciones culinarias con protagonistas como Ferran Adrià o Joan Roca, el último tres estrellas Michelin.

Para el PP, el proyecto nace ya viciado en origen, ya que consideran que vincular el equipamiento del Born a la independencia de Cataluña le restará credibilidad al rigor y la objetividad que se le exige a un centro cultural. A ello se le suma la intención del Ayuntamiento de Barcelona de convertir el Born “en un espacio de referencia sobre la cultura en Cataluña y en todos los Països Catalans, ya que Barcelona ha de cumplir sin complejos la función de capital cultural de los Països Catalans”. Así consta en un escrito oficial que fue presentado al consejo de administración del Icub el pasado 3 de octubre.

Un documento interno del PP señala, a este respecto, que en el tema del equipamiento cultural del Born se están mezclando “interpretaciones interesadas de hechos históricos con sentimientos para hacer apología del independentismo”.

El polémico bando de Casanova

La concejal popular àngels Estellés también presentó un escrito en la Comisión de Cultura del Ayuntamiento pidiendo que no sólo se ponga una gran bandera catalana a la entrada del recinto (esta bandera costó 7.000 euros al Ayuntamiento, cuyo mástil mide 17,14 metros, en homenaje al año 1714), sino que se exhiba también el pendón de Santa Eulàlia (patrona de la ciudad, ya que bajo este defendieron la capital catalana de las tropas de Felipe V y no bajo la senyera) y un bando histórico del ídolo nacionalista Rafael Casanova.

El bando no tiene desperdicio y fue colgado en las calles barcelonesas a las 3 de la tarde del 11 de septiembre de 1714. En él, se termina haciendo un llamamiento a “derramar gloriosamente la sangre y la vida por su Rey, por su honor, por la patria y por la libertad de toda España”. Para Estellés, ello significa que “en aquella guerra se luchó por los foros propios y por la Corona de España” y sería bueno que “esto quede reflejado en el Centro Cultural del Born, ya que se quiere reproducir la historia de la ciudad”.

Para los nacionalistas, el bando no fue suscrito por Casanovas ni por Antonio de Villarroel, el comandante de las tropas defensoras, sino por el Gran Consejo de los Tres Comunes y que el propio Casanova había dictado otro bando a primera hora de la mañana pidiendo a los mayores de 14 años que se sumasen a la defensa de la ciudad. Desde las filas populares, no obstante, se apela a un libro editado por la propia Generalitat donde se recoge la intervención de Rafael Casanova en el bando citado. De lo que no hay duda es de que ese bando existe y, si se analiza detenidamente su contenido, las tesis independentistas quedan bastante malparadas. Porque, aunque la resistencia de Barcelona luchó efectivamente contra el borbón Felipe V, no es menos cierto que esa lucha era a favor del archiduque Carlos, candidato de la casa de Austria a la Corona de España, y no por la independencia de la nación catalana.