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Una institución de Barcelona encargó espiar a 50 políticos, periodistas y empresarios
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FELIP PUIG Y XAVIER CRESPO, ENTRE LOS ‘TRABAJADOS’

Una institución de Barcelona encargó espiar a 50 políticos, periodistas y empresarios

Desde el año 2009 se han realizado en Barcelona casi un centenar de investigaciones 'políticas', es decir, que afectan a miembros de partidos políticos o de

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Una institución de Barcelona encargó espiar a 50 políticos, periodistas y empresarios

Desde el año 2009 se han realizado en Barcelona casi un centenar de investigaciones 'políticas', es decir, que afectan a miembros de partidos políticos o de la Administración. Incluso, desde una institución social barcelonesa se han canalizado cincuenta ‘informes’ que afectan además a empresarios y periodistas. Un alto cargo de esa institución, aficionado a la investigación, daba cobertura legal a los dossieres, que luego eran convenientemente canalizados.

El resto de ‘trabajos’, hasta el centenar, no eran encargados por nadie. “Hay alguna agencia que realiza los trabajos y luego busca comprador en el mercado, con lo que los cobra sin apenas coste y, además, legalizan el trabajo que han hecho”, explica a El Confidencial un veterano detective barcelonés. Es un secreto a voces desde hace tiempo.

Uno de los informes confeccionados afecta directamente al actual consejero de Empresa y Ocupación de Cataluña, Felip Puig, que los dos últimos años había sido consejero de Interior. Durante una época, justamente antes de ser nombrado como tal, Puig fue seguido y controlado por una agencia de detectives. En el informe que obra en poder de El Confidencial, se relatan anécdotas e incluso se da pábulo a rumores de barra de bar. También se incluyen datos profesionales sobre su hermano Jordi Puig, del que se citan empresas que tenía con Jordi Pujol Ferrusola,  y con Ignacio López del Hierro, marido de María Dolores de Cospedal. El texto del dossier incluye, asimismo, datos sobre su pareja y sobre sus “hombres claves” en el territorio catalán, y relata actividades de los mismos.

Otro de los políticos que fue objeto de seguimiento fue el exalcalde de Lloret, Xavier Crespo, actual diputado de CiU y para quien el fiscal ha pedido su imputación debido a las supuestas conexiones con la mafia rusa asentada en la Costa Brava.

Tras el descubrimiento del espionaje a que fue sometida la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, durante una comida con María Victoria Álvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, en el restaurante La Camarga, las alarmas se han disparado. Supuestamente, las escuchas habían sido realizadas por la controvertida agencia de detectives Método 3. Las dos mujeres habían acudido al restaurante y un micrófono oculto en el florero que les pusieron en la mesa grabó toda su conversación. Un modo de proceder que, según manifiestan fuentes conocedoras del asunto, ha sido más que habitual durante los últimos años.

La Brigada de Delitos Tecnológicos de la Policía, juntamente con la Brigada Policial, se han puesto en marcha para investigar el asunto. “Es muy pronto para saber qué ha pasado. Lo único que podemos confirmar es que hay una investigación abierta”, señalaron fuentes del Ministerio del Interior a este diario. El propio ministro, Jorge Fernández Díaz, admitió ayer en los pasillos del Congreso que “se está trabajando a fondo en el tema y hay mucha información”.

Para que una investigación sea legal, según fuentes del sector, es preciso que exista un encargo oficial y se firma un contrato entre agencia y cliente. Y en ese contrato, evidentemente, no se contienen peticiones que puedan entrar en el terreno de la ilegalidad. “A veces, se pueden camuflar los encargos, pero sería fácilmente identificable la autoría por las fechas de firma del contrato”, añaden estas fuentes. 

Los espiados

Por ello, subrayan que las investigaciones realizadas por la institución “oficialmente, tienen cobertura legal, siempre y cuando no se hayan utilizado métodos ilegales para obtener información, como pinchazos de teléfonos, compra de información confidencial o grabación en recintos privados. Otra cosa es que no sirvan para la institución que las haya encargado”.

Pero también es verdad que el encargo permite a las agencias realizar trabajos 'a medida'. Según ha podido constatar este diario, hay decenas de espionajes sobre políticos que se han efectuado durante los últimos años. La gran mayoría de estos encargos dejan mucho que desear por la calidad de la información que contienen, excepto algunos dossieres puntuales sobre conversaciones grabadas subrepticiamente, como la de Alicia Sánchez-Camacho, de un interés muy concreto.

Desde el año 2009 se han realizado en Barcelona casi un centenar de investigaciones 'políticas', es decir, que afectan a miembros de partidos políticos o de la Administración. Incluso, desde una institución social barcelonesa se han canalizado cincuenta ‘informes’ que afectan además a empresarios y periodistas. Un alto cargo de esa institución, aficionado a la investigación, daba cobertura legal a los dossieres, que luego eran convenientemente canalizados.