Trias exige el edificio del Banco de España para montar la Agencia Tributaria catalana

En plena batalla mediática a causa de la independencia de Cataluña, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha entrado en escena al firmar un acuerdo con el representante de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el ayuntamiento de la capital catalana. Y lo ha materializado echando una manita al presidente de la Generalitat, Artur Mas, en sus pretensiones de reclamar la soberanía y con un guiño de máximos: quiere el Banco de España para montar la Agencia Tributaria de Cataluña.

Trias y Jordi Portabella firmaron un pacto este lunes por el que los republicanos votarán a favor del Plan de Acción Municipal (PAM) barcelonés, es decir, la hoja de ruta que detalla las inversiones que se deben hacer toda esta legislatura. Y, entre los pactos, acordaron reclamar al Gobierno central el emblemático edificio del Banco de España en plena Plaza de Catalunya; el de Correos, en la plaza Antonio López; y el de los sindicatos, en Via Laietana. ¿El motivo? Según Portabella, el del Banco de España deberá albergar la futura Agencia Tributaria Catalana cuando Cataluña se independice. Los otros se dedicarán a albergar otras “estructuras de Estado”, aunque los republicanos verían con buenos ojos que el de Correos se reconvierta en la biblioteca provincial.

El pacto ha molestado a los socialistas, que ya habían alcanzado un acuerdo con Trias para permitirle aprobar su PAM absteniéndose, ya que el PP votará en contra. El PSC de Barcelona, no obstante, había puesto una condición: que CiU no pactase iniciativas independentistas con ERC. De ahí que ahora estudien con lupa el acuerdo a que han llegado los nuevos socios. Y si el PSC vota en contra, el alcalde barcelonés se encontrará con un verdadero problemón, puesto que el PAM no saldrá adelante.

Cierto que puede ir gobernando sin aprobar las cuentas, pero se encontraría con que entre socialistas y populares pueden neutralizar muchas de las iniciativas del consistorio debido a la implacable aritmética: los convergentes tienen 14 concejales, mientras que los socialistas tienen 11. Pero el PP dispone de 9 concejales, ICV tiene otros cinco y ERC sólo dos. Además, ICV y CiU no tienen muchos puntos en común en lo que a política municipal se refiere.

Debate interno en el PSC

Fuentes del PSC señalaron a El Confidencial que el partido tiene un “debate interno” para decidir si Trias ha incumplido ya su parte del pacto y obrar en consecuencia. Este debate es duro, ya que el líder socialista en el Ayuntamiento, Jordi Martí, fue quien forzó el acuerdo con Trias en contra de la mayoría de la poderosa Federación socialista de Barcelona, que lidera el senador Carles Martí. Finalmente, el primero logró sacar adelante el pacto en el consejo territorial. Pero los partidarios de votar en contra del PAM tienen ahora nuevos argumentos pare revisar ese voto de confianza.

En realidad, la reclamación del edificio del Banco de España ya figuraba en el programa electoral de CiU del año 2007. ”Era una de las propuestas estrella cuyo mayor defensor es el teniente de alcalde Jaume Ciurana -dicen a este diario fuentes municipales-. Lo que se pedía era su traspaso como edificio, para albergar la biblioteca provincial, pero en ningún caso había la intención de pedir el traspaso de sus competencias”. Con el pacto CiU-ERC, sin embargo, las cosas parecen haber cambiado.

Otras fuentes socialistas consultadas admiten que el principal partido de la oposición debate el tema, pero que la reivindicación de Trias y Portabella “obedece a una política de gestos y, en realidad, es inocuo”. Estas fuentes subrayan que “somos conscientes de que la ciudad necesita una hoja de ruta y haremos todos los esfuerzos por facilitar que se apruebe el PAM.

Nuestra posición es no tener en cuenta estas salidas de tono, porque los costes de entrar en su juego serían muy altos para la ciudad. Sabemos que si reaccionamos vetando el PAM, incluso podríamos salir beneficiados, pero quien lo pagaría serían todos los ciudadanos, que se quedarían sin plan de inversiones para toda la legislatura”.

Las fuentes de la oposición también quitan importancia al tema, a pesar de que el propio Trias declaró, tras el 11 de septiembre, que le gustaría ser el alcalde de la capital del nuevo Estado catalán independiente. “Se excusan en las palabras para armar mucho revuelo pero en sustancia no dicen gran cosa. Además, hemos de entender que estamos en precampaña electoral y lo que están haciendo es contentar a su potencial electorado. Y también es cierto que, en estas situaciones, cualquier cosa se magnifica”.

Los socialistas, de todos modos, tienen ahora en su tejado la patata caliente de si permiten a Trias aprobar su PAM para los próximos años. Los partidarios de no darle facilidades al alcalde intentarán los próximos días que el jefe de la oposición municipal reconsidere su postura de dejar que sigan adelante.