Los nacionalistas preguntan oficialmente a Europa cómo independizarse

Los nacionalistas catalanes siguen manos a la obra en su propio proyecto vital: la independencia de Cataluña. El pistoletazo de salida que dio el presidente Artur Mas reclamando estructuras de Estado no cayó en saco roto. Y el primer movimiento de sondeo ante las instituciones europeas ya es una realidad.

Los representantes de Convergència i Unió (CiU), Iniciativa per Catalunya  (ICV) y de la coalición de la que forma parte Esquerra Republicana (ERC) son los que han dado ese primer paso y presentaron una pregunta parlamentaria para conocer la primera impresión de la Comisión Europea y saber si ésta tiene una hoja de ruta prefijada para estos casos. La pregunta parlamentaria fue presentada en las instancias oficiales por los cabezas de lista correspondientes, Ramon Tremosa, Raül Romeva y Ana Miranda, que aunque es del Bloque Nacionalista Galego actúa en nombre de Esquerra.

La interpelación reclama la opinión de las instituciones europeas ante un eventual proceso de independencia de Cataluña, ya que “cabría la posibilidad de que se convocara, en un futuro, un referéndum de autodeterminación”.  Debido a esta circunstancia, el texto señala: “¿Cree la Comisión Europea que un referéndum democrático de autodeterminación en una región europea es conforme a los principios democráticos del Tratado de la UE, especialmente, los artículos 2 y 10?”, dice el texto de la interpelación.

El artículo 2 aboga por los valores “de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías”. Y el artículo 10 hace referencia a la representatividad de los ciudadanos y los Estados en las instituciones comunitarias y en uno de sus apartados señala que “los partidos políticos a escala europea contribuirán a formar la conciencia política europea y a expresar la voluntad mayoritaria de los ciudadanos de la Unión”.

Acto seguido, la interpelación señala: ”Puesto que el dictamen del Tribunal Internacional de Justicia sobre la declaración unilateral de Kosovo establece que el principio democrático está por encima del de integridad territorial y, por lo tanto, del derecho estatal, ¿cree la Comisión que, para el buen funcionamiento de la Unión, le tocaría establecer una hoja de ruta democrática y transparente, para la eventual independencia de Cataluña?”. 

Una tercera tanda de preguntas señala: “¿Cree la Comisión que un proceso claro y democrático es indispensable para garantizar los derechos democráticos y políticos de los catalanes -ciudadanos europeos-, así como los derechos adquiridos de los ciudadanos europeos con nacionalidad no española que residen en Cataluña? ¿No cree la Comisión que hay que dar seguridad jurídica también a las inversiones internacionales y europeas en Cataluña, especialmente por el hecho que este territorio europeo integra el mercado común y la zona euro, y teniendo en cuenta la grave crisis económica que afecta la UE?“.

“Madrid miente”

“Presentamos la interpelación para dar transparencia al proceso y para que tengamos una hoja de ruta”, señala a El Confidencial el convergente Ramón Tremosa. Los nacionalistas sostienen que la independencia de esta comunidad no conllevaría necesariamente su expulsión de la UE ni del euro. ”La economía catalana está actualmente más ligada al mercado de Europa que al de España. Aquí tenemos más de 4.000 multinacionales que no se van a dejar expulsar. El economista Miquel Puig tiene un interesante artículo titulado Multinacionales e independencia donde explica que el debate de la independencia es un debate emocional. Pero al día siguiente de la ruptura, los camiones van a seguir traspasando las fronteras y las empresas van a seguir funcionando como si nada”.

El eurodiputado nacionalista afirma que “desde  Madrid se alimenta la falacia de que nos van a expulsar del euro y de la UE, pero eso son tonterías. Además, incluso en el caso de que saliésemos de la UE, podríamos tener convenios económicos y sobre derechos democráticos como tienen, por ejemplo, Noruega y Suiza. Pero si sólo van con amenazas, van a perder”.

El dirigente de CiU señala que “mucha gente está harta. Incluso grandes empresarios, como el propietario de Nutrexpa, que se sumó a la manifestación del 11 de septiembre”. De todos modos, reconoce que la CE  no tiene en cuenta las movilizaciones populares. ”Sólo tiene en cuenta los votos parlamentarios. Podemos organizar las manifestaciones más grandes del mundo, pero hasta que algo no sea aprobado en sede parlamentaria es como si no existiese. Cuando el Parlamento catalán apruebe algo, entonces sí lo tendrá en cuenta”.