El PSC permite a Trias aprobar su PAM de Barcelona si no pacta con independentistas

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, sacará adelante el Plan de Actuación Municipal (PAM) de Barcelona gracias a la abstención de los socialistas, el principal partido de la oposición. Este plan es el que detalla todas las actuaciones que ha de acometer el equipo de gobierno de la ciudad, así como las inversiones y dotaciones económicas necesarias, de aquí al final de la legislatura.

Pero esta abstención tiene un precio, porque nada es gratis: Trias no podrá pactar iniciativas independentistas con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Es una condición sine qua non que los socialistas han puesto a los convergentes. ¿El motivo? “Cerrar el paso a cualquier deriva independentista en el Ayuntamiento de Barcelona tres días después de que Artur Mas se declarase independentista. Lo que queremos ahora es diferenciarnos claramente de esa tendencia”, dicen a El Confidencial fuentes del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC).

La mano tendida del PSC llega poco después de que el propio Xavier Trias dijera públicamente que le gustaría ser el alcalde de la capital de una Cataluña independiente. Pero los socialistas aseguran que ”en estos momentos, hay una divergencia de fondo entre los dos partidos, ya que los convergentes tienen una agenda independentista que no compartimos”.

Desde las filas del PP, se afirma que “lo que hay de facto es una sociovergencia en la ciudad, con el apoyo de Joan Laporta”. Laporta es concejal porque se presentó en las listas de ERC como segundo de la lista. Tradicionalmente, el ex presidente del Barça se alinea con CiU a la hora de votar, tanto en el Ayuntamiento como en el Parlamento, en el que es diputado no adscrito después de romper peras con sus socios de Solidaritat Catalana per la Independència (SI).

Los socialistas, en cambio, niegan un pacto con Trias. Su máximo dirigente municipal, Jordi Martí, ha estado hablando con el alcalde desde hace meses para intentar llegar a un acuerdo. Al final, de los 20 puntos que tenían sobre la mesa, se han puesto de acuerdo en la mitad de ellos. Suficiente como para que el socialista accediese a abstenerse y facilitar así la aprobación del PAM. “No habrá sociovergencia en Barcelona, por mucho que digan. Jordi Martí ha decidido que nos abstengamos a cambio de que no inicie un camino sin retorno. Nuestro apoyo estará condicionado a los acuerdos a que llegue con Portabella. Por tanto, no tendrá las manos libres”, aseguran las fuentes consultadas.

Una cuestión aritmética

Los populares, sin embargo, afirman que la abstención del PSC “abre la puerta a que los independentistas tengan un mayor protagonismo”. Y echan mano de los números para justificar esta afirmación: CiU tiene 14 consejales, mientras que PP e ICV tienen 9 y 5 respectivamente. “Si el PSC se abstiene, PP e ICV sumamos los mismos concejales que CiU. Entonces, serán los independentistas de ERC quienes le sacarán las castañas del fuego. Es decir, que el PAM dependerá de lo que voten Portabella y Laporta. Por mucho que lo quieran justificar, la abstención beneficia especialmente a los radicales, puesto que si no se aprobase por la oposición del PSC, no hubiera pasado nada, ya que Trias habría podido seguir gobernando tranquilamente”.

Los convergentes son conscientes de su posición de debilidad. Por ello, Trias se reunirá la próxima semana con Joan Laporta y con el cabeza de lista de ERC, Jordi Portabella, para negociar su apoyo al PAM, ya que con la abstención de los socialistas no le basta. El teniente de alcalde Joaquim Forn, reconoció este viernes que su equipo hará “todos los esfuerzos” para lograr el apoyo de los independentistas.

Pero ahí es donde el PSC vigilará de cerca: si rompe las reglas del juego y asume determinadas reivindicaciones independentistas, los socialistas variarán su postura y votarán no, por lo que el apoyo de ERC no le servirá para nada al alcalde, prisionero de su minoría absoluta.

Los socialistas arrancaron, de momento, compromisos como relegar a un segundo plano el faraónico proyecto Blau@Ictínea que Trias quería poner en marcha y que no es otro que la transformación de todo un barrio cerca del Puerto de Barcelona, en la ladera de la montaña de Montjuïc. Ésta era una de las propuestas estrella de CiU en su programa electoral. Pero también pactaron que las prioridades del Ayuntamiento en esta legislatura serán la reactivación económica, la atención a las personas y la regeneración urbana. Entre otras cosas, los acuerdos incluyen la construcción de seis guarderías y el fomento de políticas de ocupación.

Se trata, en definitiva de acuerdos de máximos. Pero en las filas socialistas no ha sentado bien que Jordi Martí dé un balón de oxígeno a Trias. La Federación de Barcelona,que controla el senador Carles Martí, es contraria a los acuerdos e incluso las juventudes del partido (JSC) pusieron en marcha una campaña contra la sociovergencia. ”Jordi Martí es consciente de que ha llegado a su cargo recientemente y que es poco conocido. Por tanto, necesita darse a conocer a la gente de la calle. Pero también necesita posicionarse ante su propio partido y marcar perfil. De ahí que se atreviese a enfrentarse a la Federación socialista de Barcelona”, señalan algunas de las fuentes consultadas. El PSC celebró ayer su consejo territorial, que ratificó la decisión de Jordi Martí. Este consejo integra a la Federación de Barcelona, al grupo municipal y a los máximos dirigentes de las agrupaciones locales.