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La esposa de Pujol cobró por asesorar en la salida de multinacionales de Cataluña
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ARTUR MAS FUE AVISADO EN OTOÑO DEL ESCÁNDALO DE ORIOL

La esposa de Pujol cobró por asesorar en la salida de multinacionales de Cataluña

En otoño pasado, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, mantenía una reunión en su despacho oficial donde le daban una noticia ciertamente preocupante:

Foto: La esposa de Pujol cobró por asesorar en la salida de multinacionales de Cataluña
La esposa de Pujol cobró por asesorar en la salida de multinacionales de Cataluña

En otoño pasado, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, mantenía una reunión en su despacho oficial donde le daban una noticia ciertamente preocupante: el presidente del grupo parlamentario de Convergència i Unió (CiU) en el Parlamento catalán y secretario general adjunto de Convergència Democràtica (CDC), Oriol Pujol, podía salir salpicado en un escándalo por sus conexiones con el grupo Alta Partners, elegido para encontrar comprador de las factorías de tres multinacionales que anunciaron su salida de Cataluña, dejando a cientos de familias en el paro: Sony, Sharp y Yamaha. Este grupo está controlado por Sergi Alsina, íntimo amigo de Oriol y compañero suyo de clase en el IESE. Alsina fue uno de los detenidos el pasado mes de marzo en el caso de la trama de las ITV, que derivó de las escuchas realizadas al empresario gallego Jorge Dorribo, el máximo implicado en el caso Campeón.

“El President no sabía nada. No tenía ni idea que podía haber alguna conexión de la familia Pujol con Alta Partners y se subía por las paredes”, dice a El Confidencial un conocido empresario que conoce toda la trama. Según esta fuente, el líder convergente se quedó “muy preocupado por la posibilidad de que todo derivase en un escándalo político” que implicase a dirigentes de Convergència. Y no se equivocaba, porque en aquellos momentos ya había intervenciones telefónicas que vinculaban a Oriol Pujol con los principales integrantes de la trama que pretendía obtener cuantiosas subvenciones y adjudicaciones públicas de su Gobierno.

En las conversaciones telefónicas y sms interceptados por la Policía, además, se conoció que Anna Vidal Maragall, esposa de Oriol Pujol, estaba vinculada a Alta Partners. Un informe de la Agencia Tributaria señala, por si fuera poco, que Anna Vidal es administradora de la compañía Alta Partners Investments IT, sociedad del grupo que recibió el encargo de buscar comprador y de recolocar a los trabajadores de Sony, Sharp y Yamaha. También es consejera de otra sociedad vinculada a Alsina, Inversiones Fraberte.

Fuentes cercanas a Oriol Pujol señalan a El Confidencial que “Anna trabaja con Alsina desde el año 1999 y sigue colaborando con sus empresas, por algo es abogada y tiene un master en dirección de empresas”. Según estas fuentes, Anna  Vidal participó en “miles de operaciones del grupo de Alsina como cualquier profesional. Lo que ocurre es que es esposa de quien es y por eso se ha levantado revuelo. Pero tenía un contrato conformado y facturas legales y correctas”.

Los sms de Pujol

El revuelo más grande, sin embargo, se produjo cuando también fue interceptado un mensaje, enviado el 21 de diciembre de 2010, del secretario general de CDC a Sergi Alsina. “Sergi, mañana me tendrías que decir a dónde factura Anna las 4 facturas del trabajo hecho en noviembre y diciembre. La puedes llamar tú, por favor, y lo aclaráis. Gracias”.

Facturas sospechosas

Al día siguiente, Alsina llamó a la esposa de Pujol. Ésta le comentó que había girado todas las facturas a Alta Partners, pero que su marido, Oriol, le había comentado que creía que no era así. Y le pidió a su interlocutor el concepto general de la factura, por lo que quedaron que facturaría por “análisis, horas de reunión, conversaciones telefónicas y preparación de reuniones”. En febrero siguiente, volvió a enviar dos facturas, pero Alsina le reclamó urgentemente una de 5.000 euros. También esperaba dos nuevas facturas para mediados y finales de ese mes. Ella le comentó si podía hacer facturas por importe no exacto, es decir, “por ejemplo, una de 4.500 euros y otra de 5.300 euros”, a lo que el empresario le subrayó que era más fácil hacer importes exactos porque tiene que haber un contrato y si no son importes exactos quiere decir que cada mes ha hecho cosas diferentes y habría que justificar trabajos diferentes y entonces es más difícil de justificar”.

Debido a estas escuchas, los investigadores sospechan que las facturas pueden no deberse a los conceptos por los que fueron extendidas, aunque desde el círculo íntimo de Pujol se justifica la comunicación del político con Alsina diciendo que “son amigos y tenían confianza como para hablar de estas cosas. Es como si cualquiera llamase a un amigo suyo y le dijese que le iba a enviar las facturas del trabajo que había realizado su esposa. Lo que está claro es que el contrato existía y el trabajo se había realizado, por lo que tenía que cobrar”.

En julio, vuelven a interceptarse conversaciones sobre una nueva factura, aunque no especifican la cantidad. En otoño del año pasado, no obstante el empresario le pide ya una factura más voluminosa: de 200.000 euros más IVA, en la que hiciese referencia a los honorarios según el contrato. Según las fuentes consultadas por este diario, la esposa de Pujol “hizo un trabajo profesional y cobró por ello. Nada más”. Pero lo paradójico del caso es que, mientras el Gobierno de CiU se encontraba con la patata caliente de las deslocalizaciones de multinacionales, la esposa del secretario general del partido que domina ese Gobierno fuese precisamente una de las personas que mediase en la negociación. Desde CDC, no obstante, señalan a este diario que “no se dedicó nunca al sector público. Por otra parte, si no se puede dedicar tampoco a la actividad privada, ¿qué va a hacer, quedarse en su casa con los rulos puestos?”.

A lo largo del sumario, hay numerosas referencias al interés del político convergente por los proyectos que pretenden desarrollar Sergi Alsina y Sergi Pastor, otro de los empresarios implicados. En una conversación grabada el 12 de julio del 2011, Pastor explica que, tras una comida con Oriol Pujol, éste le reconoció que le debía “una muy gorda”. Y explica a su interlocutora: ”Porque a él le abandono todo el mundo. Yo, a su mujer, la tuve colocada, pero no lo supo nadie, en Applus. Cuando ellos perdieron el poder y les retiraron todo, el único que le quiso colocar a la mujer fui yo y además no se supo nunca”. Según el empresario, vio a Oriol Pujol “desesperado” y por eso le echó una mano entonces, aunque sin esperar nada a cambio.

La titular del juzgado ha pedido la pasada semana un informe sobre Oriol Pujol, para conocer su implicación en todo el proceso y tomar una determinación, ya que hasta el momento no está imputado y lo considera sólo un “colaborador necesario”.

En otoño pasado, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, mantenía una reunión en su despacho oficial donde le daban una noticia ciertamente preocupante: el presidente del grupo parlamentario de Convergència i Unió (CiU) en el Parlamento catalán y secretario general adjunto de Convergència Democràtica (CDC), Oriol Pujol, podía salir salpicado en un escándalo por sus conexiones con el grupo Alta Partners, elegido para encontrar comprador de las factorías de tres multinacionales que anunciaron su salida de Cataluña, dejando a cientos de familias en el paro: Sony, Sharp y Yamaha. Este grupo está controlado por Sergi Alsina, íntimo amigo de Oriol y compañero suyo de clase en el IESE. Alsina fue uno de los detenidos el pasado mes de marzo en el caso de la trama de las ITV, que derivó de las escuchas realizadas al empresario gallego Jorge Dorribo, el máximo implicado en el caso Campeón.

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