Es noticia
Artur Mas planteará a Rajoy y al Congreso la independencia fiscal de Cataluña
  1. España
  2. Cataluña
SACA ADELANTE SU PACTO FISCAL DE MÁXIMOS CON UN APOYO MÍNIMO

Artur Mas planteará a Rajoy y al Congreso la independencia fiscal de Cataluña

El presidente de Cataluña, Artur Mas, se salió finalmente con la suya y planteará un pacto fiscal de máximos al Gobierno central en los próximos meses.

Foto: Artur Mas planteará a Rajoy y al Congreso la independencia fiscal de Cataluña
Artur Mas planteará a Rajoy y al Congreso la independencia fiscal de Cataluña

El presidente de Cataluña, Artur Mas, se salió finalmente con la suya y planteará un pacto fiscal de máximos al Gobierno central en los próximos meses. La Generalitat llevó a votación la propuesta de pacto fiscal punto por punto para intentar sumar apoyos. Y, tras una alambicada votación, Mas pudo cantar victoria, ya que la mayoría de los puntos fueron apoyados por Convergència i Unió (CiU), el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Iniciativa per Catalunya (ICV) y Esquerra Republicana (ERC). Fue un ejercicio de ingeniería política para presentar ante la opinión pública una victoria que, en los puntos esenciales, sólo tuvo el apoyo de CiU, de ERC y de ICV. Pero a primera vista parece que es mucho más.

La sesión parlamentaria se caracterizó por el choque frontal que el president tuvo con Alicia Sánchez-Camacho, la presidenta del PP catalán, que le recriminó que lo que planteará en Madrid es una propuesta "que genera frustración" y que con ella inicia un "periodo de riesgos que entra en un campo desconocido".

Y también fue un fiel reflejo de la política de geometría variable que practica CiU para poder sacar adelante sus proyectos, ya que no dispone de mayoría absoluta. En esa estrategia, entran pactos con la mayor parte de los partidos, aunque en esta ocasión el tradicional eje CiU-PP no pudo reeditarse debido a la postura crítica de los populares. De hecho, si se hubiese votado el texto del pacto fiscal en su conjunto, ni socialistas ni populares lo hubiesen apoyado. Pero, de la manera en que fue planteado, el PSC aceptó seis de los siete puntos puestos sobre la mesa.

“El Gobierno llegó al último día con los mismos planteamientos que el primer día, es decir, sin haber intentado negociar nada. Lo que pidió durante meses ha sido la adhesión a sus tesis. Y eso es imposible. Para negociar tienes que ceder algo y aceptar también algunas tesis del rival, cosa que en ningún momento hicieron los representantes del Gobierno o de CiU. Por eso no nos hemos sumado al acuerdo”, señala una fuente del PP a El Confidencial.

Los socialistas, por su parte, jugaron al desconcierto hasta el final. Avisaron a Mas de que debía mover posiciones, pero el president se mantuvo firme, cambió algún concepto y llevó el texto al pleno. Finalmente, el PSC se descolgó del acuerdo en tres de los puntos sometidos a la aprobación de los diputados: los que señalan que la recaudación, gestión y liquidación de todos los impuestos que se generan en Cataluña dependerán de la Agencia Tributaria Catalana, que será la única administración responsable de los mismos; que esta agencia ha de tener plena capacidad y colaborar con otras agencias para la lucha contra el fraude fiscal (evitando posicionarla frente a la Hacienda estatal); y que la aportación catalana al Estado, es decir, el cupo catalán, ha de ser acordado y revisado quinquenalmente y bilateralmente entre el Gobierno catalán y el Estado.

Estos tres apartados obtuvieron, sin embargo, 83 votos a favor (CiU, ICV, ERC y Joan Laporta), mientras que contaron con la abstención de los socialistas y el voto en contra del PP, de Ciutadans y de Solidaritat Catalana per la Independència (SI). La abstención del PSC en ellos poco varió no sólo la votación, sino la percepción de que el texto del redactado final que se llevará a Madrid contendrá la polémica propuesta de que la Hacienda catalana se quiere desgajar de la española, circunstancia que, por otra parte, prohíbe el propio Estatuto de Autonomía.

Los populares, sin embargo, votaron en contra de estos puntos, además de posicionarse también en contra de la plena capacidad normativa de Cataluña en materia fiscal y del punto que hacía referencia al principio de ordinalidad (Cataluña no ha de perder posiciones en el ranking de renta disponible después de cotizar al fondo de solidaridad) y al hecho de que la aportación de Cataluña a las demás comunidades han de destinarse a servicios básicos. En todos los demás puntos, el PP se abstuvo. La propuesta de pacto fiscal alternativo que presentó la líder popular catalana, Alicia Sánchez-Camacho, sin embargo,fue rechazada por 17 votos a favor (los diputados del PP), 111 en contra y 3 abstenciones (Ciutadans).

Reforma de la Lofca

En otras palabras, Artur Mas podrá llevar a Madrid el texto que ya había consensuado con ICv y ERC y que se basa en las conclusiones que se habían aprobado en la comisión del pacto fiscal del propio Parlamento catalán. O sea, pedirá la reforma de la Lofca para que Cataluña tenga un trato diferenciado, pedirá la llave de la caja (gestión y liquidación de todos los impuestos), plena capacidad en cuanto a normativa fiscal y tope a la cuota de solidaridad con el resto de España, que podría ser del 4% del PIB en vez del 8% actual.

La batalla, pues, se trasladará ahora a otro terreno: el objetivo de Mas es convencer a Mariano Rajoy de las bondades de su propuesta. Esta mañana, en el pleno, el presidente de la Generalitat justificó el planteamiento del pacto fiscal en plena batalla contra la crisis con los mismos argumentos que blandió el secretario de Organización, Josep Rull, a este diario: “El conjunto del Estado necesitará una máquina de tren que sea capaz de tirar de todo el conjunto”, dijo el presidente. Y el secretario general de Convergencia, Oriol Pujol, advirtió también que “es la última estación conocida en las relaciones entre Cataluña y España antes de entrar en terreno desconocido”.

Choque con el PP

Mas fue rotundamente optimista sobre los efectos del pacto fiscal: ”Sólo reconduciendo la mitad del pacto fiscal, tendríamos déficit cero y aún tendríamos dinero para no hacer los ajustes que estamos haciendo. Por tanto, es un debate muy actual”, enfatizó. Pero Alicia Sánchez-Camacho, le recriminó tanto optimismo: ”Hubiéramos querido explicaciones sobre la situación de emergencia nacional, sobre el impago de nóminas, sobre la crisis y sobre las dificultades de salir adelante. Usted no puede subir a decir que el pacto fiscal es la solución a todos los problemas, porque eso no es así. Necesitamos políticos de altura y líderes que digan la verdad. Usted ha hecho del pacto fiscal el eje de esta legislatura, cuando hay cosas que se han de abordar, como la creación de empleo o el hecho de que no tengamos recursos ni para pagar a los centros concertados. Los catalanes se merecen políticos a la altura de las circunstancias”. Y para circunstancias, la cara de Artur Mas mientras la dirigente popular se dirigía a él desde el estrado.

Porque PP y CiU fueron dos trenes que chocaron frontalmente en el pleno de esta mañana. Artur Mas reivindicó la Hacienda propia catalana, la gestión de todos los impuestos, el pago de un cupo al Estado y la salida de Cataluña de la Lofca. “Esto, de entrada, no cuesta ni un euro, porque se trata de una modificación del estatus jurídico. Hemos de tener la vista clara y el horizonte largo. Ahora o nunca, pero mejor ahora, porque no nos podemos permitir el nunca. No es una donación que se hace a Cataluña, sino un trato  justo. En estos momentos, España está bajo la mirada del mundo y esta mirada no es amable, sino de  desconfianza. En este contexto, los catalanes tenemos la oportunidad de hacernos valer como país, como sociedad y como economía. Podemos acentuar el perfil propio”.

Pero Sánchez-Camacho le adelantó el escenario con el que puede encontrarse dentro de unos meses, cuando viaje a Madrid con su pacto fiscal bajo el brazo: “¿Usted cree que su propuesta será asumida por el Gobierno de España y por el Congreso de los Diputados, donde tienen peso PP y PSOE?”. Porque lo que la líder popular le echa en cara es que ésa es una propuesta que puede generar frustración, al correr el riesgo de no ser asumida por el Gobierno de España.

El presidente de Cataluña, Artur Mas, se salió finalmente con la suya y planteará un pacto fiscal de máximos al Gobierno central en los próximos meses. La Generalitat llevó a votación la propuesta de pacto fiscal punto por punto para intentar sumar apoyos. Y, tras una alambicada votación, Mas pudo cantar victoria, ya que la mayoría de los puntos fueron apoyados por Convergència i Unió (CiU), el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Iniciativa per Catalunya (ICV) y Esquerra Republicana (ERC). Fue un ejercicio de ingeniería política para presentar ante la opinión pública una victoria que, en los puntos esenciales, sólo tuvo el apoyo de CiU, de ERC y de ICV. Pero a primera vista parece que es mucho más.

Mariano Rajoy Artur Mas Generalitat de Cataluña