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Último revolcón a Garzón: la Audiencia Nacional desinfla el 'caso Pretoria'
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LEVANTA LA IMPUTACIÓN DEL EMPRESARIO LLUÍS CASAMITJANA

Último revolcón a Garzón: la Audiencia Nacional desinfla el 'caso Pretoria'

Un auto de la Audiencia Nacional desinfla el denominado caso Pretoria, quizá el último gran caso que instruyó el juez Baltasar Garzón y que acabó en

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Último revolcón a Garzón: la Audiencia Nacional desinfla el 'caso Pretoria'

Un auto de la Audiencia Nacional desinfla el denominado caso Pretoria, quizá el último gran caso que instruyó el juez Baltasar Garzón y que acabó en 2009 con ilustres detenidos en Cataluña acusados de pertenecer a una red de corrupción, entre ellos, el alcalde de Santa Coloma, Bartomeu Muñoz (PSC), y dos ex altos cargos de los gobiernos de Jordi Pujol: Lluís Prenafeta y Macià Alavedra.

En un nuevo auto al que ha tenido acceso El Confidencial, la Audiencia Nacional archiva la imputación de uno de los empresarios que fue detenido esos días acusado de la trama, el presidente de la inmobiliaria Espais, Lluís Casamitjana.

En lo que respecta a Casamitjana, el auto dispone "el sobreseimiento provisional y archivo parcial de la causa", con lo que también levanta las medidas cautelares que se habían tomado contra él, como por ejemplo, la retirada del pasaporte.

En el caso Pretoria, Garzón había acusado al empresario de haber utilizado los servicios de Macià Alavedra y Lluís Prenafeta como intermediarios para torcer la voluntad de funcionarios públicos, entre ellos la venta de un edificio de oficinas a la Generalitat, entonces gobernada por el tripartito, que nunca llegó a llevarse a cabo. La principal prueba eran las conversaciones grabadas con pinchazos telefónicos a los móviles de los imputados.

Ahora, el nuevo auto enmienda la plana tanto a Garzón como a la Fiscalía de la época y advierte que, "visto el contenido de las conversaciones, tanto del señor Casamitjana como los otros dos imputados, Alavedra y Prenafeta, como los correos intercambiados con éstos y con diferentes responsables de la administración autonómica, se pueden calificar las influencias como difusas, poco relevantes, dado que después de más de veinte meses de conversaciones y negociaciones no se atisba voluntad alguna de los funcionarios de dar satisfacción a los intereses del señor Casamitjana".

Debilidad de la causa

Esta situación apunta a que en breve podría haber autos similares respecto a la situación de otros de los imputados, ya que en medios judiciales ya se había considerado muy débil la causa que había armado Garzón en el caso Pretoria, a excepción de la acusación de blanqueo de capitales.

En el caso de Casamitjana se le acusaba de tráfico de influencias, fraude a la Hacienda pública y blanqueo de capitales. Uno de los puntos fuertes de la fiscalía eran las posibles gestiones hechas por Prenafeta y Alavedra para que la Generalitat comprase un edificio de oficinas de Espais en la zona del Fórum. La venta nunca llegó a realizarse. El conseller que tenía que haberle dado el visto bueno, además, era Antoni Castells (PSC) de un color político opuesto a los convergentes Alavedra y Prenafeta.

El papel de Luigi

La única cosa que reconoce el auto es que otro de los imputados, el exmilitante socialista, Luis García, alias Luigi, trabajó para Espais y cobró comisiones de la inmobiliaria, pero ni atisba delito en las mismas ni cree que se las pueda relacionar con el caso Pretoria. En concreto, el auto desvincula del caso los 200.000 euros que Casamitjana tenía en el banco andorrano Andbanc, y considera que, al haberse declarado este dinero a Hacienda, tampoco existe delito fiscal. También concluye que Espais no se benefició del cambio del Plan General Metropolitano en Badalona, como argüía la causa original, ni de una operación inmobiliaria en Cerdanyola del Vallès.

Otros empresarios imputados, como el presidente de la constructora Proinosa, Josep Singla, denunciaron públicamente la instrucción de Garzón, por arbitraria pero no fue el caso de Casamitjana, que optó por un segundo plano. Tras el escándalo Proinosa se encontró sin crédito y tuvo que presentar concurso de acreedores.

Un auto de la Audiencia Nacional desinfla el denominado caso Pretoria, quizá el último gran caso que instruyó el juez Baltasar Garzón y que acabó en 2009 con ilustres detenidos en Cataluña acusados de pertenecer a una red de corrupción, entre ellos, el alcalde de Santa Coloma, Bartomeu Muñoz (PSC), y dos ex altos cargos de los gobiernos de Jordi Pujol: Lluís Prenafeta y Macià Alavedra.